Como el cangrejo!
El gobierno después de toda la hablada que se echa sobre el acceso la tecnología y cerrar la brecha digital, ahora vienen con esta gracia: no les bastó con pedirles requisitos absurdos comparándolos con empresas de telecomunicaciones, sino que ahora les meten un impuesto de 50 mil anuales, destinados a cubrir su creciente burocracia y sus jugosos salarios.
¿Por qué más impuestos a los cafés Internet?
El gobierno después de toda la hablada que se echa sobre el acceso la tecnología y cerrar la brecha digital, ahora vienen con esta gracia: no les bastó con pedirles requisitos absurdos comparándolos con empresas de telecomunicaciones, sino que ahora les meten un impuesto de 50 mil anuales, destinados a cubrir su creciente burocracia y sus jugosos salarios.
¿Por qué más impuestos a los cafés Internet?
La Sutel insiste en regular, y mal, los cafés Internet. El reciente Acuerdo 011-054-2009, publicado en La Gaceta el 17/12/2009, así lo confirma. Sutel-Aresep acordó cobrar un “canon anual de regulación” de ¢50.000 por café Internet. Monto desproporcionadamente alto que le permitirá recolectar más de 100 millones de colones al años por “regular” esta actividad. Olvida Sutel-Aresep que ha sido la libre competencia la que ha guiado, y bien, este sector de la industria durante más de tres quinquenios. Ahora con la apertura, Sutel-Aresep, en lugar de fomentar la competencia en el sector, insta en asfixiarla.
Curiosa insistencia. El avance de la tecnología, no la regulación, es la que ha permitido, en mayor medida, la competencia en el mercado de telecomunicaciones. En el caso concreto de los cafés Internet, estos ofrecen, donde no es rentable para las empresas públicas y privadas, acceso a Internet. Por tanto, coincido con Juan Manuel Campos, abogado, especialista en telecomunicaciones, quien afirma “que la nueva ley no exime a los cafés del proceso engorroso requerido para el permiso”. Lo cual, de nuevo, es contraproducente debido, entre otras razones a que los cafés Internet son principalmente microempresas familiares que permiten que los jóvenes de las familias más pobres tengan acceso a Internet. Sí, además de que falta mucho camino por recorrer en cobertura de la educación secundaria, se limita el acceso a estos jóvenes a la gran biblioteca virtual (Internet), esto incrementa la desigualdad de oportunidades en la acumulación de capital humano y acrecienta, por tanto, la iniquidad en la distribución de la riqueza del país.
Finalmente, es importante recordar que los cafés Internet son competencia del ICE y las cableras que ofrecen junto con Racsa, también servicios de Internet. Por tanto, eliminar la poca competencia que existe en el mercado de telecomunicaciones, como lo son los cafés Internet, es un capcioso grave error por parte de la Sutel-Aresep.
Escrito por Gilberto Arce