¡Ay, mándale! Resulta que Grupo ICE no solo anda poniendo postes y cables, sino que se están metiendo en changüíos que nadie más quiere tocar. Desde salvar tortuguitas en Cahuita hasta traerle internet rápido a Isla Venado, parece que estos señores sí quieren hacer la diferencia. Ya saben, pa' que no digan que los estatales son pura máquina de gastar plata… ¡y vaya que tenemos razones pa' pensar eso, diay!
La verdad, ver estas iniciativas te da un empujoncito de esperanza, porque en tiempos donde todo pinta a que nos vamos al caño, hay gente trabajando pa' mejorar las cosas. Imagínate, zonas remotas como Cahuita que sufren con el robo de huevos de tortuga y la destrucción de su hábitat. Pues ahora, gracias a unas lamparitas especiales, esas tortuguilitas tienen más posibilidades de llegar al mar. No es que solucione todos los problemas, claro, pero es un paso en la dirección correcta, ¿me entienden?
Pero lo más impresionante es la jugada que le dieron a Isla Venado. Antes, los jóvenes tenían que irse del pueblo para poder estudiar decentemente porque ahí no había señal ni de pingando. Era qué torta la situación, mándale. Pero ahora, con esa fibra óptica que le instalaron, ya pueden estudiar online, trabajar desde casa… ¡hasta ver Netflix en calidad HD! Es un cambio radical, una verdadera bocanada de aire fresco para toda la comunidad.
Y ni hablar de lo que está haciendo Bridgestone en Belén. Pura carga ver a las fábricas contaminando el ambiente, ¿verdad? Entonces, imagínate que hayan cambiado toda su caldera vieja por una que funciona con energía limpia. Dicen que van a bajar las emisiones de carbono en un 70%, ¡qué nivel! Eso sí que es ponerle empeño al asunto, demuestra que hasta las industrias más grandes pueden cambiar sus malos hábitos. ¿No será que finalmente estamos aprendiendo a cuidarle un poquito más a nuestra Pachamama?
En Puerto Viejo, la cosa era otra: monos, perezosos y otros animalecitos se estaban electrificando accidentalmente por los cables de electricidad. Un verdadero brete pa' la fauna. Entonces, la comunidad, con la ayuda de unos biólogos y los muchachos de ICE, empezaron a instalar esos puentes pa' que los animales puedan cruzar seguros. Ya llevan casi dos mil millones de colones invertidos en esto, y dicen que seguirán haciéndolo. ¡Eso sí es trabajar con conciencia social!
Ahora bien, aquí viene la reflexión profunda: ¿Es suficiente lo que está haciendo Grupo ICE? Claro que no. Todavía hay muchísimos desafíos por delante, mucho territorio por cubrir y muchos problemas que solucionar. Pero estos proyectos demuestran que es posible combinar el desarrollo económico con la protección del medio ambiente y el bienestar social. Que no es necesario sacrificar lo uno por lo otro, sino que podemos construir un futuro más sostenible para todos.
Y hablando de sostenibilidad, no olvidemos que la transición hacia una economía verde no es tarea fácil. Requiere inversión, planificación, voluntad política y, sobre todo, un cambio cultural profundo. Tenemos que dejar atrás viejos paradigmas y empezar a pensar diferente, a valorar más lo que realmente importa: nuestro planeta, nuestras comunidades y nuestro futuro. Porque, a fin de cuentas, ¿de qué sirve tener dinero si no tenemos dónde vivir o qué respirar?
Así que, díganme ustedes, ¿creen que estas iniciativas de Grupo ICE son suficientes para marcar la diferencia a largo plazo? ¿O necesitamos medidas más audaces y ambiciosas para enfrentar los desafíos ambientales y sociales que tenemos por delante? ¡Compartan sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan mis panas!
La verdad, ver estas iniciativas te da un empujoncito de esperanza, porque en tiempos donde todo pinta a que nos vamos al caño, hay gente trabajando pa' mejorar las cosas. Imagínate, zonas remotas como Cahuita que sufren con el robo de huevos de tortuga y la destrucción de su hábitat. Pues ahora, gracias a unas lamparitas especiales, esas tortuguilitas tienen más posibilidades de llegar al mar. No es que solucione todos los problemas, claro, pero es un paso en la dirección correcta, ¿me entienden?
Pero lo más impresionante es la jugada que le dieron a Isla Venado. Antes, los jóvenes tenían que irse del pueblo para poder estudiar decentemente porque ahí no había señal ni de pingando. Era qué torta la situación, mándale. Pero ahora, con esa fibra óptica que le instalaron, ya pueden estudiar online, trabajar desde casa… ¡hasta ver Netflix en calidad HD! Es un cambio radical, una verdadera bocanada de aire fresco para toda la comunidad.
Y ni hablar de lo que está haciendo Bridgestone en Belén. Pura carga ver a las fábricas contaminando el ambiente, ¿verdad? Entonces, imagínate que hayan cambiado toda su caldera vieja por una que funciona con energía limpia. Dicen que van a bajar las emisiones de carbono en un 70%, ¡qué nivel! Eso sí que es ponerle empeño al asunto, demuestra que hasta las industrias más grandes pueden cambiar sus malos hábitos. ¿No será que finalmente estamos aprendiendo a cuidarle un poquito más a nuestra Pachamama?
En Puerto Viejo, la cosa era otra: monos, perezosos y otros animalecitos se estaban electrificando accidentalmente por los cables de electricidad. Un verdadero brete pa' la fauna. Entonces, la comunidad, con la ayuda de unos biólogos y los muchachos de ICE, empezaron a instalar esos puentes pa' que los animales puedan cruzar seguros. Ya llevan casi dos mil millones de colones invertidos en esto, y dicen que seguirán haciéndolo. ¡Eso sí es trabajar con conciencia social!
Ahora bien, aquí viene la reflexión profunda: ¿Es suficiente lo que está haciendo Grupo ICE? Claro que no. Todavía hay muchísimos desafíos por delante, mucho territorio por cubrir y muchos problemas que solucionar. Pero estos proyectos demuestran que es posible combinar el desarrollo económico con la protección del medio ambiente y el bienestar social. Que no es necesario sacrificar lo uno por lo otro, sino que podemos construir un futuro más sostenible para todos.
Y hablando de sostenibilidad, no olvidemos que la transición hacia una economía verde no es tarea fácil. Requiere inversión, planificación, voluntad política y, sobre todo, un cambio cultural profundo. Tenemos que dejar atrás viejos paradigmas y empezar a pensar diferente, a valorar más lo que realmente importa: nuestro planeta, nuestras comunidades y nuestro futuro. Porque, a fin de cuentas, ¿de qué sirve tener dinero si no tenemos dónde vivir o qué respirar?
Así que, díganme ustedes, ¿creen que estas iniciativas de Grupo ICE son suficientes para marcar la diferencia a largo plazo? ¿O necesitamos medidas más audaces y ambiciosas para enfrentar los desafíos ambientales y sociales que tenemos por delante? ¡Compartan sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan mis panas!