Sobre rituales y costumbres bahá'ís
Hola amigos, seennucas, lofripa, aryuna,
Me ha encantado leer vuestros mensajes. Sigo respondiendo a lo planteado por seennucas:
1.- Yo estoy encantada de tratar estas cuestiones, pero si queremos comunicarnos habrá que leer las cosas en su contexto. El tema era “el diablo como dios de este mundo”, y el contexto, las escrituras sagradas cristianas. Bien, en 2 cor 4:4 se nombra al dios de este mundo, no se nombra a satanás, en 2 cor 11:14, sí se nombra a satanás pero no se le llama dios. Es decir, no hay base bíblica para decir que satanás sea ningún tipo de dios.
Lo que dices sobre las manifestaciones del mal tampoco tiene base bíblica. La wiki está bien, pero aún no llegó al rango de escrito sagrado... creo... je, je.
Respecto a lo que comentas, cuando las personas mienten o matan, cuando se dañan a sí mismos o a los demás, lo hacen ellas; cuando obran de manera beneficiosa, también las hacen ellas. Metafóricamente podemos decir que Dios actúa a través de una persona o satanás a través de otra, pero son formas de hablar. Cuando alguien actúa correctamente no hace sino obrar de acuerdo a su verdadera naturaleza de ser humano a imagen y semejanza de Dios (hablando en cristiano). ¿Quién determina lo que es correcto y lo que no? Cada persona en conciencia a la luz de los Escritos Sagrados. Ya lofripa ha explicado estupendamente el punto de vista bahá’í sobre estos asuntos, así que paso a otro punto.
2.- Sobre rituales y costumbres.
Bien, en la Fe bahá’í los rituales son prácticamente inexistentes. Tenemos calendario y dinámica comunitaria propia, pero se nos insta a evitar las repeticiones rituales, a ser creativos y hacer las cosas de manera imaginativa.
Lo más parecido a los rituales en nuestra devoción personal es la lectura diaria de textos sagrados por la mañana y por la tarde (cada quien elige qué y cuanto leer), la oración obligatoria (hay tres diferentes entre las que poder elegir) y la repetición del nombre más sagrado 95 veces (19x5), también es importante el ayuno que se hace entre el 2 y el 20 de marzo cada año.
En lo comunitario, todas las comunidades bahá’ís del mundo se reúnen cada 19 días en lo que llamamos Fiesta de 19 días en la que participa toda la comunidad local. Estas reuniones tienen tres partes: a) una primera parte devocional donde se leen textos sagrados y oraciones (pueden ser bahá’ís o no bahá’ís), b) una segunda parte administrativa en la que se informa a la comunidad de las novedades, se leen cartas que hayan podido llegar, se informa de las necesidades que pueda haber, se consulta sobre lo que cualquier asistente quiera proponer a la asamblea, etc. c) Finalmente hay una parte social en la que se comparte algo de comer, se charla, se canta, se baila o no… según la forma de hacer de cada lugar. Nunca dos fiestas de 19 días son iguales. Por ejemplo, aquí donde vivo, cada fiesta se hace en una casa diferente con anfitriones diferentes que eligen las lecturas, los textos, preparan el lugar y el programa según su gusto.
Pero, desde mi punto de vista, lo más original de nuestra Fe es la manera en que está organizada, lo que llamamos el Orden Administrativo. Te explico un poco de qué va. En todas las localidades del mundo donde hay más de 9 bahá’ís mayores de 21 años se elige cada 21 de abril la Asamblea Epiritual Local, que es el cuerpo consultivo que dirigirá la comunidad ese año. La elección se hace por voto secreto de todos los miembros de la comunidad mayores de 21 años.
A su vez, una vez al año, las comunidades de un área que según la densidad de población bahá’í puede tener diferente extensión, se eligen una cantidad de delegados proporcional al número de creyentes de la zona. Los delegados elegidos en cada país se reúnen en la Convención Nacional donde se tratan los temas de interés que afectan a las comunidades y además se elige la Asamblea Espiritual Nacional, el cuerpo consultivo formado por 9 bahá’ís mayores de 21 años que dirigirán la comunidad durante ese año.
A su vez, cada cinco años, todas las Asambleas Nacionales se reúnen en la Convención Internacional en Haifa donde entre otras cosas eligen la Casa Universal de Justicia, el cuerpo consultivo formado por 9 bahá’ís que dirigirán la comunidad mundial durante los próximos cinco años.
La participación en este proceso se considera una obligación sagrada a la vez que un privilegio. En nuestras elecciones no hay candidatos ni programas electorales ni nada de lo que es habitual, sino que cada bahá’í, en estado de oración, vota por las personas que considera más maduras, más preparadas, de mayor experiencia y fe. Las personas que salen elegidas no tienen ningún estatus especial ni mayor poder dentro de la comunidad, es la institución la que tiene el poder, la reunión de los 9 elegidos que tratan en consulta los asuntos de la comunidad.
Otro punto fundamental de la organización bahá’í es la forma de toma de decisión, lo que llamamos Consulta, pero eso lo dejo para otra ocasión… que ya las obligaciones me llaman.
No sé si me he explicado bien, cualquier duda puedes preguntarme si lo deseas. En cualquier caso puedes ver que estos mecanismos tienen poco de persa.
Si luego tengo un ratito sigo con lo que planteais del comienzo del año astron/lo/m/gico
¡¡¡Saludos!!!