Bueno, maes, para que después no digan que nadie les avisó. El Instituto Meteorológico Nacional (IMN), esos compas que siempre nos dicen si sacar la sombrilla o los lentes de sol, ya tiró el reporte para este viernes 12 de setiembre y, para resumir la vara: se viene agüita. Resulta que ese viento fresquito que llega del Caribe, el famoso alisio, no viene solo. Se trae de la mano un montón de humedad y nubes que van a pasearse por todo el país, empezando, como es lógico, por la costa limonense y toda la Zona Norte. Así que si usted es de por allá, mejor vaya asegurando la ropa del tendedero desde temprano.
Para los que se levantan con el sol en el Caribe o la Zona Norte, el panorama matutino va a estar medio tristón. El IMN habla de “nubosidad variable con lluvias dispersas”, que en buen tico significa que el cielo va a estar indeciso, con un agüita intermitente que no llega a ser un baldazo, pero que sí es lo suficientemente necia como para mojarlo a uno de camino a la pulpe. Es ese tipo de lluvia que lo hace a uno dudar si vale la pena sacar el carro o si mejor se queda en la casa haciendo teletrabajo. Diay, la típica vara de esta época del año; ya uno ni se inmuta, solo se resigna y se pone una sueta por si acaso refresca con el bochorno.
Mientras tanto, en el resto del país, sobre todo en el Valle Central y el Pacífico, la mañana va a ser una especie de trampa. Uno se va a levantar, va a ver el cielo medio nublado pero sin amenaza real y va a pensar: “¡Tuanis, hoy la pegué!”. Pero no, mae, no cante victoria tan rápido. El IMN dice que va a predominar el cielo “parcialmente nublado”, que es como el calentamiento antes del partido principal. Es esa calma chicha que nos da unas horitas para hacer mandados, ir al banco o lo que sea que tengamos pendiente, antes de que el cielo decida que ya fue suficiente paz por un día.
Porque es en la tarde y la noche donde la cosa se pone interesante. O complicada, según se vea. A partir del mediodía, el sol calienta la atmósfera y ¡pum! Aumenta la convección, que es el término técnico para decir que se va a armar el despiche de agua. Se esperan aguaceros aislados pero con ganas, acompañados de su respectivo show de luces y truenos en el Pacífico Central, el Pacífico Sur, la península de Nicoya y, por supuesto, el Valle Central y las zonas montañosas no se salvan. Ya sabemos lo que eso significa: las presas se van a poner imposibles, manejar va a ser un dolor y los que andan en moto… ¡qué sal! Mejor ni pensarlo. Si tiene que volver del brete, hágalo temprano o llévese un buen libro para la espera.
En resumen: nos espera un viernes clásico de setiembre. De esos que dividen a la gente. Están los que odian la lluvia porque les moja los zapatos nuevos, les inunda la cochera o les complica el viaje de fin de semana a la playa. Y luego están los que aman que llueva, los que ven en el baldazo la excusa perfecta para cancelar cualquier compromiso social, ponerse a ver una serie con un cafecito chorreado y escuchar el aguacero caer sobre el techo de zinc. Es el eterno yin y yang del tico contra el clima. Al final, quejarse no sirve de mucho, así que lo mejor es tomar previsiones y ponerle buena cara.
Y ustedes, ¿qué? ¿Ya se les fue al traste algún plan por culpa de este pronóstico? ¿O son del team 'qué rico que llueva para quedarse en casa'? ¡Cuenten sus varas!
Para los que se levantan con el sol en el Caribe o la Zona Norte, el panorama matutino va a estar medio tristón. El IMN habla de “nubosidad variable con lluvias dispersas”, que en buen tico significa que el cielo va a estar indeciso, con un agüita intermitente que no llega a ser un baldazo, pero que sí es lo suficientemente necia como para mojarlo a uno de camino a la pulpe. Es ese tipo de lluvia que lo hace a uno dudar si vale la pena sacar el carro o si mejor se queda en la casa haciendo teletrabajo. Diay, la típica vara de esta época del año; ya uno ni se inmuta, solo se resigna y se pone una sueta por si acaso refresca con el bochorno.
Mientras tanto, en el resto del país, sobre todo en el Valle Central y el Pacífico, la mañana va a ser una especie de trampa. Uno se va a levantar, va a ver el cielo medio nublado pero sin amenaza real y va a pensar: “¡Tuanis, hoy la pegué!”. Pero no, mae, no cante victoria tan rápido. El IMN dice que va a predominar el cielo “parcialmente nublado”, que es como el calentamiento antes del partido principal. Es esa calma chicha que nos da unas horitas para hacer mandados, ir al banco o lo que sea que tengamos pendiente, antes de que el cielo decida que ya fue suficiente paz por un día.
Porque es en la tarde y la noche donde la cosa se pone interesante. O complicada, según se vea. A partir del mediodía, el sol calienta la atmósfera y ¡pum! Aumenta la convección, que es el término técnico para decir que se va a armar el despiche de agua. Se esperan aguaceros aislados pero con ganas, acompañados de su respectivo show de luces y truenos en el Pacífico Central, el Pacífico Sur, la península de Nicoya y, por supuesto, el Valle Central y las zonas montañosas no se salvan. Ya sabemos lo que eso significa: las presas se van a poner imposibles, manejar va a ser un dolor y los que andan en moto… ¡qué sal! Mejor ni pensarlo. Si tiene que volver del brete, hágalo temprano o llévese un buen libro para la espera.
En resumen: nos espera un viernes clásico de setiembre. De esos que dividen a la gente. Están los que odian la lluvia porque les moja los zapatos nuevos, les inunda la cochera o les complica el viaje de fin de semana a la playa. Y luego están los que aman que llueva, los que ven en el baldazo la excusa perfecta para cancelar cualquier compromiso social, ponerse a ver una serie con un cafecito chorreado y escuchar el aguacero caer sobre el techo de zinc. Es el eterno yin y yang del tico contra el clima. Al final, quejarse no sirve de mucho, así que lo mejor es tomar previsiones y ponerle buena cara.
Y ustedes, ¿qué? ¿Ya se les fue al traste algún plan por culpa de este pronóstico? ¿O son del team 'qué rico que llueva para quedarse en casa'? ¡Cuenten sus varas!