¡Ay, Dios mío, qué nivel los mercados gastronómicos tomando fuerza en Costa Rica! Ya no es cuestión de ir al supermercado y agarrarle fiaca para cocinar. Ahora tenemos estos lugares chéveros donde puedes encontrar de todo, desde un casado bien sabroso hasta unas micheladas que te quitan hasta las cosquillas. Parece que estamos viviendo una revolución culinaria, y pa' mi gusto, ¡qué bueno!
La verdad es que este fenómeno no cayó del cielo. Hace unos años, el comer afuera era cosa de turistas o gente con buen dinero. Pero ahora, con estos mercados, la comida rica se hizo más accesible y entretenida. Y no solamente eso, sino que además le dan un empujón a los pequeños productores y emprendedores locales – un brete de oportunidades para los que quieren montar su negocio.
Tomemos el ejemplo de Núcleo Gastro, allá en la Sabana. Según dicen, reciben como 20 mil visitas al mes. ¡Imagínate la bronca! Eso significa que hay muchísima gente buscando opciones nuevas y diferentes para comer. Y no solo eso, sino que sostienen alrededor de 80 trabajos directos y trabajan con más de 150 proveedores. Ahí tienes un dato que da que pensar, ¿no?
Lo interesante es cómo estos mercados ya no son solo restaurantes. Le metieron de todo: cafeterías, barberías, minimarkets... ¡hasta parqueo! Ya no vas solo a comer, vas a pasar un rato, a reunirte con tus amigos, a hacer tus compras rápidas. Se han convertido en centros de encuentro social, como esos pulperías de antes, pero con más glamour, diay.
Y ni hablar de las ferias de emprendedores que organizan. Lo que me encanta es que le dan prioridad a las marcas que cuidan el medio ambiente. Reciclan aceite, separan basura, usan luces LED… Eso sí que es darle duro al asunto. Que cada vez más empresas se pongan las pilas y hagan cosas así, porque al final, todos nos toca vivir en este planeta y cuidarlo.
Grettel Campos, la encargada de RC Inmobiliaria, lo dice claro: “Núcleo Gastro es mucho más que un mercado gastronómico; es el corazón de Núcleo Sabana”. Y tiene razón. Uno va ahí y siente el ambiente vibrante, la energía positiva. Ves familias enteras disfrutando, parejas compartiendo una cena romántica, grupos de amigos riendo a carcajadas… Un lugar así te levanta el ánimo, ¿eh?
Pero ojo, que no todo es miel sobre hojuelas. Algunos critican que esto fomenta el consumismo y la comida rápida. Dicen que estamos perdiendo la costumbre de cocinar en casa y que nos estamos volviendo dependientes de estas opciones fáciles. Puede ser, pero yo creo que siempre habrá tiempo para preparar un guiso de gallina hervida, ¿verdad?
En fin, los mercados gastronómicos llegaron para quedarse y parecen estar transformando la forma en que comemos y nos relacionamos en Costa Rica. Han demostrado ser un motor económico importante, creando empleos y apoyando a los emprendedores locales. Pero me pregunto, ¿cree usted que esta tendencia está realmente enriqueciendo nuestra cultura alimentaria o simplemente es una moda pasajera que terminará olvidada en el olvido?
La verdad es que este fenómeno no cayó del cielo. Hace unos años, el comer afuera era cosa de turistas o gente con buen dinero. Pero ahora, con estos mercados, la comida rica se hizo más accesible y entretenida. Y no solamente eso, sino que además le dan un empujón a los pequeños productores y emprendedores locales – un brete de oportunidades para los que quieren montar su negocio.
Tomemos el ejemplo de Núcleo Gastro, allá en la Sabana. Según dicen, reciben como 20 mil visitas al mes. ¡Imagínate la bronca! Eso significa que hay muchísima gente buscando opciones nuevas y diferentes para comer. Y no solo eso, sino que sostienen alrededor de 80 trabajos directos y trabajan con más de 150 proveedores. Ahí tienes un dato que da que pensar, ¿no?
Lo interesante es cómo estos mercados ya no son solo restaurantes. Le metieron de todo: cafeterías, barberías, minimarkets... ¡hasta parqueo! Ya no vas solo a comer, vas a pasar un rato, a reunirte con tus amigos, a hacer tus compras rápidas. Se han convertido en centros de encuentro social, como esos pulperías de antes, pero con más glamour, diay.
Y ni hablar de las ferias de emprendedores que organizan. Lo que me encanta es que le dan prioridad a las marcas que cuidan el medio ambiente. Reciclan aceite, separan basura, usan luces LED… Eso sí que es darle duro al asunto. Que cada vez más empresas se pongan las pilas y hagan cosas así, porque al final, todos nos toca vivir en este planeta y cuidarlo.
Grettel Campos, la encargada de RC Inmobiliaria, lo dice claro: “Núcleo Gastro es mucho más que un mercado gastronómico; es el corazón de Núcleo Sabana”. Y tiene razón. Uno va ahí y siente el ambiente vibrante, la energía positiva. Ves familias enteras disfrutando, parejas compartiendo una cena romántica, grupos de amigos riendo a carcajadas… Un lugar así te levanta el ánimo, ¿eh?
Pero ojo, que no todo es miel sobre hojuelas. Algunos critican que esto fomenta el consumismo y la comida rápida. Dicen que estamos perdiendo la costumbre de cocinar en casa y que nos estamos volviendo dependientes de estas opciones fáciles. Puede ser, pero yo creo que siempre habrá tiempo para preparar un guiso de gallina hervida, ¿verdad?
En fin, los mercados gastronómicos llegaron para quedarse y parecen estar transformando la forma en que comemos y nos relacionamos en Costa Rica. Han demostrado ser un motor económico importante, creando empleos y apoyando a los emprendedores locales. Pero me pregunto, ¿cree usted que esta tendencia está realmente enriqueciendo nuestra cultura alimentaria o simplemente es una moda pasajera que terminará olvidada en el olvido?