¡Ay, Dios mío! Aquí en Costa Rica seguimos pegados al celular viendo cómo explota la campaña de Milei en Argentina. Resulta que el socio de Milei, el señor Espert, anda en problemas gordinflones por unos dineros turbios, y eso ha levantado un polvorón tremendo. Quién lo diría, ¿verdad? Un escándalo así justo a unas semanas de las elecciones. Parece novela!
Para los que andan desconectados, José Luis Espert, ese economista que siempre anda hablando de libre mercado y cosas raras, tuvo que renunciar a su puesto como candidato a diputado tras salir a luz un pasivo de $200.000 que le mandaron desde una empresa ligada a Fred Machado, un tipo que ahora está preso por narcos. ¡Imagínate la bronca que se armó ahí!
Lo más curioso es que el señor Espert, al principio, negaba todo, decía que apenas conocía al tal Machado, pero luego aparecieron unos documentos de Bank of America que demostraban lo contrario. ¡Se le cayó el chinchorro, mae! Como dicen acá, se le volteó el pan. Ahora resulta que sí hubo reuniones, contratos… Una montaña de mentiras, según parece.
Y ni hablar de Milei, que al principio lo defendía con uñas y dientes, diciendo que eran ‘chismes de peluquería’ y que Espert era víctima de una conspiración del kirchnerismo. Pero cuando vio que el asunto se le ponía cuesta arriba, tuvo que cambiar la cara y agradecerle a Espert por quitarse de encima el problema. ¡Un clásico de la política, pura hipocresía!
Este caso no solo afecta la campaña de Milei, sino que también revela algunas debilidades dentro de La Libertad Avanza. Al parecer, hay tensiones y desacuerdos internos, y este escándalo ha abierto la puerta a muchas especulaciones. Se rumorea que algunos dirigentes querían que Espert se largara antes, pues temían que le costara caro a la campaña.
Ahora, para reemplazar a Espert en la lista de candidatos, han tenido que meter mano y sacar a alguien de cajón. Dicen que van a poner a Diego Santilli, un tipo que viene del PRO, el partido de Macri. Parece que Milei está buscando apagar el fuego rápido y recuperar terreno perdido, aunque esto no asegura que la cosa funcione. De hecho, en las últimas elecciones provinciales, la derecha ya había perdido con creces, así que este nuevo revés no pinta nada bien.
Pero aquí lo importante es entender el panorama general. Este escándalo no es simplemente una pelea interna en Argentina; también pone de manifiesto la dificultad de los políticos honestos para competir contra aquellos que están dispuestos a todo con tal de llegar al poder. Ya hemos visto demasiadas veces cómo la corrupción corroe las instituciones y mina la confianza de la gente. Una pena, verdaderamente.
Con todo esto, la pregunta que queda es: ¿Podrá Milei recuperarse de este golpe y convencer a los argentinos de que su proyecto es diferente? ¿O este escándalo será el inicio del fin de su meteórico ascenso político? ¡Dime tú, qué piensas al respecto, compañero! ¿Crees que la ciudadanía argentina valorará la transparencia y la honestidad por encima de los discursos populistas?
Para los que andan desconectados, José Luis Espert, ese economista que siempre anda hablando de libre mercado y cosas raras, tuvo que renunciar a su puesto como candidato a diputado tras salir a luz un pasivo de $200.000 que le mandaron desde una empresa ligada a Fred Machado, un tipo que ahora está preso por narcos. ¡Imagínate la bronca que se armó ahí!
Lo más curioso es que el señor Espert, al principio, negaba todo, decía que apenas conocía al tal Machado, pero luego aparecieron unos documentos de Bank of America que demostraban lo contrario. ¡Se le cayó el chinchorro, mae! Como dicen acá, se le volteó el pan. Ahora resulta que sí hubo reuniones, contratos… Una montaña de mentiras, según parece.
Y ni hablar de Milei, que al principio lo defendía con uñas y dientes, diciendo que eran ‘chismes de peluquería’ y que Espert era víctima de una conspiración del kirchnerismo. Pero cuando vio que el asunto se le ponía cuesta arriba, tuvo que cambiar la cara y agradecerle a Espert por quitarse de encima el problema. ¡Un clásico de la política, pura hipocresía!
Este caso no solo afecta la campaña de Milei, sino que también revela algunas debilidades dentro de La Libertad Avanza. Al parecer, hay tensiones y desacuerdos internos, y este escándalo ha abierto la puerta a muchas especulaciones. Se rumorea que algunos dirigentes querían que Espert se largara antes, pues temían que le costara caro a la campaña.
Ahora, para reemplazar a Espert en la lista de candidatos, han tenido que meter mano y sacar a alguien de cajón. Dicen que van a poner a Diego Santilli, un tipo que viene del PRO, el partido de Macri. Parece que Milei está buscando apagar el fuego rápido y recuperar terreno perdido, aunque esto no asegura que la cosa funcione. De hecho, en las últimas elecciones provinciales, la derecha ya había perdido con creces, así que este nuevo revés no pinta nada bien.
Pero aquí lo importante es entender el panorama general. Este escándalo no es simplemente una pelea interna en Argentina; también pone de manifiesto la dificultad de los políticos honestos para competir contra aquellos que están dispuestos a todo con tal de llegar al poder. Ya hemos visto demasiadas veces cómo la corrupción corroe las instituciones y mina la confianza de la gente. Una pena, verdaderamente.
Con todo esto, la pregunta que queda es: ¿Podrá Milei recuperarse de este golpe y convencer a los argentinos de que su proyecto es diferente? ¿O este escándalo será el inicio del fin de su meteórico ascenso político? ¡Dime tú, qué piensas al respecto, compañero! ¿Crees que la ciudadanía argentina valorará la transparencia y la honestidad por encima de los discursos populistas?
