¡Ay, Dios mío, qué historia!
Imagínate esto: estás ahí, disfrutando de un crucero de esos que te sacan hasta los últimos colones que tienes guardados, pensando que vas a relajar la cruda, tomar sol, comer tilapias… y de repente, ¡boom!, te sientes como si te hubieran metido un chunche de arena en el estómago. Eso le pasó a casi cien pasajeros del Serenade of the Seas, un crucero de Royal Caribbean que llegó al puerto de Miami este jueves con un buen susto en la panza.
Según nos cuentan, el barco salió de San Diego el 19 de septiembre rumbo a lo desconocido – perdón, a varios puertos del Caribe – con casi dos mil personas a bordo. Un brete como cualquier crucero, ¿eh? Pero la cosa se puso turbia cuando empezaron a reportarse casos de vómitos, diarreas y dolores estomacales que ni doña enchilada podía remediar. El CDC de Estados Unidos confirmó que sumaron 94 pasajeros y un pobre tripulante afectados por el temido norovirus.
Para los que no estén familiarizados, el norovirus es como el espanto de los lugares cerrados. Se pega rapidísimo en cruceros, hospitales, escuelas... ¡en cualquier lado donde hay mucha gente junta! No discrimina raza ni clase social, todos somos susceptibles. Lo peor es que aparece de golpe, como sorpresa desagradable; entre 12 y 48 horas después de haberte contagiado. Aunque raramente mata, te deja hecho polvo y puede ser peligroso para los abuelitos o quienes tienen otras enfermedades.
Y claro, los de Royal Caribbean no se quedaron quietos viendo la cosa escalar. Activaron los protocolos de emergencia: limpiaron, desinfectaron a diestra y siniestra, aislaron a los afectados y tomaron muestras para ver de dónde venía el problema. Dicen que hicieron todo lo posible para controlar la vara, incluso ‘superando las directrices de salud pública’, según aseguran. Uno esperaría eso, ¿no?
Pero esto no es una rareza, amigos míos. El CDC ha reportado 19 brotes de este tipo en cruceros este año, ¡diecinueve! Y la mayoría, como en este caso, están causados precisamente por el norovirus. Parece que los cruceros, con toda la comida buffet y la cercanía entre las personas, son caldo de cultivo perfecto para estas cositas. A veces pienso, '¿vale la pena pagar tanto dinero para enfermarme?' Pero bueno, cada quien decide, ¿verdad?
Esta situación nos recuerda que viajar, aunque sea para desconectarnos de la rutina, siempre conlleva riesgos. Más aún en estos tiempos donde los virus parecen mutar más rápido que el precio del frijol. Así que ya saben, laven bien las manos, eviten tocarse la cara y si se sienten feos, ¡quédate en casa! A veces, un paseo por el parque es mucho más seguro y barato.
Ahora bien, considerando que los cruceros son un negocio multimillonario y atraen a miles de turistas cada año, ¿creen que las empresas navieras deberían invertir más en medidas preventivas contra enfermedades como el norovirus, o simplemente están haciendo lo suficiente para cumplir con las regulaciones básicas? ¡Díganme qué piensan en los comentarios!
Imagínate esto: estás ahí, disfrutando de un crucero de esos que te sacan hasta los últimos colones que tienes guardados, pensando que vas a relajar la cruda, tomar sol, comer tilapias… y de repente, ¡boom!, te sientes como si te hubieran metido un chunche de arena en el estómago. Eso le pasó a casi cien pasajeros del Serenade of the Seas, un crucero de Royal Caribbean que llegó al puerto de Miami este jueves con un buen susto en la panza.
Según nos cuentan, el barco salió de San Diego el 19 de septiembre rumbo a lo desconocido – perdón, a varios puertos del Caribe – con casi dos mil personas a bordo. Un brete como cualquier crucero, ¿eh? Pero la cosa se puso turbia cuando empezaron a reportarse casos de vómitos, diarreas y dolores estomacales que ni doña enchilada podía remediar. El CDC de Estados Unidos confirmó que sumaron 94 pasajeros y un pobre tripulante afectados por el temido norovirus.
Para los que no estén familiarizados, el norovirus es como el espanto de los lugares cerrados. Se pega rapidísimo en cruceros, hospitales, escuelas... ¡en cualquier lado donde hay mucha gente junta! No discrimina raza ni clase social, todos somos susceptibles. Lo peor es que aparece de golpe, como sorpresa desagradable; entre 12 y 48 horas después de haberte contagiado. Aunque raramente mata, te deja hecho polvo y puede ser peligroso para los abuelitos o quienes tienen otras enfermedades.
Y claro, los de Royal Caribbean no se quedaron quietos viendo la cosa escalar. Activaron los protocolos de emergencia: limpiaron, desinfectaron a diestra y siniestra, aislaron a los afectados y tomaron muestras para ver de dónde venía el problema. Dicen que hicieron todo lo posible para controlar la vara, incluso ‘superando las directrices de salud pública’, según aseguran. Uno esperaría eso, ¿no?
Pero esto no es una rareza, amigos míos. El CDC ha reportado 19 brotes de este tipo en cruceros este año, ¡diecinueve! Y la mayoría, como en este caso, están causados precisamente por el norovirus. Parece que los cruceros, con toda la comida buffet y la cercanía entre las personas, son caldo de cultivo perfecto para estas cositas. A veces pienso, '¿vale la pena pagar tanto dinero para enfermarme?' Pero bueno, cada quien decide, ¿verdad?
Esta situación nos recuerda que viajar, aunque sea para desconectarnos de la rutina, siempre conlleva riesgos. Más aún en estos tiempos donde los virus parecen mutar más rápido que el precio del frijol. Así que ya saben, laven bien las manos, eviten tocarse la cara y si se sienten feos, ¡quédate en casa! A veces, un paseo por el parque es mucho más seguro y barato.
Ahora bien, considerando que los cruceros son un negocio multimillonario y atraen a miles de turistas cada año, ¿creen que las empresas navieras deberían invertir más en medidas preventivas contra enfermedades como el norovirus, o simplemente están haciendo lo suficiente para cumplir con las regulaciones básicas? ¡Díganme qué piensan en los comentarios!