La elección del nuevo Papa ha sacudido los cimientos de la Iglesia Católica y de paso, de buena parte del planeta.
Se trata de Robert Francis Prevost, el primer papa estadounidense, nacido en Chicago el 14 de septiembre de 1955, con más de tres décadas de experiencia pastoral en Perú, país del que también obtuvo la nacionalidad. Y como si todo eso no fuera ya suficientemente histórico, decidió llamarse Papa León XIV. Sí, el primer Papa León en más de 120 años. No es casualidad. No es capricho. Es un mensaje.
A continuación, un recorrido por sus antecesores, los trece papas que también llevaron el nombre de León, y que dejaron en la historia de la Iglesia un rastro de poder, resistencia, crisis y, en ocasiones, gloria.
La pregunta de fondo es inevitable:
¿Qué dice de este nuevo Papa el nombre que eligió?
Porque entre tanto susurro eclesial, hacía falta un rugido. Porque entre muros caídos y almas escépticas, hacía falta una voz firme.
León XIV no llega para administrar la Iglesia; llega para sacudirla. Toma el nombre de gigantes, pero con la mirada puesta en los márgenes.
Y aunque muchos en Roma aún se pregunten si este papa de Chicago y Chiclayo podrá con el peso del trono de Pedro, su respuesta ha sido clara: “me llamo León”. Y eso, históricamente, significa que viene en serio.
Se trata de Robert Francis Prevost, el primer papa estadounidense, nacido en Chicago el 14 de septiembre de 1955, con más de tres décadas de experiencia pastoral en Perú, país del que también obtuvo la nacionalidad. Y como si todo eso no fuera ya suficientemente histórico, decidió llamarse Papa León XIV. Sí, el primer Papa León en más de 120 años. No es casualidad. No es capricho. Es un mensaje.
A continuación, un recorrido por sus antecesores, los trece papas que también llevaron el nombre de León, y que dejaron en la historia de la Iglesia un rastro de poder, resistencia, crisis y, en ocasiones, gloria.
La pregunta de fondo es inevitable:
¿Qué dice de este nuevo Papa el nombre que eligió?
León I Magno: el Papa que enfrentó a Atila y salvó a Roma
Nacido como Leone en Toscana, León I reinó de 440 a 461. Fue el primero en cargar con este nombre y lo hizo con peso: frenó a Atila el Huno, defendió la ortodoxia católica y formuló la doctrina de la doble naturaleza de Cristo. Fue el arquitecto del primado papal y el primero en ser llamado “Magno”. Un Papa que enfrentaba bárbaros sin ejército, solo con la fuerza de la palabra. Su rugido fue el inicio de todo.León II: el papa siciliano que definió la voluntad de Cristo
De nombre también Leone, oriundo de Sicilia, gobernó en 682–683. Confirmó las decisiones contra la herejía monotelita y dejó claro que Cristo tenía no solo dos naturalezas, sino también dos voluntades. Su papado breve fue doctrinalmente decisivo. De esos que pasan silenciosos, pero definen siglos.León III: el pontífice que coronó a Carlomagno y fundó un imperio
Romano de nacimiento, fue Papa de 795 a 816. Coronó a Carlomagno como emperador, fundando de facto el Sacro Imperio Romano. Su papado marca el momento en que la Iglesia y el poder político se funden en matrimonio, con todas las consecuencias —y escándalos— que eso traería.León IV: el defensor de Roma y constructor de murallas
Gobernó de 847 a 855. Tras el saqueo sarraceno de Roma, se arremangó y reconstruyó. Literalmente. Mandó construir las murallas leoninas y lideró una coalición naval que venció en Ostia. Fue el papa-alcalde, el ingeniero santo, un León que no esperó ayuda divina para salvar su rebaño.León V: el pontífice que duró menos que un suspiro
Gobernó apenas en 903 antes de ser depuesto por un antipapa. No tuvo tiempo de hacer nada. Su existencia misma parece una broma del siglo X. Pero hasta las sombras como él forman parte del peso simbólico del nombre León.León VI: otro papa marioneta de las élites romanas
Papa en 928, probablemente asesinado ese mismo año. Su breve y gris gobierno, manipulado por Marozia, poderosa matrona romana, refleja el clima corrupto y turbio de la época. Un León sin garras.León VII: el papa que reformó desde los monasterios
Gobernó de 936 a 939. Promovió la reforma monástica de Cluny y sirvió como mediador político. Su contribución fue callada pero crucial para renovar la espiritualidad eclesial en un tiempo de decadencia.León VIII: el papa impuesto por el emperador
Gobernó de 963 a 965 por imposición de Otón I. Su autoridad fue discutida, y pasó años en la ambigüedad entre antipapa y papa legítimo. Su caso refleja la eterna tensión entre poder espiritual e imperial. Un León domesticado.León IX: el reformador que provocó el mayor cisma cristiano
Nacido Bruno de Egisheim-Dagsburg, fue papa de 1049 a 1054. Reformista radical, luchó contra la simonía y el concubinato clerical. Pero su visión centralista desencadenó el Cisma de Oriente, separando Roma de Constantinopla. A veces reformar duele. A veces divide para siempre.León X: el papa Médici que desató la Reforma sin darse cuenta
Giovanni de’ Medici, florentino y mecenas, reinó de 1513 a 1521. Su venta de indulgencias para financiar la Basílica de San Pedro llevó a Lutero a clavar sus tesis. El lujo renacentista se convirtió en chispa revolucionaria. Un León embriagado de arte que despertó al oso protestante.León XI: el papa de abril que murió antes de empezar
Alessandro Ottaviano de’ Medici fue papa por solo 27 días en 1605. Un suspiro en la historia papal. Una prueba de que a veces el Espíritu Santo tiene sentido del humor.León XII: el conservador que temía a la modernidad
Annibale della Genga, de Spoleto, gobernó de 1823 a 1829. Persiguió masones, condenó el liberalismo y reguló la moral pública. Fue un León que gruñó ante las luces de la Ilustración. Y perdió.León XIII: el intelectual que abrió la Iglesia al mundo moderno
Vincenzo Pecci, nacido en Carpineto Romano, fue papa de 1878 a 1903. Publicó la encíclica Rerum Novarum, defendiendo a los obreros y los derechos laborales. Fomentó el estudio del tomismo, promovió el diálogo entre fe y ciencia y fue el primer papa grabado en video. Un León con visión y coraje.León XIV: el primer papa estadounidense con alma latinoamericana
Robert Francis Prevost, elegido en 2025, es el primer pontífice nacido en EE.UU. y formado en el Perú profundo. Misionero, obispo de Chiclayo, prefecto del Dicasterio para los Obispos, ahora sucesor de Pedro. Su elección como León XIV es un guiño directo a León XIII: justicia social, escucha de los pueblos oprimidos y apertura al mundo real. Su nombre no solo honra el pasado, lo relanza.¿Por qué eligió llamarse León XIV?
Porque entre tanto susurro eclesial, hacía falta un rugido. Porque entre muros caídos y almas escépticas, hacía falta una voz firme.
León XIV no llega para administrar la Iglesia; llega para sacudirla. Toma el nombre de gigantes, pero con la mirada puesta en los márgenes.
Y aunque muchos en Roma aún se pregunten si este papa de Chicago y Chiclayo podrá con el peso del trono de Pedro, su respuesta ha sido clara: “me llamo León”. Y eso, históricamente, significa que viene en serio.