el alcohol quita los frenos, hace que uno pierda las inhibiciones.
El timido se vuelve un ligador, el proper se vuelve un pachucazo, etc...
Todo depende de la cantidad, a mayor dosis no solo se pierden als inhibiciones sino tambien el dominio de si mismo y del entorno, hasta que la cantidad es tan grande que queda uno atontado.
El efecto depende mucho de lo que uno tenga en ese momento en el subconciente. Por ejemplo si tuvo un pelea reciente con alguien que lo hirio, lo mas probable es que primero le de la llorona y despues le de el guaro vaquero tratando de desquitarse con el primero que se le ponga enfrente.
O si recientemente termino con la novia o la esposa, probablemente le de por ligarse hasta a las mesas y las sillas para probarse a si mismo que puede.
A mi me gusta tomarme unos traguitos, segun el lugar y el momento, pero he logrado detectar cual es le trago que desencadena el despiche, asi que cuando ya me sabe medio raro ahi paro.