¡Ay, patitos! Ya estamos en septiembre y eso significa que toca recordar a esos mae que sudaron la gota gorda pa' que gozáramos libertad. Este martes, 30 de septiembre, se cumplieron 165 años del fusilamiento del Libertador Juan Rafael Mora Porras, y vaya que hubo rifa de homenajes en el Parque Mora y Cañas. La Primera Vicepresidenta, Mary Munive, lideró el evento junto con el ministro de Educación, Leonardo Sánchez, y un montón de gente de la comunidad educativa. Un día así nos recuerda de dónde venimos, ¿saben?
Como cada año, esta fecha marca el inicio de la Semana Morista, una tradición que va del 29 de septiembre al 3 de octubre. Se conmemora el fusilamiento de Mora Porras (1814 - 1860) y José María Cañas (1809 – 1860), dos personajes que dejaron huella profunda en la historia de Costa Rica. Pura vida, señores, estos hombres no estaban precisamente jugando a las canicas.
Y hablando de 'Don Juanito', como cariñosamente le decían, él no solo era bueno pelando gallinas, sino que también fue un gobernante con visión de futuro. ¡Imagínate!, durante su administración se impulsó la actividad cafetalera, que hoy sigue siendo pilar fundamental de nuestra economía. Además, fuimos de los primeros en tener luz eléctrica en San José – qué modernísimo – y construyeron cosas como el Hospital San Juan de Dios, el Palacio Nacional, la Universidad de Santo Tomás y hasta el Hospital San Rafael en Puntarenas. ¡Un brete de obra!
Pero no todo ha sido color de rosa, ¿verdad, maes? La Semana Morista también sirve para reflexionar sobre los desafíos que aún enfrentamos como nación. Aunque hemos avanzado mucho, todavía hay muchísimas cosas por mejorar, desde la educación hasta la salud pública. Es importante recordar que la democracia es un trabajo constante, y que debemos estar siempre vigilantes para protegerla.
En otras noticias, el MEP anda regalando tutorías remotas para ayudar a los nenes de cuarto grado a poner el cerebro a punto en lectura y comprensión. ¡Menos mal! Porque ya saben cómo andan las cosas con la educación... Hay que echarle ganas para que nuestros hijos tengan un futuro mejor. También anunciaron la creación del primer Colegio Técnico Indígena en Latinoamérica, en Limoncito, Puntarenas, ¡qué tuanis! Parece que sí le están poniendo empeño al tema de la inclusión.
Y ni hablar de Puntarenas, que parece que el MEP anda echándole toda la carne al asador allá abajo. Invertieron más de ¢62 mil millones en infraestructura, ¡una verdadera rifa! Además, 190 vecinos de la provincia lograron obtener su título de bachillerato gracias al programa BEE (Bachillerato para la Empleabilidad y el Emprendimiento). ¡Eso sí es progresar, mi pana! Felicidades para esos mae que nunca se dieron por vencidos.
Las escuelas josefinas, como el Liceo de Costa Rica, el Colegio Superior de Señoritas y el Colegio Seminario, organizaron una marcha pacífica, demostrando que la juventud está preocupada por la seguridad y la tranquilidad. Aproximadamente 1200 estudiantes caminaron desde el monumento estudiantil hasta la Plazoleta de la Soledad, enviando un mensaje claro: queremos un legado de paz. ¡Así se habla, muchachos! Que siga la lucha por un país más justo y equitativo.
En fin, celebrar a Don Juanito y al General Cañas es recordar los valores que nos definen como ticos: la defensa de la democracia, la búsqueda del progreso y la solidaridad con nuestro prójimo. Pero también es un llamado a la reflexión sobre los retos actuales y a trabajar juntos para construir un mejor futuro. Ahora les pregunto, compatriotas: ¿cree usted que estamos honrando dignamente el sacrificio de estos héroes nacionales con nuestras acciones de hoy?
Como cada año, esta fecha marca el inicio de la Semana Morista, una tradición que va del 29 de septiembre al 3 de octubre. Se conmemora el fusilamiento de Mora Porras (1814 - 1860) y José María Cañas (1809 – 1860), dos personajes que dejaron huella profunda en la historia de Costa Rica. Pura vida, señores, estos hombres no estaban precisamente jugando a las canicas.
Y hablando de 'Don Juanito', como cariñosamente le decían, él no solo era bueno pelando gallinas, sino que también fue un gobernante con visión de futuro. ¡Imagínate!, durante su administración se impulsó la actividad cafetalera, que hoy sigue siendo pilar fundamental de nuestra economía. Además, fuimos de los primeros en tener luz eléctrica en San José – qué modernísimo – y construyeron cosas como el Hospital San Juan de Dios, el Palacio Nacional, la Universidad de Santo Tomás y hasta el Hospital San Rafael en Puntarenas. ¡Un brete de obra!
Pero no todo ha sido color de rosa, ¿verdad, maes? La Semana Morista también sirve para reflexionar sobre los desafíos que aún enfrentamos como nación. Aunque hemos avanzado mucho, todavía hay muchísimas cosas por mejorar, desde la educación hasta la salud pública. Es importante recordar que la democracia es un trabajo constante, y que debemos estar siempre vigilantes para protegerla.
En otras noticias, el MEP anda regalando tutorías remotas para ayudar a los nenes de cuarto grado a poner el cerebro a punto en lectura y comprensión. ¡Menos mal! Porque ya saben cómo andan las cosas con la educación... Hay que echarle ganas para que nuestros hijos tengan un futuro mejor. También anunciaron la creación del primer Colegio Técnico Indígena en Latinoamérica, en Limoncito, Puntarenas, ¡qué tuanis! Parece que sí le están poniendo empeño al tema de la inclusión.
Y ni hablar de Puntarenas, que parece que el MEP anda echándole toda la carne al asador allá abajo. Invertieron más de ¢62 mil millones en infraestructura, ¡una verdadera rifa! Además, 190 vecinos de la provincia lograron obtener su título de bachillerato gracias al programa BEE (Bachillerato para la Empleabilidad y el Emprendimiento). ¡Eso sí es progresar, mi pana! Felicidades para esos mae que nunca se dieron por vencidos.
Las escuelas josefinas, como el Liceo de Costa Rica, el Colegio Superior de Señoritas y el Colegio Seminario, organizaron una marcha pacífica, demostrando que la juventud está preocupada por la seguridad y la tranquilidad. Aproximadamente 1200 estudiantes caminaron desde el monumento estudiantil hasta la Plazoleta de la Soledad, enviando un mensaje claro: queremos un legado de paz. ¡Así se habla, muchachos! Que siga la lucha por un país más justo y equitativo.
En fin, celebrar a Don Juanito y al General Cañas es recordar los valores que nos definen como ticos: la defensa de la democracia, la búsqueda del progreso y la solidaridad con nuestro prójimo. Pero también es un llamado a la reflexión sobre los retos actuales y a trabajar juntos para construir un mejor futuro. Ahora les pregunto, compatriotas: ¿cree usted que estamos honrando dignamente el sacrificio de estos héroes nacionales con nuestras acciones de hoy?