¡Ay, Dios mío! Esto se puso feo, bien feo. Resulta que ahora, además de todo el circo que llevamos con el caso BCIE–Cariñitos, andan volando amenazas directas contra el fiscal general, Carlo Díaz. Según fuentes cercanas, Erwen Masís, el exdiputado que anda representando a Costa Rica en el BCIE, soltó unas verdades como piedras, diciendo que 'se iban a volar' al fiscal. ¡Un brete el que estamos viviendo!
La movida empezó con una denuncia de Christian Bulgarelli, el testigo clave del caso, quien asegura que Masís, actuando como mensajero del presidente Chaves, le estaba haciendo presión para cambiar su declaración y echarle tierra al caso. Bulgarelli dice que le ofrecieron una ‘paz’ a cambio de mentir y evitar que se levantara la inmunidad al Presidente. ¡Qué vara la que se armó ahí!
Y aquí viene lo jugoso, porque según Bulgarelli, Masís no solo habló con él, sino que también contactó a sus familiares para amenazarlo. Dice que hasta le llamaron por WhatsApp para intimidarlo. ¡Imagínate el susto! Además, este mae afirma que el presidente mismo lo ha estado acosando a través de Masís desde junio pasado, intentando manipular su testimonio para sacar las garras al caso Cariñitos. ¡Esto huele a gallina podrida, diay!
El fiscal Díaz, claro, respondió a toda la onda con un comunicado bastante duro, aunque tratando de mantener la calma. Dijo que no le sorprende que gente acusada de corrupción recurra a estos tipos de tácticas. Pero enfatizó que su nombramiento no depende de criterio político ni de opiniones personales, y que seguirá haciendo su trabajo con independencia y objetividad. ¡Así debe ser, mae, así debe ser!
Lo más preocupante de todo es que esto sucede en un país que se precia de ser democrático y respetar la separación de poderes. Que funcionarios públicos estén lanzando amenazas contra un miembro del Poder Judicial es, cuanto menos, alarmante. Esto nos pone a pensar si realmente tenemos un sistema judicial sólido e independiente, o si es fácilmente manipulable por intereses políticos. La verdad, da que pensar.
Ahora, la cereza del pastel es que el lunes el plenario legislativo va a votar sobre el levantamiento de la inmunidad al presidente Chaves. Con todo este escándalo, parece que el ambiente estará cargado de tensión y que la decisión podría depender de unos pocos votos. Ya sabemos cómo funcionan estas cosas, siempre hay intereses detrás.
El caso involucra a Federico Cruz Saravanja, conocido como 'Choreco', un exasesor presidencial y amigo íntimo de Chaves, a quien, según la denuncia de Bulgarelli, el presidente habría pedido $32,000 como enganche para una casa en Barlovento. Ese dinero, aparentemente, venía de un contrato del BCIE con Casa Presidencial. ¡Una telaraña de negocios turbios, vamos!
Entre tanto, esta situación deja muchas preguntas abiertas. ¿Hasta dónde llegará el gobierno para proteger al presidente? ¿Se hará justicia en este caso? ¿Estamos viendo el principio de una crisis política aún mayor? Y aquí les pregunto, queridos lectores del Foro: ¿creen que el Congreso tendrá el valor de levantar la inmunidad al Presidente Chaves, o la presión política será demasiado grande?
La movida empezó con una denuncia de Christian Bulgarelli, el testigo clave del caso, quien asegura que Masís, actuando como mensajero del presidente Chaves, le estaba haciendo presión para cambiar su declaración y echarle tierra al caso. Bulgarelli dice que le ofrecieron una ‘paz’ a cambio de mentir y evitar que se levantara la inmunidad al Presidente. ¡Qué vara la que se armó ahí!
Y aquí viene lo jugoso, porque según Bulgarelli, Masís no solo habló con él, sino que también contactó a sus familiares para amenazarlo. Dice que hasta le llamaron por WhatsApp para intimidarlo. ¡Imagínate el susto! Además, este mae afirma que el presidente mismo lo ha estado acosando a través de Masís desde junio pasado, intentando manipular su testimonio para sacar las garras al caso Cariñitos. ¡Esto huele a gallina podrida, diay!
El fiscal Díaz, claro, respondió a toda la onda con un comunicado bastante duro, aunque tratando de mantener la calma. Dijo que no le sorprende que gente acusada de corrupción recurra a estos tipos de tácticas. Pero enfatizó que su nombramiento no depende de criterio político ni de opiniones personales, y que seguirá haciendo su trabajo con independencia y objetividad. ¡Así debe ser, mae, así debe ser!
Lo más preocupante de todo es que esto sucede en un país que se precia de ser democrático y respetar la separación de poderes. Que funcionarios públicos estén lanzando amenazas contra un miembro del Poder Judicial es, cuanto menos, alarmante. Esto nos pone a pensar si realmente tenemos un sistema judicial sólido e independiente, o si es fácilmente manipulable por intereses políticos. La verdad, da que pensar.
Ahora, la cereza del pastel es que el lunes el plenario legislativo va a votar sobre el levantamiento de la inmunidad al presidente Chaves. Con todo este escándalo, parece que el ambiente estará cargado de tensión y que la decisión podría depender de unos pocos votos. Ya sabemos cómo funcionan estas cosas, siempre hay intereses detrás.
El caso involucra a Federico Cruz Saravanja, conocido como 'Choreco', un exasesor presidencial y amigo íntimo de Chaves, a quien, según la denuncia de Bulgarelli, el presidente habría pedido $32,000 como enganche para una casa en Barlovento. Ese dinero, aparentemente, venía de un contrato del BCIE con Casa Presidencial. ¡Una telaraña de negocios turbios, vamos!
Entre tanto, esta situación deja muchas preguntas abiertas. ¿Hasta dónde llegará el gobierno para proteger al presidente? ¿Se hará justicia en este caso? ¿Estamos viendo el principio de una crisis política aún mayor? Y aquí les pregunto, queridos lectores del Foro: ¿creen que el Congreso tendrá el valor de levantar la inmunidad al Presidente Chaves, o la presión política será demasiado grande?
