¡Ay, Dios mío, qué bronca! El mundo del derecho tico está temblando como gelatina en concierto. Randall Zúñiga, el mismísimo jefe del OIJ, está metido en un lío más grande que la Sabana en época de lluvia. Resulta que lo han denunciado por presunta violación, y esto no es cualquier cuento chino, va directo al corazón del poder judicial.
Según fuentes cercanas a la Fiscalía, la denuncia llegó el viernes pasado, día 24 de octubre, y apunta a hechos que ocurrieron allá por enero del año pasado, en la zona de Corredores. Un pleito serio, brete, donde la denunciante asegura haber sido víctima de Zúñiga. La Fiscalía Adjunta de Género, con la supervisión de la Fiscalía Adjunta de Corredores, le está agarrando con toda, revisando cada detalle del caso, abreviando expedientes y buscando pruebas para ver si hay tierra firme o si esto se va a ir al traste.
Lo que más me sorprende es que esto pasa justo ahora, cuando estamos todos pensando en las elecciones del próximo año. Parece sacado de un libro de telenovelas, te digo yo. Además, el caso está manejándose bajo el número de expediente 25-000359-1883-PE, y colaboran también los expertos en violencia de género del OIJ. ¡Se rifan ahí, eh!
Y ni hablar del apoyo psicológico que le están dando a la víctima, que, según el Ministerio Público, está recibiendo toda la atención necesaria. Dicen que tienen equipos multidisciplinarios valorando riesgos y ofreciendo protección. Eso sí que es importante, darle resguardo a quien haya sufrido algo así, porque ya bastante carga tiene encima.
Pero aquí viene lo interesante: parece que Zúñiga no tiene ninguna inmunidad especial gracias a su cargo. Así que la investigación sigue adelante como cualquier otro caso. ¿Esto significa que el sistema funciona? Esperemos, porque todavía estamos lejos de tener todas las respuestas. Que no nos engañen, que no se ande con rodeos, brete, queremos la verdad.
En su defensa, Zúñiga lanzó un videíto diciendo que rechaza totalmente estas acusaciones y que se pone a disposición de la justicia. Claramente defendiéndose, tratando de minimizar el daño. Pero vamos, nadie es ingenuo, esto huele a quemado. Dice que confía en la presunción de inocencia, que hasta el inocente puede tener una denuncia en su contra...¡Qué sensible!
La Fiscalía creó un equipo de trabajo especializado en temas de género para investigar este caso. Esto demuestra que le están tomando la cosa muy en serio, y eso es bueno, muy bueno. Porque estos casos requieren de mucha delicadeza y experiencia para llegar a la verdad. Vamos a estar pendientes de cómo avanza la investigación, porque esto promete dar para mucho chisme y debate. Ya estamos viendo cómo se mueve la vara, porque si esto se confirma… ¡ufff!
Este escándalo pinta para ser un verdadero terremoto político y legal. No sabemos si Zúñiga caerá o si saldrá librado de esto, pero una cosa es segura: la confianza en las instituciones judiciales ha recibido un golpe duro. Entonces, mi pregunta para ustedes, queridos lectores del Foro de Costa Rica: ¿creen que este caso afectará la percepción pública de la policía y el sistema de justicia costarricense? ¿Será posible recuperar la confianza tras este revés?
Según fuentes cercanas a la Fiscalía, la denuncia llegó el viernes pasado, día 24 de octubre, y apunta a hechos que ocurrieron allá por enero del año pasado, en la zona de Corredores. Un pleito serio, brete, donde la denunciante asegura haber sido víctima de Zúñiga. La Fiscalía Adjunta de Género, con la supervisión de la Fiscalía Adjunta de Corredores, le está agarrando con toda, revisando cada detalle del caso, abreviando expedientes y buscando pruebas para ver si hay tierra firme o si esto se va a ir al traste.
Lo que más me sorprende es que esto pasa justo ahora, cuando estamos todos pensando en las elecciones del próximo año. Parece sacado de un libro de telenovelas, te digo yo. Además, el caso está manejándose bajo el número de expediente 25-000359-1883-PE, y colaboran también los expertos en violencia de género del OIJ. ¡Se rifan ahí, eh!
Y ni hablar del apoyo psicológico que le están dando a la víctima, que, según el Ministerio Público, está recibiendo toda la atención necesaria. Dicen que tienen equipos multidisciplinarios valorando riesgos y ofreciendo protección. Eso sí que es importante, darle resguardo a quien haya sufrido algo así, porque ya bastante carga tiene encima.
Pero aquí viene lo interesante: parece que Zúñiga no tiene ninguna inmunidad especial gracias a su cargo. Así que la investigación sigue adelante como cualquier otro caso. ¿Esto significa que el sistema funciona? Esperemos, porque todavía estamos lejos de tener todas las respuestas. Que no nos engañen, que no se ande con rodeos, brete, queremos la verdad.
En su defensa, Zúñiga lanzó un videíto diciendo que rechaza totalmente estas acusaciones y que se pone a disposición de la justicia. Claramente defendiéndose, tratando de minimizar el daño. Pero vamos, nadie es ingenuo, esto huele a quemado. Dice que confía en la presunción de inocencia, que hasta el inocente puede tener una denuncia en su contra...¡Qué sensible!
La Fiscalía creó un equipo de trabajo especializado en temas de género para investigar este caso. Esto demuestra que le están tomando la cosa muy en serio, y eso es bueno, muy bueno. Porque estos casos requieren de mucha delicadeza y experiencia para llegar a la verdad. Vamos a estar pendientes de cómo avanza la investigación, porque esto promete dar para mucho chisme y debate. Ya estamos viendo cómo se mueve la vara, porque si esto se confirma… ¡ufff!
Este escándalo pinta para ser un verdadero terremoto político y legal. No sabemos si Zúñiga caerá o si saldrá librado de esto, pero una cosa es segura: la confianza en las instituciones judiciales ha recibido un golpe duro. Entonces, mi pregunta para ustedes, queridos lectores del Foro de Costa Rica: ¿creen que este caso afectará la percepción pública de la policía y el sistema de justicia costarricense? ¿Será posible recuperar la confianza tras este revés?