¡Ay, Dios mío, qué bronca! Se armó un escándalo de cuidado en la Comisión de Seguridad y Narcotráfico de la Asamblea Legislativa. Resulta que varias diputadas, entre ellas Gloria Navas, Kattia Cambronero, Dinorah Barquero, Alejandra Larios y Priscilla Vindas, acusaron al diputado Gilberth Jiménez de silenciarlas durante una discusión sobre temas urgentes. ¡Parece novela!
Todo empezó porque Jiménez, como presidente de la comisión, había mantenido una reunión con el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Orlando Aguirre, junto con el diputado Gilberto Campos. Las legisladoras dijeron que no les avisaron ni las invitaron, y cuando intentaron hacer preguntas y exigirle explicaciones, ¡zas!, le bajaron los micrófonos. Un verdadero atropello, dicen.
Cambronero, que no forma parte de la comisión pero se presentó para defender sus derechos, explotó cuando escuchó que en la reunión secreta hasta estaban hablando de quitarle un proyecto de ley importante: uno que busca sacar al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de la regla fiscal. "¡Imagínate el descaro!”, exclamó la diputada, visiblemente molesta. Esto encendió aún más los ánimos.
Jiménez, defendiéndose con uñas y dientes, aseguró que la reunión con el Presidente de la Corte era para discutir proyectos de ley y que él no tenía nada que ver con lo que supuestamente dijeron en la junta. Pero las diputadas no quedaron convencidas y exigieron respuestas claras, lo cual provocó que el ambiente se pusiera tenso como una cuerda de violín. ¡Se nota que la vara estaba bien alta ahí!
Lo más duro vino de la diputada Barquero, quien no dudó en calificar el accionar de Jiménez como “arbitrario y machista”. Directamente le dijo que actuaba como el mismísimo Presidente de la República, “arrogante, prepotente y machista”. ¡Tremenda comparación! Jiménez, lejos de responder a las acusaciones, simplemente se limitó a decir que ya no quería seguir dando explicaciones y que parecía un “circo” la situación.
Para colmo, la diputada Navas criticó que Jiménez llevara una lista de proyectos a la Corte Suprema, preguntándose cuál era el objetivo. Según ella, esto demostraba un abuso de poder por parte del diputado. Y mientras tanto, el ambiente seguía hirviendo, con las legisladoras usando el micrófono incluso cuando habían sido silenciadas para expresar su indignación por la falta de respeto y la imposibilidad de ejercer sus funciones correctamente.
La diputada Larios le recordó a Jiménez que no está dentro de sus responsabilidades como presidente de la comisión organizar reuniones con otros poderes del Estado sin informarle previamente a todos los miembros de la comisión. Dijo que ese tipo de acciones socavan la transparencia y el debido proceso democrático. La situación llegó a tal punto que la diputada Cambronero advirtió que podrían recurrir a otras instancias legales para defender sus derechos, y que no permitirán que se les silencie así como así. ¡Esto pinta para un buen brete!
Ahora, después de todo este alboroto, me pregunto: ¿creen ustedes que estas acusaciones tienen fundamento? ¿Es posible que estemos presenciando otra muestra del machismo arraigado en nuestra política, o se trata simplemente de una pelea de gallos por poder y protagonismo? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios!
Todo empezó porque Jiménez, como presidente de la comisión, había mantenido una reunión con el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Orlando Aguirre, junto con el diputado Gilberto Campos. Las legisladoras dijeron que no les avisaron ni las invitaron, y cuando intentaron hacer preguntas y exigirle explicaciones, ¡zas!, le bajaron los micrófonos. Un verdadero atropello, dicen.
Cambronero, que no forma parte de la comisión pero se presentó para defender sus derechos, explotó cuando escuchó que en la reunión secreta hasta estaban hablando de quitarle un proyecto de ley importante: uno que busca sacar al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de la regla fiscal. "¡Imagínate el descaro!”, exclamó la diputada, visiblemente molesta. Esto encendió aún más los ánimos.
Jiménez, defendiéndose con uñas y dientes, aseguró que la reunión con el Presidente de la Corte era para discutir proyectos de ley y que él no tenía nada que ver con lo que supuestamente dijeron en la junta. Pero las diputadas no quedaron convencidas y exigieron respuestas claras, lo cual provocó que el ambiente se pusiera tenso como una cuerda de violín. ¡Se nota que la vara estaba bien alta ahí!
Lo más duro vino de la diputada Barquero, quien no dudó en calificar el accionar de Jiménez como “arbitrario y machista”. Directamente le dijo que actuaba como el mismísimo Presidente de la República, “arrogante, prepotente y machista”. ¡Tremenda comparación! Jiménez, lejos de responder a las acusaciones, simplemente se limitó a decir que ya no quería seguir dando explicaciones y que parecía un “circo” la situación.
Para colmo, la diputada Navas criticó que Jiménez llevara una lista de proyectos a la Corte Suprema, preguntándose cuál era el objetivo. Según ella, esto demostraba un abuso de poder por parte del diputado. Y mientras tanto, el ambiente seguía hirviendo, con las legisladoras usando el micrófono incluso cuando habían sido silenciadas para expresar su indignación por la falta de respeto y la imposibilidad de ejercer sus funciones correctamente.
La diputada Larios le recordó a Jiménez que no está dentro de sus responsabilidades como presidente de la comisión organizar reuniones con otros poderes del Estado sin informarle previamente a todos los miembros de la comisión. Dijo que ese tipo de acciones socavan la transparencia y el debido proceso democrático. La situación llegó a tal punto que la diputada Cambronero advirtió que podrían recurrir a otras instancias legales para defender sus derechos, y que no permitirán que se les silencie así como así. ¡Esto pinta para un buen brete!
Ahora, después de todo este alboroto, me pregunto: ¿creen ustedes que estas acusaciones tienen fundamento? ¿Es posible que estemos presenciando otra muestra del machismo arraigado en nuestra política, o se trata simplemente de una pelea de gallos por poder y protagonismo? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios!