¡Aguante si te perdiste esto, parce! La Municipalidad de Naranjo está echando humo porque los del AyA entraron con Fuerzas Públicas a conectar agua para un proyecto habitacional llamado La Esperanza. ¡Imagínate la bronca! Dicen que causaron destrozos en la calle y hasta rompieron la calzada. Un verdadero despiche, para hacerlo fácil.
La vaina es que ya había un proyecto de tuberías de 216 millones de colones, pa’ traerle agua a la gente. La municipalidad dice que la tubería estaba lista, todo bien, y de repente irrumpe el AyA con sus muchachos y empieza el jale. Según ellos, iban a hacer la conexión, pero parece que se les fue la mano y dejaron la zona hecha puré.
Y eso no es todo, ¿eh? La Municipalidad salió con las garras afuera denunciando que esto es una “grave violación a la autonomía municipal, al derecho constitucional, al debido proceso y al derecho de defensa.” Lo dicen así, po’, con letras mayúsculas. Nunca antes habían visto algo así en el cantón, aseguran. ¡Se le puso el turbo al abogado municipal, imagínate!
El presidente Rodrigo Chaves había dicho en varias ocasiones que la municipalidad se había negado a darle paso al agua para el proyecto. Pero los de Naranjo insisten en que esa información es pura paja. Que jamás se negaron, que estaban listos para colaborar, pero que ahora los quieren pintar como los malos de la película. ¡Un negocio sucio, vamos!
Ahora, la Municipalidad está buscando cómo defenderse legalmente. Ya iniciaron las acciones pertinentes, dicen, para que los responsables paguen por los daños y por la humillación pública. Quién sabe qué va a pasar al final, pero pinta para un brete judicial largo y complicado. Definitivamente, esta vara no pinta bien para nadie.
Lo que más preocupa es el impacto en la comunidad. Ese proyecto habitacional era una esperanza para muchas familias que necesitan un techo digno. Ahora, con esta pelea entre el gobierno y la municipalidad, se puede demorar la entrega de las viviendas y dejar a la gente en la incertidumbre. ¡Qué pena ajena, diay!
Muchos se preguntan qué motivó esta decisión tan radical del AyA. Algunos sospechan que hay intereses políticos detrás de todo esto, buscando desestabilizar a la administración local. Otros creen que simplemente hubo una falla en la comunicación y que todo se salió de control. Lo cierto es que la situación es tensa y requiere una solución urgente para evitar mayores conflictos.
Esta situación nos hace reflexionar sobre la importancia de la colaboración entre los gobiernos locales y nacionales, y sobre el respeto mutuo hacia las instituciones democráticas. ¿Será posible llegar a un acuerdo entre el gobierno y la municipalidad de Naranjo, o este conflicto seguirá escalando? ¿Qué crees tú, compa? ¿Crees que el presidente Chaves debería pedir disculpas a la municipalidad?
La vaina es que ya había un proyecto de tuberías de 216 millones de colones, pa’ traerle agua a la gente. La municipalidad dice que la tubería estaba lista, todo bien, y de repente irrumpe el AyA con sus muchachos y empieza el jale. Según ellos, iban a hacer la conexión, pero parece que se les fue la mano y dejaron la zona hecha puré.
Y eso no es todo, ¿eh? La Municipalidad salió con las garras afuera denunciando que esto es una “grave violación a la autonomía municipal, al derecho constitucional, al debido proceso y al derecho de defensa.” Lo dicen así, po’, con letras mayúsculas. Nunca antes habían visto algo así en el cantón, aseguran. ¡Se le puso el turbo al abogado municipal, imagínate!
El presidente Rodrigo Chaves había dicho en varias ocasiones que la municipalidad se había negado a darle paso al agua para el proyecto. Pero los de Naranjo insisten en que esa información es pura paja. Que jamás se negaron, que estaban listos para colaborar, pero que ahora los quieren pintar como los malos de la película. ¡Un negocio sucio, vamos!
Ahora, la Municipalidad está buscando cómo defenderse legalmente. Ya iniciaron las acciones pertinentes, dicen, para que los responsables paguen por los daños y por la humillación pública. Quién sabe qué va a pasar al final, pero pinta para un brete judicial largo y complicado. Definitivamente, esta vara no pinta bien para nadie.
Lo que más preocupa es el impacto en la comunidad. Ese proyecto habitacional era una esperanza para muchas familias que necesitan un techo digno. Ahora, con esta pelea entre el gobierno y la municipalidad, se puede demorar la entrega de las viviendas y dejar a la gente en la incertidumbre. ¡Qué pena ajena, diay!
Muchos se preguntan qué motivó esta decisión tan radical del AyA. Algunos sospechan que hay intereses políticos detrás de todo esto, buscando desestabilizar a la administración local. Otros creen que simplemente hubo una falla en la comunicación y que todo se salió de control. Lo cierto es que la situación es tensa y requiere una solución urgente para evitar mayores conflictos.
Esta situación nos hace reflexionar sobre la importancia de la colaboración entre los gobiernos locales y nacionales, y sobre el respeto mutuo hacia las instituciones democráticas. ¿Será posible llegar a un acuerdo entre el gobierno y la municipalidad de Naranjo, o este conflicto seguirá escalando? ¿Qué crees tú, compa? ¿Crees que el presidente Chaves debería pedir disculpas a la municipalidad?