¡Ay, Dios mío, qué vara más fea nos cayó encima al fútbol femenino nacional! Resulta que el Alajuelense, nuestro aguerrido equipo rojinegro, salió con la bomba de haber sufrido insultos racistas durante el reciente partido contra Heredianos en el torneo femenil. Se armó el bronca, vamos.
Según el comunicado oficial de la liga, la persona agredida fue la asistente técnica de Wilmer López, un mae que suda la camiseta por el equipo. Aparentemente, un integrante del cuerpo técnico florense, sin nombre ni pena, soltó unas palabras bien feas, así nomás, desafiando toda lógica y respeto. Esto ha sacudido al ambiente futbolístico, diay.
La Liga, como buen club grande, no se quedó callada, ni flor tampoco. Rápidamente emitieron un comunicado donde exigen una investigación a fondo por parte de la Unión Femenina de Fútbol (Uniffut). Dicen que ya tienen varios testimonios que corroboran lo sucedido y están poniendo todo a disposición de las autoridades pertinentes para esclarecer este desagradable asunto. ¡Y con razón!
“Creemos firmemente que estas conductas no pueden quedar impunes”, recalcaron desde Alajuelense, y yo les doy toda la razón. Que alguien salga con cabeza y pague por semejante atrocidad. No es posible que en pleno siglo XXI todavía tengamos que lidiar con este tipo de actitudes primitivas. El fútbol es pasión, juego limpio y mucho respeto entre todos. Pura vida, pero con conciencia social, ¿me entienden?
Para ponerle un poco de contexto, este partido fue bastante cerrado. Alajuelense logró remontar en los últimos minutos para llevarse la victoria 3-4, así que imaginen la tensión que había en la cancha y cómo pudo escalar la situación. Pero eso nunca justifica ningún tipo de discriminación, ni justificación tendrá. Hay que darle duro a esto, señores.
Lo curioso es que, hasta ahora, el Club Sport Herediano mantiene silencio. Ni una palabra, ni un comunicado, ni nada. ¿Será que están esperando a ver cómo se mueve la Uniffut? ¿O tal vez están tratando de encubrir a algún integrante de su plantilla? La verdad, da mucho que pensar y deja un sabor amargo en la boca. Esperaremos a ver si finalmente hablan y dan la cara por este problema.
Ahora, más allá de lo legal y lo deportivo, este incidente nos obliga a reflexionar sobre la importancia de combatir el racismo y la xenofobia en todas sus formas. En Costa Rica, somos orgullosos de nuestra diversidad y de nuestra cultura inclusiva, pero aún queda mucho camino por recorrer para erradicar estos prejuicios. Es hora de levantar la voz y decir basta a cualquier forma de intolerancia. Tenemos que educarnos mutuamente y promover el respeto hacia los demás.
En fin, la pelota está en el tejado de la Uniffut para investigar este caso a profundidad y sancionar a los responsables. Y a ustedes, mi gente, ¿qué opinan? ¿Creen que las sanciones deberían ser ejemplares para enviar un mensaje claro a toda la comunidad futbolística? ¿Consideran que Herediano debería tomar medidas inmediatas para abordar este problema internamente? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
Según el comunicado oficial de la liga, la persona agredida fue la asistente técnica de Wilmer López, un mae que suda la camiseta por el equipo. Aparentemente, un integrante del cuerpo técnico florense, sin nombre ni pena, soltó unas palabras bien feas, así nomás, desafiando toda lógica y respeto. Esto ha sacudido al ambiente futbolístico, diay.
La Liga, como buen club grande, no se quedó callada, ni flor tampoco. Rápidamente emitieron un comunicado donde exigen una investigación a fondo por parte de la Unión Femenina de Fútbol (Uniffut). Dicen que ya tienen varios testimonios que corroboran lo sucedido y están poniendo todo a disposición de las autoridades pertinentes para esclarecer este desagradable asunto. ¡Y con razón!
“Creemos firmemente que estas conductas no pueden quedar impunes”, recalcaron desde Alajuelense, y yo les doy toda la razón. Que alguien salga con cabeza y pague por semejante atrocidad. No es posible que en pleno siglo XXI todavía tengamos que lidiar con este tipo de actitudes primitivas. El fútbol es pasión, juego limpio y mucho respeto entre todos. Pura vida, pero con conciencia social, ¿me entienden?
Para ponerle un poco de contexto, este partido fue bastante cerrado. Alajuelense logró remontar en los últimos minutos para llevarse la victoria 3-4, así que imaginen la tensión que había en la cancha y cómo pudo escalar la situación. Pero eso nunca justifica ningún tipo de discriminación, ni justificación tendrá. Hay que darle duro a esto, señores.
Lo curioso es que, hasta ahora, el Club Sport Herediano mantiene silencio. Ni una palabra, ni un comunicado, ni nada. ¿Será que están esperando a ver cómo se mueve la Uniffut? ¿O tal vez están tratando de encubrir a algún integrante de su plantilla? La verdad, da mucho que pensar y deja un sabor amargo en la boca. Esperaremos a ver si finalmente hablan y dan la cara por este problema.
Ahora, más allá de lo legal y lo deportivo, este incidente nos obliga a reflexionar sobre la importancia de combatir el racismo y la xenofobia en todas sus formas. En Costa Rica, somos orgullosos de nuestra diversidad y de nuestra cultura inclusiva, pero aún queda mucho camino por recorrer para erradicar estos prejuicios. Es hora de levantar la voz y decir basta a cualquier forma de intolerancia. Tenemos que educarnos mutuamente y promover el respeto hacia los demás.
En fin, la pelota está en el tejado de la Uniffut para investigar este caso a profundidad y sancionar a los responsables. Y a ustedes, mi gente, ¿qué opinan? ¿Creen que las sanciones deberían ser ejemplares para enviar un mensaje claro a toda la comunidad futbolística? ¿Consideran que Herediano debería tomar medidas inmediatas para abordar este problema internamente? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
