Ay, patitos, esto sí que nos tocó feo. Las lluvias, ¡qué carga!, no dieron tregua a Costa Rica estos días. Desde el jueves pasado, hasta la madrugada del viernes, el cielo lloró a mares, dejando secuelas preocupantes en varias zonas del país. La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) tuvo que activar motores porque la cosa se puso seria y no poco.
Según informaron desde la CNE, el deslizamiento que ocurrió en La Carpio, allá por la Uruca, complicó bastante las cosas. Se habilitó un albergue rapidito para atender a 31 personitas que perdieron sus hogares. Ahora, el Comité Municipal de Emergencias anda evaluando qué tan grave está el daño en la zona, a ver si pueden echarle una mirada más cercana a la vara. ¡Qué nervios!
Pero eso no es todo, diay. En Nicoya la cosa también pintaba fea. Varas de viviendas quedaron anegadas en las comunidades de Mansión y San Antonio. Imagínate la preocupación de la gente, teniendo que ver cómo el agua se mete a sus chinchorros... El comité municipal anda haciendo inventario del daño para poder ayudar a quienes lo necesitan. Esperemos que les puedan echar una mano rápida, porque estar así apurados no es fácil.
Y ni hablar de Pérez Zeledón, donde los ríos San Pedro y Pejibaye decidieron salir de madre y afectar cinco viviendas en la comunidad de San Pedro. ¡Qué sal! Ver cómo el río te lleva todo lo que trabajaste duro para tener, no es novedad precisamente. Además, hubo desbordamientos de riachuelos y sistemas de alcantarillado en varios otros lugares: Santa Cruz de Guanacaste, Corredores, Golfito, Buenos Aires y Pura Vida, en pleno Osa. Parece que el aguacero no escogió favorito, ¡y eso molesta!
Lo bueno, y vaya que hay que agarrarle el buen lado a la cosa, es que se realizó un operativo interinstitucional en Puntarenas para facilitar el regreso de unas 445 personas a sus hogares. Estaban refugiadas en escuelas de Riojalandia, El Roble y Barranca, pero ahora, gracias a Dios, ya pueden volver a poner pies en su tierra, aunque todavía estén procesando lo que pasó. Quince personitas siguen en un albergue en Paraíso de Santa Cruz, esperando a ver cómo va la situación.
El Instituto Meteorológico Nacional (IMN), esos siempre alertas, avisaron que las lluvias van a seguir acompañándonos durante todo el fin de semana. Por eso, la CNE mantiene la Alerta Naranja para casi todo el país, exceptuando la zona Caribe. Así que, maes, prepárense, abríguen sus casas y manténganse informados. No sean chuletas y revisen las indicaciones de las autoridades. ¡La seguridad primero, chunches!
Ahora bien, entre tanto lodo y preocupación, me pregunto si realmente estamos preparados como país para enfrentar estos fenómenos climáticos cada vez más frecuentes. Tenemos que replantearnos la planificación urbana, la gestión de riesgos y la construcción de infraestructuras resilientes. ¡No podemos seguir poniendo parches! Necesitamos soluciones a largo plazo que protejan a nuestras comunidades y eviten que situaciones como estas se repitan. Que no nos agarre dormidos, la vara está echando humo.
Con todo esto, mi pregunta para ustedes, compañeros del Foro, es: ¿Cuál creen que debería ser la prioridad del gobierno para mejorar la preparación ante emergencias y proteger a las poblaciones más vulnerables? ¿Deberíamos invertir más en infraestructura, educación comunitaria o fortalecer la respuesta inmediata de las instituciones?
Según informaron desde la CNE, el deslizamiento que ocurrió en La Carpio, allá por la Uruca, complicó bastante las cosas. Se habilitó un albergue rapidito para atender a 31 personitas que perdieron sus hogares. Ahora, el Comité Municipal de Emergencias anda evaluando qué tan grave está el daño en la zona, a ver si pueden echarle una mirada más cercana a la vara. ¡Qué nervios!
Pero eso no es todo, diay. En Nicoya la cosa también pintaba fea. Varas de viviendas quedaron anegadas en las comunidades de Mansión y San Antonio. Imagínate la preocupación de la gente, teniendo que ver cómo el agua se mete a sus chinchorros... El comité municipal anda haciendo inventario del daño para poder ayudar a quienes lo necesitan. Esperemos que les puedan echar una mano rápida, porque estar así apurados no es fácil.
Y ni hablar de Pérez Zeledón, donde los ríos San Pedro y Pejibaye decidieron salir de madre y afectar cinco viviendas en la comunidad de San Pedro. ¡Qué sal! Ver cómo el río te lleva todo lo que trabajaste duro para tener, no es novedad precisamente. Además, hubo desbordamientos de riachuelos y sistemas de alcantarillado en varios otros lugares: Santa Cruz de Guanacaste, Corredores, Golfito, Buenos Aires y Pura Vida, en pleno Osa. Parece que el aguacero no escogió favorito, ¡y eso molesta!
Lo bueno, y vaya que hay que agarrarle el buen lado a la cosa, es que se realizó un operativo interinstitucional en Puntarenas para facilitar el regreso de unas 445 personas a sus hogares. Estaban refugiadas en escuelas de Riojalandia, El Roble y Barranca, pero ahora, gracias a Dios, ya pueden volver a poner pies en su tierra, aunque todavía estén procesando lo que pasó. Quince personitas siguen en un albergue en Paraíso de Santa Cruz, esperando a ver cómo va la situación.
El Instituto Meteorológico Nacional (IMN), esos siempre alertas, avisaron que las lluvias van a seguir acompañándonos durante todo el fin de semana. Por eso, la CNE mantiene la Alerta Naranja para casi todo el país, exceptuando la zona Caribe. Así que, maes, prepárense, abríguen sus casas y manténganse informados. No sean chuletas y revisen las indicaciones de las autoridades. ¡La seguridad primero, chunches!
Ahora bien, entre tanto lodo y preocupación, me pregunto si realmente estamos preparados como país para enfrentar estos fenómenos climáticos cada vez más frecuentes. Tenemos que replantearnos la planificación urbana, la gestión de riesgos y la construcción de infraestructuras resilientes. ¡No podemos seguir poniendo parches! Necesitamos soluciones a largo plazo que protejan a nuestras comunidades y eviten que situaciones como estas se repitan. Que no nos agarre dormidos, la vara está echando humo.
Con todo esto, mi pregunta para ustedes, compañeros del Foro, es: ¿Cuál creen que debería ser la prioridad del gobierno para mejorar la preparación ante emergencias y proteger a las poblaciones más vulnerables? ¿Deberíamos invertir más en infraestructura, educación comunitaria o fortalecer la respuesta inmediata de las instituciones?