¡Ay, Dios mío! Esto sí que da qué pensar. Directamente desde el gringolandia, ahora tenemos una exposición bien potente que llegó a nuestro Congreso, y no viene con rodeos: plantea un tema que nos duele a todos, la violencia sexual. Se trata de '¿Qué llevabas puesto?', y la idea es sacudirnos un poquito la pereza porque este tema no va a resolverse solito.
Imagínate esto: diez paredes del edificio de la Asamblea convertidas en un espacio para recordar historias durísimas. La exposición trae réplicas exactas de la ropa que portaban mujeres y hombres que sufrieron abusos. No es cualquier cosa, brete; cada prenda lleva consigo un testimonio desgarrador, contado con muchísima valentía por las propias víctimas. Porque eso es clave: ellas decidieron hablar, romper el silencio y mostrarle al mundo cómo suceden estas cosas.
Pero no es solo ver la ropa, diay. También hay información clara sobre nuestros derechos, cómo prevenir estos delitos y dónde buscar ayuda si te pasa algo así. Es un kit completo para entender la gravedad del problema y saber qué hacer. La onda es empoderarnos y dejar claro que la culpa nunca es de la víctima, ni importa si se puso shorts o un vestido largo. ¡Eso lo tienen que grabar a fuego!
Esta movida se hizo posible gracias al diputado Carlos Felipe García Molina, del PUSC. Él echó el ojo a la exposición original allá en la Universidad de Kansas, en Estados Unidos, y pensó: “Esto tiene que llegar a Costa Rica”. Y vaya que tenía razón. El mae dijo textualmente, y cito: “Traer ‘¿Qué llevabas puesto?,’ a la Asamblea Legislativa es abrir los ojos y el corazón ante una realidad que, como país, no podemos seguir ignorando.” ¡Digo, amén, hermano!
Y no solo él está contento. Natalia Hernández, la directora de iz Solutions y quien trajo la exposición al país, también está emocionadísima. Según ella, tener este tipo de iniciativas en el Congreso es un gran paso adelante. “Para mí representa un paso para visibilizar una problemática que es parte de la realidad nacional, y que viven personas de todas las edades y géneros,” explicó. Me parece justo poner énfasis en eso, que no discrimina edad ni género.
La exposición permanecerá abierta en la Asamblea Legislativa desde el 8 hasta el 17 de octubre de 2025. Así que ya sabes, si andas por ahí cerca, date una vuelta. Te prometo que no es algo que te vas a quitar rápido de encima. Además, vamos a tener que empezar a cambiar la mentalidad, porque todavía hay muchos que culpan a la víctima. ¡Qué sal! Necesitamos dejar eso atrás ya.
En fin, esto me hace pensar en lo mucho que aún nos falta por recorrer como sociedad. Se necesita mucha educación y sensibilización para lograr que entendamos que el consentimiento es fundamental y que la violencia sexual es inaceptable bajo ninguna circunstancia. Nos queda un camino larguísimo, pero iniciativas como esta nos dan un rayito de esperanza. Al final, ¿no será que el verdadero cambio empieza cuando nos atrevemos a confrontar nuestros propios prejuicios?
Ahora dime, compa: ¿Crees que este tipo de exposiciones son efectivas para cambiar la cultura machista en Costa Rica, o necesitamos medidas más drásticas para proteger a las víctimas y castigar a los agresores? Déjame leer tus opiniones abajo en los comentarios, ¡qué tú tengas!
Imagínate esto: diez paredes del edificio de la Asamblea convertidas en un espacio para recordar historias durísimas. La exposición trae réplicas exactas de la ropa que portaban mujeres y hombres que sufrieron abusos. No es cualquier cosa, brete; cada prenda lleva consigo un testimonio desgarrador, contado con muchísima valentía por las propias víctimas. Porque eso es clave: ellas decidieron hablar, romper el silencio y mostrarle al mundo cómo suceden estas cosas.
Pero no es solo ver la ropa, diay. También hay información clara sobre nuestros derechos, cómo prevenir estos delitos y dónde buscar ayuda si te pasa algo así. Es un kit completo para entender la gravedad del problema y saber qué hacer. La onda es empoderarnos y dejar claro que la culpa nunca es de la víctima, ni importa si se puso shorts o un vestido largo. ¡Eso lo tienen que grabar a fuego!
Esta movida se hizo posible gracias al diputado Carlos Felipe García Molina, del PUSC. Él echó el ojo a la exposición original allá en la Universidad de Kansas, en Estados Unidos, y pensó: “Esto tiene que llegar a Costa Rica”. Y vaya que tenía razón. El mae dijo textualmente, y cito: “Traer ‘¿Qué llevabas puesto?,’ a la Asamblea Legislativa es abrir los ojos y el corazón ante una realidad que, como país, no podemos seguir ignorando.” ¡Digo, amén, hermano!
Y no solo él está contento. Natalia Hernández, la directora de iz Solutions y quien trajo la exposición al país, también está emocionadísima. Según ella, tener este tipo de iniciativas en el Congreso es un gran paso adelante. “Para mí representa un paso para visibilizar una problemática que es parte de la realidad nacional, y que viven personas de todas las edades y géneros,” explicó. Me parece justo poner énfasis en eso, que no discrimina edad ni género.
La exposición permanecerá abierta en la Asamblea Legislativa desde el 8 hasta el 17 de octubre de 2025. Así que ya sabes, si andas por ahí cerca, date una vuelta. Te prometo que no es algo que te vas a quitar rápido de encima. Además, vamos a tener que empezar a cambiar la mentalidad, porque todavía hay muchos que culpan a la víctima. ¡Qué sal! Necesitamos dejar eso atrás ya.
En fin, esto me hace pensar en lo mucho que aún nos falta por recorrer como sociedad. Se necesita mucha educación y sensibilización para lograr que entendamos que el consentimiento es fundamental y que la violencia sexual es inaceptable bajo ninguna circunstancia. Nos queda un camino larguísimo, pero iniciativas como esta nos dan un rayito de esperanza. Al final, ¿no será que el verdadero cambio empieza cuando nos atrevemos a confrontar nuestros propios prejuicios?
Ahora dime, compa: ¿Crees que este tipo de exposiciones son efectivas para cambiar la cultura machista en Costa Rica, o necesitamos medidas más drásticas para proteger a las víctimas y castigar a los agresores? Déjame leer tus opiniones abajo en los comentarios, ¡qué tú tengas!