¡Agarrrense los pantalones, pura vida! Aquí les va la jugada: parece que los diputados de la Asamblea Legislativa ya dieron luz verde a una reforma que promete darle un buen susto a los bandidos que usan el sistema bancario para lavar plata del narcotráfico y otras linduras. Después de meses de debate, la Comisión de Asuntos Económicos dijo “sí” al proyecto que busca acelerar el proceso para levantar el secreto bancario, quitándole poder de decisión a los jueces y poniéndole más presión a los bancos.
La iniciativa, impulsada por la diputada Sofía Guillén del Frente Amplio, básicamente quiere cambiar la forma en cómo funciona ahora el asunto. Actualmente, para que un banco tenga que abrir las cuentas de alguien sospechoso, hay que pasar por un largo papeleo judicial que puede tomar meses e incluso años. Con esta reforma, el Ministerio Público tendría más poder para pedir esa información directamente, sin necesidad de andar rogando permiso a los tribunales en cada paso. Imaginen, ¡menos tiempo para esconder la lana!
En la sesión de la comisión, varios diputados, incluyendo a Pacheco (PUSC), Morales (Progreso Social), Ruiz y Moreira (Liberación Nacional), se pusieron del lado del Ministerio Público, viendo que es urgente darle más herramientas para combatir el crimen organizado. Hasta Olga Morera de Nueva República sumó su voto a favor. El único que se quedó con la mano quieta fue Gilberto Campos (PLP), que aparentemente tiene sus reservas sobre el tema… ¿Será que alguien anda protegiendo intereses turbios?
Pero no todo fue miel sobre hojuelas. El director del OIJ, Randall Zúñiga, llegó al encuentro para ponerle pausa al asunto. Él sugirió que la reforma se enfocara solamente en casos de narcotráfico, terrorismo (siguiendo la ley 8204) y homicidios – especialmente los casos de sicariato que nos tienen a todos sacudidos. Según él, ampliar la reforma a otros delitos, como estafas bancarias, podría generar un montón de trabas legales y hacer que el proyecto se diluya en un brete de burocracia.
Y vaya que tiene razón. Zúñiga explicó que actualmente, mientras se ordena congelar las cuentas de alguien durante un allanamiento, conseguir acceso a la información contable puede llevar una eternidad. En algunos casos, puede tomar hasta dos años para que el perito auditor del OIJ reciba los datos necesarios y pueda empezar a investigar. ¡Dos años! Mientras tanto, los malos andan campantes y la justicia se queda con las manos atadas. La brecha entre la investigación penal y la contabilidad es enorme, y eso le dificulta mucho el trabajo al OIJ.
El director del OIJ además recomendó priorizar los casos que involucran extradición, porque así se podrían ver resultados más rápidos y demostrar que la reforma realmente sirve. Dijo que concentrándose en el narcotráfico y los homicidios, se cubriría casi el 95% de los casos más relevantes, evitando así debates políticos innecesarios. Ya saben, como cuando se empieza a meter en política y todo se complica… ¡qué despiche!
Ahora, el proyecto va al Plenario Legislativo, donde seguramente habrá más discusiones y posiblemente algunas modificaciones. Hay que estar ojo avizor para ver qué pasa con este tema, porque de verdad que es crucial para echarle un freno al creciente problema del narcotráfico y el crimen organizado en nuestro país. Si no hacemos algo ya, vamos a terminar convertidos en un patio trasero para las mafias internacionales.
¿Ustedes qué piensan? ¿Creen que esta reforma es suficiente para combatir el lavado de dinero y el crimen organizado, o necesitamos medidas aún más drásticas? Dejen sus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensa la gente!
La iniciativa, impulsada por la diputada Sofía Guillén del Frente Amplio, básicamente quiere cambiar la forma en cómo funciona ahora el asunto. Actualmente, para que un banco tenga que abrir las cuentas de alguien sospechoso, hay que pasar por un largo papeleo judicial que puede tomar meses e incluso años. Con esta reforma, el Ministerio Público tendría más poder para pedir esa información directamente, sin necesidad de andar rogando permiso a los tribunales en cada paso. Imaginen, ¡menos tiempo para esconder la lana!
En la sesión de la comisión, varios diputados, incluyendo a Pacheco (PUSC), Morales (Progreso Social), Ruiz y Moreira (Liberación Nacional), se pusieron del lado del Ministerio Público, viendo que es urgente darle más herramientas para combatir el crimen organizado. Hasta Olga Morera de Nueva República sumó su voto a favor. El único que se quedó con la mano quieta fue Gilberto Campos (PLP), que aparentemente tiene sus reservas sobre el tema… ¿Será que alguien anda protegiendo intereses turbios?
Pero no todo fue miel sobre hojuelas. El director del OIJ, Randall Zúñiga, llegó al encuentro para ponerle pausa al asunto. Él sugirió que la reforma se enfocara solamente en casos de narcotráfico, terrorismo (siguiendo la ley 8204) y homicidios – especialmente los casos de sicariato que nos tienen a todos sacudidos. Según él, ampliar la reforma a otros delitos, como estafas bancarias, podría generar un montón de trabas legales y hacer que el proyecto se diluya en un brete de burocracia.
Y vaya que tiene razón. Zúñiga explicó que actualmente, mientras se ordena congelar las cuentas de alguien durante un allanamiento, conseguir acceso a la información contable puede llevar una eternidad. En algunos casos, puede tomar hasta dos años para que el perito auditor del OIJ reciba los datos necesarios y pueda empezar a investigar. ¡Dos años! Mientras tanto, los malos andan campantes y la justicia se queda con las manos atadas. La brecha entre la investigación penal y la contabilidad es enorme, y eso le dificulta mucho el trabajo al OIJ.
El director del OIJ además recomendó priorizar los casos que involucran extradición, porque así se podrían ver resultados más rápidos y demostrar que la reforma realmente sirve. Dijo que concentrándose en el narcotráfico y los homicidios, se cubriría casi el 95% de los casos más relevantes, evitando así debates políticos innecesarios. Ya saben, como cuando se empieza a meter en política y todo se complica… ¡qué despiche!
Ahora, el proyecto va al Plenario Legislativo, donde seguramente habrá más discusiones y posiblemente algunas modificaciones. Hay que estar ojo avizor para ver qué pasa con este tema, porque de verdad que es crucial para echarle un freno al creciente problema del narcotráfico y el crimen organizado en nuestro país. Si no hacemos algo ya, vamos a terminar convertidos en un patio trasero para las mafias internacionales.
¿Ustedes qué piensan? ¿Creen que esta reforma es suficiente para combatir el lavado de dinero y el crimen organizado, o necesitamos medidas aún más drásticas? Dejen sus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensa la gente!