Cierto, eso pasa muchisimo! Yo nada más pienso para mis adentros: hmmmm... a ver cuanto le va a durar la "simpatía"...
En el trabajo me pasó con un par de personas. Uno era jefe y otro compañero. El jefe era nuevo y andaba muy atento y se acercaba mucho y para todo: mi amor esto, mi amor lo otro. A mí eso me da mucho miedo porque meterse con alguien en el trabajo generalmente trae problemas, más si es un jefe. Al tiempo se le pasó y ahora anda bastante indiferente.
Y hace poquito un chavalo que trabaja acá por temporadas a cada ratito pasa a saludar y hablar y solo atenciones y piropos. Yo nada más soy amable, pero no me interesa nada, ni remotamente. Un día de estos insinuó que saliéramos y con solo la cara que le hice se lo dije todo. Y listo! Santo remedio, ya no se aparece por aquí.
Aunque ese jueguito se da en las dos direcciones. Las mujeres también somos a veces bastante indiferentes después de que ya vimos que no hay posibilidad con un mae o ya no nos interesa. Al menos yo sí soy así. Cuando ya no me gusta un mae se me nota porque ya no le hago conversación, no lo saludo igual, etc. Eso es puro orgullo.
Creo que el punto clave es diferenciar entre amabilidad para acercarse a alguien e hipocresía. Una cosa es sacar lo bueno de uno y otra inventarse una personalidad amable que no se tiene. En lo segundo radica la parte negativa que es pura hipocresía.
Yo quiero contar dos historias para que me ayuden a entender por fa!! Las dos pasaron hace años y la verdad nunca les encontré explicación:
1- Tenía un amigo en el trabajo, salíamos, la pasábamos bien. Un día él se me declaró pero lo hizo "mal" me dijo: vos y yo somos amigos...pero qué mas?? Osea... como dándome a mi la responsabilidad de decirle que me gustaba... pues eso no me gustó por que si yo le gustaba y quería echarme el cuento, me lo hubiera dicho diferente... bueno... entonces yo le dije (por la cólera que me dio) fue... di nada más eso... amigos, no sé que va a pasar en un futuro pero al menos eso somos por ahora... y el mae nunca más me volvió a hablar!! No jodás.. nunca entendí qué era lo que realmente quería, pero me parece que si querés echarle el cuento a una chica debés tener más estrategia, sobre todo si ya la chica se te reportó...como en mi caso..
2- Cuando viajaba en el bus hacia el trabajo había un chico muy guapo que me llamaba mucho la atención. El también me veía con ojitos de mmm. Pues resulta que un día el me dijo Hola... y yo le sonreí pero no le dije nada por que me dio pánico jajajajaja y me puse roja roja... (yo era muy tímida). Un día me armé de valor y le dije hola también, él me sonrió y me dijo hola como te va??
Pero....... al día siguiente, cuando yo pensaba que bueno, ya era nada más de hablarle más por que ya había visto el mae sí se reportó... nada! No me volvió ni a ver, me ignoró.... entonces yo seguí con la misma actitud, asumí que si fue solo por amabilidad y ya no quería ser más amable y se había arrepentido bueno, estaba bien. Ya no lo volví a ver más ni nada... Pero nunca entendí por qué me miraba tanto y tanta vara si al final mucho ring ring y nada de aló...
Que alguien me explique!!!
1- Creo que él estaba perdiendo la paciencia, quería definir las cosas entre uds, tenía miedo (como la mayoría de los hombres) de caer en el friendzone y al decirle que eran solo amigos, pudo haberlo interpretado como que efectivamente lo querías encasillar ahí. Los hombres no tienen mucha paciencia, se desesperan y quieren las cosas rápido, las mujeres en cambio, podemos tardar más. Funcionamos con tiempos diferentes.
2- Diay lo mismo, lo mejor hubiera sido poder enganchar desde el principio, digamos, hacer conversación al menos, dejar la posibilidad abierta a algo más. Los hombres necesitan ver que tienen al menos oportunidad y de que las cosas se van a dar a buen tiempo, sino, se aburren. Tal vez le dio pereza que fuera tan tímida o tal vez algo pasó en su vida: se hizo de una novia, le apareció alguien que le interesaba más o inclusive podía tener problemas personales. No se rompa la cabeza tratando de adivinar lo que pasa por la mente de los demás. Lo que no fue no fue, ni modo.