¡Ay, Dios mío, qué bronca! Resulta que un mae llamado José Abarca, de 51 años, acaba de ser agarrado por el OIJ en Pavones de San Isidro de El General, sospechoso de hacer de las suyas en varias propiedades. Parece que andaba robando y, pa' rematarlo, prendiendo fuego a los lugares pa' borrar cualquier pista. Esto se puso feísimo, chunches.
La movida empezó hace unos meses, allá por principios de año en el barrio Laboratorio. Un complejo de apartamentos quedó medio chamuscado después de que Abarca se metiera a robar algunas cositas y le prendiera candela al lugar. Imagínate el susto que se llevaron los vecinos, ¡pura sal!
Pero eso no fue todo, brete. En julio, la cosa se repitió en una pizzería en Las Brisas. El tipo entró, se llevó unas cuantas cosas y, como si fuera un juego, le echó gasolina al negocio. ¡Qué descaro, mae! Los dueños debieron sentirse re afectados con esto, diay. Una verdadera pérdida, encima en tiempos difíciles como estos.
Y ni hablar de lo que pasó el 14 de septiembre, también en Las Brisas. Esta vez la víctima fue un abastecedor, otro golpe duro para la comunidad. Abarca siguió con su patrón: roba y quema, roba y quema. Pura maraña, parece que el tipo estaba buscando llamar la atención, o qué sé yo...
Las autoridades, gracias a Dios, no tardaron tanto en ponerle freno a esta chincha. Tras recibir varias denuncias y juntar evidencias, lograron ubicarlo en su casa en Pavones. Durante el allanamiento, encontraron más pruebas que lo vinculan directamente con los incidentes. Ahora, está en manos del Ministerio Público, donde definirán qué onda con su situación legal. Que le caiga todo lo que tenga que caer, porque esto ya es pasarse.
Este caso ha levantado mucha polémica en San Isidro, y con razón. La gente anda preocupada porque cómo puede haber alguien haciendo esas barbaridades a sus conciudadanos. Además, la zona ya venía sufriendo otros problemas de seguridad, y esto solo agrava la situación. Se necesita más presencia policial y mejores medidas preventivas, sin duda alguna. Este tipo de actos no pueden quedarse impunes, que sirva de ejemplo para los demás.
Algunos dicen que Abarca podría estar sufriendo algún problema mental, y que eso explicaría su comportamiento. Otros, simplemente lo califican como un criminal despiadado que merece el máximo rigor de la ley. Lo cierto es que, independientemente de las razones que tenga, lo que hizo está penado por ley y debe responder por sus acciones. Vaya pena que tengamos que lidiar con personajes como este en nuestro país. Ya estamos cansados de tantos problemas.
Ahora bien, ¿ustedes qué piensan? Con tanta inseguridad rondando, ¿creen que las autoridades deberían endurecer las penas para estos tipos de delitos o hay otras estrategias que podrían ser más efectivas? Dejen sus opiniones abajo, me interesa saber qué les parece esta chincha y cómo podemos mejorar la seguridad en nuestras comunidades. ¡Que opinen, maes!
La movida empezó hace unos meses, allá por principios de año en el barrio Laboratorio. Un complejo de apartamentos quedó medio chamuscado después de que Abarca se metiera a robar algunas cositas y le prendiera candela al lugar. Imagínate el susto que se llevaron los vecinos, ¡pura sal!
Pero eso no fue todo, brete. En julio, la cosa se repitió en una pizzería en Las Brisas. El tipo entró, se llevó unas cuantas cosas y, como si fuera un juego, le echó gasolina al negocio. ¡Qué descaro, mae! Los dueños debieron sentirse re afectados con esto, diay. Una verdadera pérdida, encima en tiempos difíciles como estos.
Y ni hablar de lo que pasó el 14 de septiembre, también en Las Brisas. Esta vez la víctima fue un abastecedor, otro golpe duro para la comunidad. Abarca siguió con su patrón: roba y quema, roba y quema. Pura maraña, parece que el tipo estaba buscando llamar la atención, o qué sé yo...
Las autoridades, gracias a Dios, no tardaron tanto en ponerle freno a esta chincha. Tras recibir varias denuncias y juntar evidencias, lograron ubicarlo en su casa en Pavones. Durante el allanamiento, encontraron más pruebas que lo vinculan directamente con los incidentes. Ahora, está en manos del Ministerio Público, donde definirán qué onda con su situación legal. Que le caiga todo lo que tenga que caer, porque esto ya es pasarse.
Este caso ha levantado mucha polémica en San Isidro, y con razón. La gente anda preocupada porque cómo puede haber alguien haciendo esas barbaridades a sus conciudadanos. Además, la zona ya venía sufriendo otros problemas de seguridad, y esto solo agrava la situación. Se necesita más presencia policial y mejores medidas preventivas, sin duda alguna. Este tipo de actos no pueden quedarse impunes, que sirva de ejemplo para los demás.
Algunos dicen que Abarca podría estar sufriendo algún problema mental, y que eso explicaría su comportamiento. Otros, simplemente lo califican como un criminal despiadado que merece el máximo rigor de la ley. Lo cierto es que, independientemente de las razones que tenga, lo que hizo está penado por ley y debe responder por sus acciones. Vaya pena que tengamos que lidiar con personajes como este en nuestro país. Ya estamos cansados de tantos problemas.
Ahora bien, ¿ustedes qué piensan? Con tanta inseguridad rondando, ¿creen que las autoridades deberían endurecer las penas para estos tipos de delitos o hay otras estrategias que podrían ser más efectivas? Dejen sus opiniones abajo, me interesa saber qué les parece esta chincha y cómo podemos mejorar la seguridad en nuestras comunidades. ¡Que opinen, maes!
