¡Ay, Dios mío! Esto sí que te deja frío. Resulta que en São Paulo, Brasil, un pobre mae se fue al traste en medio de un accidente laboral que parece sacado de una película de terror. Un tipo de 48 años, trabajando tranquilamente instalando unas láminas en una cúpula de vidrio, se encontró con que el piso se le vino abajo de las manos. ¡Qué torta!
La jugada pasó en el Centro Empresarial del Acero, un lugar lleno de oficinas y gente chambeando. Según cuentan los testigos, el mae estaba ahí arriba, haciendo su brete, cuando el cristal se quebró repentinamente. Imagínate la impresión que se armó entre los cientos de oficinistas que estaban abajo; de repente ves cómo alguien flota en el aire y no sabes qué hacer.
Y lo peor es que no fue un apagón rápido. Este mae quedó colgando más de veinte minutos, agarrado a una cuerda de seguridad que, tristemente, decidió decir basta. Cadamuro Felipe, un banco, nos cuenta que vio cómo la cuerda iba cediendo poco a poco. "No quería ver el momento de la caída, fue muy duro", nos dijo con cara de preocupación. ¡Imagínate estar ahí parado viendo eso!
Dicen que la cuerda ya estaba vieja, o quizás no era suficiente para soportar el peso del mae y el impacto del golpe cuando se cayó el cristal. Ahora, las autoridades están investigando si hubo alguna falla en las medidas de seguridad. Esperemos que esto sirva para que otras empresas le ponganle atención a estos temas y eviten que esto vuelva a pasar. ¡Porque pa’ eso estamos, cuidándonos unos a otros!
Barzel Properties, los dueños del edificio, ya emitieron un comunicado lamentándolo y prometiendo colaborar con la investigación. Pero claro, las palabras ahora no reviven a nadie. Lo que toca es aprender la lección y mejorar las condiciones laborales. A veces, las cosas parecen normales, pero esconden riesgos enormes que debemos tomar en serio.
Este suceso ha reabierto el debate sobre los peligros de trabajar en alturas. Ya sabemos que no siempre tenemos control sobre lo que pasa, pero podemos exigir que se cumplan todas las normas de seguridad. Es un recordatorio brutal de que detrás de cada trabajo hay una persona con su familia y sus sueños. Que no les pase a nuestros familiares o amigos, ¡eso sería demasiado!
Ahora bien, hablando de seguridad laboral, uno se queda pensando si realmente estamos tomando todas las precauciones necesarias en nuestras obras y construcciones. A veces vemos a la gente corriendo, queriendo terminar rápido, y olvidándose de los riesgos. ¡Qué pena tener que decirlo!, pero somos propensos a fiarnos mucho y bajarle al rigor. Y eso, a la larga, puede salir muy caro. Lo importante es recordar que prevenir es mejor que curar...y en este caso, mucho más barato.
Este hecho tan triste nos hace reflexionar: ¿Deberían ser más estrictas las regulaciones para trabajos en altura y quién debería ser el responsable de asegurar que se cumplen al pie de la letra, la empresa contratista o las autoridades competentes? ¡Danos tu opinión en el foro, queremos saber qué piensas tú sobre este tema!
La jugada pasó en el Centro Empresarial del Acero, un lugar lleno de oficinas y gente chambeando. Según cuentan los testigos, el mae estaba ahí arriba, haciendo su brete, cuando el cristal se quebró repentinamente. Imagínate la impresión que se armó entre los cientos de oficinistas que estaban abajo; de repente ves cómo alguien flota en el aire y no sabes qué hacer.
Y lo peor es que no fue un apagón rápido. Este mae quedó colgando más de veinte minutos, agarrado a una cuerda de seguridad que, tristemente, decidió decir basta. Cadamuro Felipe, un banco, nos cuenta que vio cómo la cuerda iba cediendo poco a poco. "No quería ver el momento de la caída, fue muy duro", nos dijo con cara de preocupación. ¡Imagínate estar ahí parado viendo eso!
Dicen que la cuerda ya estaba vieja, o quizás no era suficiente para soportar el peso del mae y el impacto del golpe cuando se cayó el cristal. Ahora, las autoridades están investigando si hubo alguna falla en las medidas de seguridad. Esperemos que esto sirva para que otras empresas le ponganle atención a estos temas y eviten que esto vuelva a pasar. ¡Porque pa’ eso estamos, cuidándonos unos a otros!
Barzel Properties, los dueños del edificio, ya emitieron un comunicado lamentándolo y prometiendo colaborar con la investigación. Pero claro, las palabras ahora no reviven a nadie. Lo que toca es aprender la lección y mejorar las condiciones laborales. A veces, las cosas parecen normales, pero esconden riesgos enormes que debemos tomar en serio.
Este suceso ha reabierto el debate sobre los peligros de trabajar en alturas. Ya sabemos que no siempre tenemos control sobre lo que pasa, pero podemos exigir que se cumplan todas las normas de seguridad. Es un recordatorio brutal de que detrás de cada trabajo hay una persona con su familia y sus sueños. Que no les pase a nuestros familiares o amigos, ¡eso sería demasiado!
Ahora bien, hablando de seguridad laboral, uno se queda pensando si realmente estamos tomando todas las precauciones necesarias en nuestras obras y construcciones. A veces vemos a la gente corriendo, queriendo terminar rápido, y olvidándose de los riesgos. ¡Qué pena tener que decirlo!, pero somos propensos a fiarnos mucho y bajarle al rigor. Y eso, a la larga, puede salir muy caro. Lo importante es recordar que prevenir es mejor que curar...y en este caso, mucho más barato.
Este hecho tan triste nos hace reflexionar: ¿Deberían ser más estrictas las regulaciones para trabajos en altura y quién debería ser el responsable de asegurar que se cumplen al pie de la letra, la empresa contratista o las autoridades competentes? ¡Danos tu opinión en el foro, queremos saber qué piensas tú sobre este tema!
