¡Ay, Dios mío! La cosa está que arde en Tibás, mi gente. Los trabajadores de la municipalidad le declararon la guerra al alcalde Alvarado, y parece que las cosas no van a mejorar pronto. Anunciaron una huelga a partir de este viernes 28 de noviembre, y si no llegan a un arreglo, ¡prepárense para una semanita sin muchos servicios!
La movida involucra a to’ los empleados del ayuntamiento, desde el personal administrativo hasta los que andan echándole manteca al pan en los parques. Según el sindicato, tienen el respaldo total de la Anep, así que esto no es joda. Inicialmente, iban a hacer piquetes solamente unas horitas en la mañana, de seis de la mañana a diez, pero si no ven resultados, se armará un brete de verdad.
¿Y cuál es la bronca, se preguntarán? Pues resulta que en julio pasado, el Concejo Municipal aprobó un aumentito salarial del 3,25%, que parecía bueno. Pero ahí viene el problema: el alcalde Alvarado no ha liberado ni un colón de esos dineros. Han pasado meses, y los trabajadores siguen esperando, mientras tanto, la inflación sigue comiéndose sus sueldos. ¡Qué sal!
El sindicato ya le dio un ultimátum al alcalde hace casi un mes, el tres de noviembre, diciéndole que no había ningún veto administrativo que impidiera el pago. Le dijeron: 'Dale, alcalde, libera la plata que ya está autorizada'. Pero parece que el alcalde está agarrado de las manos, haciendo análisis financieros y jurídicos... ¡como si fuera a descubrir América!
Ahora bien, el alcalde dice que está revisando todo esto con lupa, asegurando que necesita pruebas de que el costo de vida ha subido realmente. Dice que tiene que ver el IPC del Banco Central y demás datos técnicos. Entendemos la precaución, pero a estas alturas, ¡ya da pa’ echarle la culpa a la Luna!
Lo curioso es que el Concejo Municipal ya aprobó una medida cautelar para suspender temporalmente ese aumentito. Dicen que podrían estar hablando de unos ¢95 o ¢100 millones al año. Imagínense el fajamiento que le va a caer al bolsillo de los contribuyentes tibaseños si eso se concreta. ¡Una torta! Esto demuestra que hay prioridades revueltas en el cantón.
El alcalde, tratando de ponerle calma a la bola, invitó a todos a seguir dialogando. Quién sabe si servirá de algo. La gente está harta, viendo cómo los políticos discuten mientras ellos apenas pueden costearse unas gallinas asadas al final de mes. Esperamos que lleguen a buen término las negociaciones, porque una huelga prolongada afectaría a toda la comunidad, especialmente a aquellos que dependen de los servicios básicos que ofrece la municipalidad.
Con todo esto, me pregunto, ¿creen ustedes que el alcalde Alvarado está actuando correctamente al demorar el pago de este ajuste salarial o debería ceder ante las demandas de los trabajadores municipales para evitar mayores complicaciones? ¡Déjenme sus opiniones en el foro, a ver qué piensa la gente!
La movida involucra a to’ los empleados del ayuntamiento, desde el personal administrativo hasta los que andan echándole manteca al pan en los parques. Según el sindicato, tienen el respaldo total de la Anep, así que esto no es joda. Inicialmente, iban a hacer piquetes solamente unas horitas en la mañana, de seis de la mañana a diez, pero si no ven resultados, se armará un brete de verdad.
¿Y cuál es la bronca, se preguntarán? Pues resulta que en julio pasado, el Concejo Municipal aprobó un aumentito salarial del 3,25%, que parecía bueno. Pero ahí viene el problema: el alcalde Alvarado no ha liberado ni un colón de esos dineros. Han pasado meses, y los trabajadores siguen esperando, mientras tanto, la inflación sigue comiéndose sus sueldos. ¡Qué sal!
El sindicato ya le dio un ultimátum al alcalde hace casi un mes, el tres de noviembre, diciéndole que no había ningún veto administrativo que impidiera el pago. Le dijeron: 'Dale, alcalde, libera la plata que ya está autorizada'. Pero parece que el alcalde está agarrado de las manos, haciendo análisis financieros y jurídicos... ¡como si fuera a descubrir América!
Ahora bien, el alcalde dice que está revisando todo esto con lupa, asegurando que necesita pruebas de que el costo de vida ha subido realmente. Dice que tiene que ver el IPC del Banco Central y demás datos técnicos. Entendemos la precaución, pero a estas alturas, ¡ya da pa’ echarle la culpa a la Luna!
Lo curioso es que el Concejo Municipal ya aprobó una medida cautelar para suspender temporalmente ese aumentito. Dicen que podrían estar hablando de unos ¢95 o ¢100 millones al año. Imagínense el fajamiento que le va a caer al bolsillo de los contribuyentes tibaseños si eso se concreta. ¡Una torta! Esto demuestra que hay prioridades revueltas en el cantón.
El alcalde, tratando de ponerle calma a la bola, invitó a todos a seguir dialogando. Quién sabe si servirá de algo. La gente está harta, viendo cómo los políticos discuten mientras ellos apenas pueden costearse unas gallinas asadas al final de mes. Esperamos que lleguen a buen término las negociaciones, porque una huelga prolongada afectaría a toda la comunidad, especialmente a aquellos que dependen de los servicios básicos que ofrece la municipalidad.
Con todo esto, me pregunto, ¿creen ustedes que el alcalde Alvarado está actuando correctamente al demorar el pago de este ajuste salarial o debería ceder ante las demandas de los trabajadores municipales para evitar mayores complicaciones? ¡Déjenme sus opiniones en el foro, a ver qué piensa la gente!