¡Ay, Dios mío! La peña está temblando acá en Costa Rica y en toda Sudamérica con esta bronca que salió en Argentina. Tres muchachas, jovencitas con toda la vida por delante, aparecieron descuartizadas en un brete espeluznante cerca de Buenos Aires. La historia es tan macabra que te deja helao, y encima, parece que todo estaba planeado, ¡qué sal!
Según nos llegó la información desde allá, las chicas – Morena Verdi, Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez – se subieron a una camioneta blanca el viernes pasado con destino a una pachanga. Se desconoce quién las recogió ni dónde iba a ser la fiesta. Simplemente, se evaporaron y ahí empezó el drama. Al principio, la familia pensó que se habían ido de fiesta y se habrían quedado hasta tarde, pero conforme pasaban las horas, la preocupación se hizo más grande, ¡qué torta!
La policía argentina ha estado movilizada desde hace cinco días buscando pistas. Primero encontraron rastros de sangre en una casa, donde una pareja confesó haber intentado limpiar la escena con cloro, ¡tremendo despiche! Después, en otro operativo cercano, dieron con los cuerpos enterrados. ¡Parecía sacado de película de terror!
Las autoridades han detenido a cuatro personas y buscan a un tipo que anda prófugo, acusado de ser el cabecilla de toda esta maraña. Parece ser que hay conexiones con el narcotráfico y hasta se habla de trata de personas, ¡qué carga! El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, declaró que este sujeto habría orquestado el triple crimen desde una organización internacional de narcos. Dice que las chicas “subieron por sus propios medios a la camioneta sin saber que estaban cayendo en una trampa”, ¡terrible!
Un perito forense, Enrique Prueger, catalogó el hecho como un “femicidio en masa ejecutado por un sicario”. Lo que más preocupa es la frialdad con la que se llevó a cabo todo esto, la falta de respeto hacia la vida humana. Y lo peor de todo es que este tipo de crímenes parece estar cada vez más frecuente en la región, ¡vamos así!
Este caso me recuerda mucho a otras historias que hemos visto en las noticias, donde mujeres inocentes son víctimas de la violencia machista y del poder del dinero. Parece que algunas personas creen que pueden comprar la impunidad y hacer lo que quieran sin que nadie les diga nada. Pero eso no puede seguir así, diay, tenemos que exigir justicia para estas jóvenes y para todas las mujeres que sufren violencia.
Desde acá, en Costa Rica, la comunidad latina se ha unido para brindar apoyo a las familias de las víctimas. Hemos visto mensajes de solidaridad en redes sociales, manifestaciones frente a consulados argentinos y campañas de concientización sobre la importancia de denunciar cualquier forma de violencia contra la mujer. El dolor es compartido, y la indignación también, porque este tipo de barbaridades no tienen nombre. Esto pone pa’ arriba el tema de la seguridad personal, especialmente para nuestras muchachas que salen a divertirse. ¿Cómo podemos protegerlas de estos depredadores?
Es un caso horrible, que nos obliga a reflexionar sobre la violencia de género, el narcotráfico y la impunidad que permite que estos crímenes ocurran. Me pregunto, ¿qué medidas debemos tomar como sociedad para prevenir que tragedias como ésta se repitan y cómo podemos asegurar que los responsables paguen por sus actos? ¿Ustedes qué opinan, colegas del Foro?
Según nos llegó la información desde allá, las chicas – Morena Verdi, Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez – se subieron a una camioneta blanca el viernes pasado con destino a una pachanga. Se desconoce quién las recogió ni dónde iba a ser la fiesta. Simplemente, se evaporaron y ahí empezó el drama. Al principio, la familia pensó que se habían ido de fiesta y se habrían quedado hasta tarde, pero conforme pasaban las horas, la preocupación se hizo más grande, ¡qué torta!
La policía argentina ha estado movilizada desde hace cinco días buscando pistas. Primero encontraron rastros de sangre en una casa, donde una pareja confesó haber intentado limpiar la escena con cloro, ¡tremendo despiche! Después, en otro operativo cercano, dieron con los cuerpos enterrados. ¡Parecía sacado de película de terror!
Las autoridades han detenido a cuatro personas y buscan a un tipo que anda prófugo, acusado de ser el cabecilla de toda esta maraña. Parece ser que hay conexiones con el narcotráfico y hasta se habla de trata de personas, ¡qué carga! El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, declaró que este sujeto habría orquestado el triple crimen desde una organización internacional de narcos. Dice que las chicas “subieron por sus propios medios a la camioneta sin saber que estaban cayendo en una trampa”, ¡terrible!
Un perito forense, Enrique Prueger, catalogó el hecho como un “femicidio en masa ejecutado por un sicario”. Lo que más preocupa es la frialdad con la que se llevó a cabo todo esto, la falta de respeto hacia la vida humana. Y lo peor de todo es que este tipo de crímenes parece estar cada vez más frecuente en la región, ¡vamos así!
Este caso me recuerda mucho a otras historias que hemos visto en las noticias, donde mujeres inocentes son víctimas de la violencia machista y del poder del dinero. Parece que algunas personas creen que pueden comprar la impunidad y hacer lo que quieran sin que nadie les diga nada. Pero eso no puede seguir así, diay, tenemos que exigir justicia para estas jóvenes y para todas las mujeres que sufren violencia.
Desde acá, en Costa Rica, la comunidad latina se ha unido para brindar apoyo a las familias de las víctimas. Hemos visto mensajes de solidaridad en redes sociales, manifestaciones frente a consulados argentinos y campañas de concientización sobre la importancia de denunciar cualquier forma de violencia contra la mujer. El dolor es compartido, y la indignación también, porque este tipo de barbaridades no tienen nombre. Esto pone pa’ arriba el tema de la seguridad personal, especialmente para nuestras muchachas que salen a divertirse. ¿Cómo podemos protegerlas de estos depredadores?
Es un caso horrible, que nos obliga a reflexionar sobre la violencia de género, el narcotráfico y la impunidad que permite que estos crímenes ocurran. Me pregunto, ¿qué medidas debemos tomar como sociedad para prevenir que tragedias como ésta se repitan y cómo podemos asegurar que los responsables paguen por sus actos? ¿Ustedes qué opinan, colegas del Foro?
