¡Ay, Dios mío! Se nos fue un grande, un ícono de la medicina herediana. El doctor Carlos Hernán Brenes, un nombre que resonaba con respeto y cariño en el Hospital San Vicente de Paul, nos dejó este mundo a los 75 años. La noticia cayó como balde de agua fría, dejando un vacío enorme en la comunidad médica y en todos aquellos pacientes que tuvieron la fortuna de recibir su atención.
Don Carlos, como le decían cariñosamente muchos, dedicó prácticamente toda su vida a servir a los demás. Llegó al Hospital San Vicente de Paul hace décadas, y desde entonces se convirtió en una figura indispensable. No era solo un médico habilidoso; era un consejero, un amigo, alguien que siempre tenía tiempo para escuchar y brindar una palabra de aliento. Muchos recuerdan sus rondas matutinas, saludando a cada paciente con una sonrisa sincera y unas palabras de ánimo. Un verdadero ejemplo de vocación y humanidad, ¿díganme?
Y no solo eso, ¡el mae era pura bondad! Cuenta la leyenda, y varias personas del hospital lo confirman, que siempre tenía un chunche guardado para los niños enfermos, ya fuera un juguete sencillo o una cajita de crayones. “Le alegraba mucho verlos sonreír”, comenta Doña Luisa, enfermera jubilada del hospital, con lágrimas en los ojos. Eso sí que es tener el corazón grande, mis amigos.
El Club Sport Herediano, consciente de la importancia de Don Carlos para la comunidad, también expresó sus condolencias. Publicaron un mensaje en sus redes sociales donde destacaban su entrega y dedicación, recordando cómo el doctor siempre fue un ferviente seguidor del equipo. “Un hombre de valores, un ejemplo a seguir”, rezaba el comunicado. ¡Qué orgullo que hasta el equipo se haya dado cuenta de la vara del doctor!
El velorio fue una muestra palpable del afecto que despertaba el doctor Brenes. Desde tempranas horas, familiares, amigos, colegas y pacientes llegaron al hospital para darle un último adiós. Las flores inundaron el lugar, y las lágrimas eran moneda corriente. Hubo abrazos apretados, recuerdos compartidos y muchas historias sobre las hazañas médicas y personales del fallecido. Era imposible no sentir la tristeza palpitable en el ambiente, diay.
Pero más allá del dolor, predominaba un sentimiento de gratitud. Gratitud por haber conocido a un hombre tan especial, por haber recibido su ayuda y su amistad. El legado del doctor Carlos Brenes perdurará en el tiempo, inspirando a nuevas generaciones de médicos a seguir su ejemplo de vocación, humildad y compromiso social. Él sembró semillas de esperanza y amor en cada corazón que tocó, y eso es algo que nadie podrá quitarle.
Las reacciones en redes sociales fueron abrumadoras. Cientos de mensajes de apoyo y cariño hacia la familia Brenes inundaron Facebook, Twitter e Instagram. Algunos recordaban anécdotas personales, otros expresaban su admiración por su profesionalismo, y muchos simplemente agradecían por haber tenido la oportunidad de ser atendidos por él. ¡Qué torta perder a un profesional así! Pero qué chiva poder celebrar su vida y su obra.
Ahora, mientras reflexionamos sobre la partida de este gran hombre, me pregunto: ¿Cómo podemos honrar verdaderamente el legado del doctor Carlos Brenes y mantener vivo su espíritu de servicio y compromiso con la comunidad? ¿Qué acciones concretas podemos tomar para asegurar que su memoria siga inspirándonos a hacer del mundo un lugar mejor?
Don Carlos, como le decían cariñosamente muchos, dedicó prácticamente toda su vida a servir a los demás. Llegó al Hospital San Vicente de Paul hace décadas, y desde entonces se convirtió en una figura indispensable. No era solo un médico habilidoso; era un consejero, un amigo, alguien que siempre tenía tiempo para escuchar y brindar una palabra de aliento. Muchos recuerdan sus rondas matutinas, saludando a cada paciente con una sonrisa sincera y unas palabras de ánimo. Un verdadero ejemplo de vocación y humanidad, ¿díganme?
Y no solo eso, ¡el mae era pura bondad! Cuenta la leyenda, y varias personas del hospital lo confirman, que siempre tenía un chunche guardado para los niños enfermos, ya fuera un juguete sencillo o una cajita de crayones. “Le alegraba mucho verlos sonreír”, comenta Doña Luisa, enfermera jubilada del hospital, con lágrimas en los ojos. Eso sí que es tener el corazón grande, mis amigos.
El Club Sport Herediano, consciente de la importancia de Don Carlos para la comunidad, también expresó sus condolencias. Publicaron un mensaje en sus redes sociales donde destacaban su entrega y dedicación, recordando cómo el doctor siempre fue un ferviente seguidor del equipo. “Un hombre de valores, un ejemplo a seguir”, rezaba el comunicado. ¡Qué orgullo que hasta el equipo se haya dado cuenta de la vara del doctor!
El velorio fue una muestra palpable del afecto que despertaba el doctor Brenes. Desde tempranas horas, familiares, amigos, colegas y pacientes llegaron al hospital para darle un último adiós. Las flores inundaron el lugar, y las lágrimas eran moneda corriente. Hubo abrazos apretados, recuerdos compartidos y muchas historias sobre las hazañas médicas y personales del fallecido. Era imposible no sentir la tristeza palpitable en el ambiente, diay.
Pero más allá del dolor, predominaba un sentimiento de gratitud. Gratitud por haber conocido a un hombre tan especial, por haber recibido su ayuda y su amistad. El legado del doctor Carlos Brenes perdurará en el tiempo, inspirando a nuevas generaciones de médicos a seguir su ejemplo de vocación, humildad y compromiso social. Él sembró semillas de esperanza y amor en cada corazón que tocó, y eso es algo que nadie podrá quitarle.
Las reacciones en redes sociales fueron abrumadoras. Cientos de mensajes de apoyo y cariño hacia la familia Brenes inundaron Facebook, Twitter e Instagram. Algunos recordaban anécdotas personales, otros expresaban su admiración por su profesionalismo, y muchos simplemente agradecían por haber tenido la oportunidad de ser atendidos por él. ¡Qué torta perder a un profesional así! Pero qué chiva poder celebrar su vida y su obra.
Ahora, mientras reflexionamos sobre la partida de este gran hombre, me pregunto: ¿Cómo podemos honrar verdaderamente el legado del doctor Carlos Brenes y mantener vivo su espíritu de servicio y compromiso con la comunidad? ¿Qué acciones concretas podemos tomar para asegurar que su memoria siga inspirándonos a hacer del mundo un lugar mejor?
