Viendo el comercio este fin de semana, me dejó impresionado lo adelantado que se vive la temporada navideña. Apenas terminan las fiestas patrias y de una vez cayendo con la siguiente.
¿será que está tan desesperado el comercio en general como para empezarlo en septiembre? o es simple ambición de adelantar las ganancias o quitarselas a los demás...
La semana pasada, como 2 días antes del desfile del 15 de septiembre, caminaba con unos clientes por San José, y ya en La Universal estaban los preparativos navideños....
Este fin de semana visitaba una tienda por departamentos en Cartago y en una gran sección del salón estaban 3 equipos del personal, uno reacomodando los estantes y guardando mercadería del 15 de septiembre, otros decorando la sección con motivos navideños y el tercer equipo desempolvaba los artículos embodegados del año pasado... POLP!!!
Después del por qué se va eliminando el espíritu navideño....
Desafortunadamente hemos caído en una sociedad donde las fiestas religiosas se han convertido en usufructo del consumismo, donde la familia que pasa una mejor navidad es aquella que decora mejor la casa, compra mas cosas para el "hogar" y tiene la mejor cena de navidad...
¿ qué pasó con el pasito? ¿ qué pasó con los resos del Niño? donde la idea principal era invitar a los vecinos (aunque criticaran) y compartir con ellos antes de impresionarlos e intentar demostrarles superioridad.
Me dá lástima ver que los niños de hoy en día miden la felicidad de la navidad en funsión del juguete o los regalos que les dán. "Papi no me quiere porque no me regaló la bici que quería" es una frase que nos estamos acostumbrabdo a escuchar. Y parte en culpa también de los padres que se dejan llevar por esa presión, contrayendo deudas innecesarias e involucrándose en trabajos extras para complacer al niño, antes de dedicarle mas tiempo a la criatura que de verdad se lo merece.
¿ Cuántos de nosotros hemos caído en la trampa de salir a trabajar desde temprano, hablar con los hijos únicamnete para apurarle y que salga rápido del baño porque lo deja el bus de la escuela? y al regresar a casa ya los niños están dormidos y no le preguntaste ¿cómo te fué en la escuela?, no le revisaste la tarea, no le ayudaste con la asignación, etc., etc.
Todo eso con la intención de darle lo "mejor" para ellos, cuando su comportamiento pide a gritos un cuento por las noches de mi papá, que me regañe si hice algo mal, ¿para qué quiere un niño una bicicleta si no hay quien le enseñe a usarla? Lo peor de todo es que caemos en este error cuando ya es muy tarde, los hijos crecieron y te das cuenta que son unos verdaderos desconocidos para vos.
Así que quería hacer esta reflexión para que intentemos no caer en lo superficial de las fiestas, que mas bien debería dedicarse a la unión familiar y al fortalecimiento de los valores humanos.
¡ Feliz Navidad a todos !
Les desea Vicoso56....
¿será que está tan desesperado el comercio en general como para empezarlo en septiembre? o es simple ambición de adelantar las ganancias o quitarselas a los demás...
La semana pasada, como 2 días antes del desfile del 15 de septiembre, caminaba con unos clientes por San José, y ya en La Universal estaban los preparativos navideños....
Este fin de semana visitaba una tienda por departamentos en Cartago y en una gran sección del salón estaban 3 equipos del personal, uno reacomodando los estantes y guardando mercadería del 15 de septiembre, otros decorando la sección con motivos navideños y el tercer equipo desempolvaba los artículos embodegados del año pasado... POLP!!!
Después del por qué se va eliminando el espíritu navideño....
Desafortunadamente hemos caído en una sociedad donde las fiestas religiosas se han convertido en usufructo del consumismo, donde la familia que pasa una mejor navidad es aquella que decora mejor la casa, compra mas cosas para el "hogar" y tiene la mejor cena de navidad...
¿ qué pasó con el pasito? ¿ qué pasó con los resos del Niño? donde la idea principal era invitar a los vecinos (aunque criticaran) y compartir con ellos antes de impresionarlos e intentar demostrarles superioridad.
Me dá lástima ver que los niños de hoy en día miden la felicidad de la navidad en funsión del juguete o los regalos que les dán. "Papi no me quiere porque no me regaló la bici que quería" es una frase que nos estamos acostumbrabdo a escuchar. Y parte en culpa también de los padres que se dejan llevar por esa presión, contrayendo deudas innecesarias e involucrándose en trabajos extras para complacer al niño, antes de dedicarle mas tiempo a la criatura que de verdad se lo merece.
¿ Cuántos de nosotros hemos caído en la trampa de salir a trabajar desde temprano, hablar con los hijos únicamnete para apurarle y que salga rápido del baño porque lo deja el bus de la escuela? y al regresar a casa ya los niños están dormidos y no le preguntaste ¿cómo te fué en la escuela?, no le revisaste la tarea, no le ayudaste con la asignación, etc., etc.
Todo eso con la intención de darle lo "mejor" para ellos, cuando su comportamiento pide a gritos un cuento por las noches de mi papá, que me regañe si hice algo mal, ¿para qué quiere un niño una bicicleta si no hay quien le enseñe a usarla? Lo peor de todo es que caemos en este error cuando ya es muy tarde, los hijos crecieron y te das cuenta que son unos verdaderos desconocidos para vos.
Así que quería hacer esta reflexión para que intentemos no caer en lo superficial de las fiestas, que mas bien debería dedicarse a la unión familiar y al fortalecimiento de los valores humanos.
¡ Feliz Navidad a todos !
Les desea Vicoso56....
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