¡Damos por inaugurado un alivio monumental pa’ los vecinos del sur!
Después de años de quéjas y promesas que parecían irse al traste, finalmente tenemos un nuevo tanque de agua potable funcionando en Guadalupe. Y no es uno cualquiera, chunches, hablamos de más de cinco millones de litros de capacidad, listo pa’ darle un respiro al suministro en barrios como Guadalupe, Calle Blancos, Tibás, Moravia y hasta el mismísimo Barrio Escalante. Ya saben, esas zonas donde a veces se siente como si estuvieras buscando agua en el desierto.
La Comisión Nacional de Prevención de Riesgos (CNE), en colaboración con el AyA, anduvieron trabajando duro en esto. Lo bueno es que no pararon ahí; también están construyendo otro tanque, uno más pequeño, pero que suma casi tres millones de litros extra. Con estos dos, la capacidad de almacenamiento va a aumentar un 400% – ¡imagínate eso! – llegando a unos ocho millones de litros. Esto significa, hablando claro, que más de cien mil personas van a tener agua segura y constante, sin esos cortes inesperados que nos tienen a todos sacando espuma por la boca.
Y no es broma, brete este proyecto requirió una inversión considerable, ¡más de dos mil cuatrocientos millones de colones! Todo financiado con lana del Fondo Nacional de Emergencias. Se utilizaron materiales de primera, tipo tanques de acero vitrificado, bases sólidas como rocas y muros pa’ que todo esté bien seguro. También le pusieron atención al diseño hidráulico, cómo se conecta con la planta potabilizadora, cómo llega el agua a nuestros grifos… todo bien pensado pa' que funcione como reloj suizo.
Alejandro Picado, el jefe de la CNE, aprovechó pa’ decir que ahora podemos estar tranquilos porque tendremos agua prácticamente sin interrupciones. Eso, pa’ los que vivimos por acá, es como ganarnos la lotería. Pura dicha poder ducharse sin tener que pedirle permiso al cielo. Además, sabe Dios, es vital pa’ la salud y la calidad de vida de toda la gente.
Lourdes Sáurez Barboza, la presidenta del AyA, recalcó que esto es un compromiso serio, uno que no se toma a la ligera. Asegurar que tengamos agua limpia y disponible en casa es una responsabilidad enorme, y ellos están poniendo todas las cartas sobre la mesa pa’ cumplirlo. Parece que por fin estamos viendo resultados concretos, luego de tanto hablar y poco hacer. Por fin, algo chiva pa’ celebrar.
Ahora, aunque ya tenemos un tanque funcionando, todavía queda un pedacito más por terminar. El segundo tanque, según dicen, está casi al 40% de avance y prometen que estará listo entre enero y junio del año que viene. Así que, paciencia, mae, que la espera valdrá la pena. Mientras tanto, disfrutemos de este alivio que nos dieron, porque hace mucho tiempo que necesitábamos esto por aquí.
Así que, con este panorama fresco y esperanzador, me pregunto: ¿Creen que el AyA mantendrá este ritmo de trabajo y seguirá invirtiendo en mejorar nuestra infraestructura hídrica, o volveremos a caer en la rutina de promesas incumplidas y proyectos que nunca ven la luz? ¡Compartan sus opiniones en el foro y digámonos qué les parece este avance!
Después de años de quéjas y promesas que parecían irse al traste, finalmente tenemos un nuevo tanque de agua potable funcionando en Guadalupe. Y no es uno cualquiera, chunches, hablamos de más de cinco millones de litros de capacidad, listo pa’ darle un respiro al suministro en barrios como Guadalupe, Calle Blancos, Tibás, Moravia y hasta el mismísimo Barrio Escalante. Ya saben, esas zonas donde a veces se siente como si estuvieras buscando agua en el desierto.
La Comisión Nacional de Prevención de Riesgos (CNE), en colaboración con el AyA, anduvieron trabajando duro en esto. Lo bueno es que no pararon ahí; también están construyendo otro tanque, uno más pequeño, pero que suma casi tres millones de litros extra. Con estos dos, la capacidad de almacenamiento va a aumentar un 400% – ¡imagínate eso! – llegando a unos ocho millones de litros. Esto significa, hablando claro, que más de cien mil personas van a tener agua segura y constante, sin esos cortes inesperados que nos tienen a todos sacando espuma por la boca.
Y no es broma, brete este proyecto requirió una inversión considerable, ¡más de dos mil cuatrocientos millones de colones! Todo financiado con lana del Fondo Nacional de Emergencias. Se utilizaron materiales de primera, tipo tanques de acero vitrificado, bases sólidas como rocas y muros pa’ que todo esté bien seguro. También le pusieron atención al diseño hidráulico, cómo se conecta con la planta potabilizadora, cómo llega el agua a nuestros grifos… todo bien pensado pa' que funcione como reloj suizo.
Alejandro Picado, el jefe de la CNE, aprovechó pa’ decir que ahora podemos estar tranquilos porque tendremos agua prácticamente sin interrupciones. Eso, pa’ los que vivimos por acá, es como ganarnos la lotería. Pura dicha poder ducharse sin tener que pedirle permiso al cielo. Además, sabe Dios, es vital pa’ la salud y la calidad de vida de toda la gente.
Lourdes Sáurez Barboza, la presidenta del AyA, recalcó que esto es un compromiso serio, uno que no se toma a la ligera. Asegurar que tengamos agua limpia y disponible en casa es una responsabilidad enorme, y ellos están poniendo todas las cartas sobre la mesa pa’ cumplirlo. Parece que por fin estamos viendo resultados concretos, luego de tanto hablar y poco hacer. Por fin, algo chiva pa’ celebrar.
Ahora, aunque ya tenemos un tanque funcionando, todavía queda un pedacito más por terminar. El segundo tanque, según dicen, está casi al 40% de avance y prometen que estará listo entre enero y junio del año que viene. Así que, paciencia, mae, que la espera valdrá la pena. Mientras tanto, disfrutemos de este alivio que nos dieron, porque hace mucho tiempo que necesitábamos esto por aquí.
Así que, con este panorama fresco y esperanzador, me pregunto: ¿Creen que el AyA mantendrá este ritmo de trabajo y seguirá invirtiendo en mejorar nuestra infraestructura hídrica, o volveremos a caer en la rutina de promesas incumplidas y proyectos que nunca ven la luz? ¡Compartan sus opiniones en el foro y digámonos qué les parece este avance!