¡Ay, Dios mío! Esto sí que es bronca. La CCSS prendió las alarmas porque parece que tenemos un problemón con una bacteria rara llamada Ralstonia Mannitolilytica. No es cualquier bichito, ¡es súper resistente! Ya andan apareciendo cositas en siete hospitales del país, así que hay que estar bien atentos a qué pasa.
Resulta que esta bacteria, que se disfruta en lugares húmedos, tipo pantanos y cosas así, decidió meterse en nuestros hospitales. Lo peor es que le da igual la mayoría de los limpiadores y antibióticos que usamos, entonces quitarla no es tarea fácil. Parece que llegó para quedarse y armar pataleta.
Ahora, pa’ entenderle a este brete, hablamos con el Dr. Roberto Salvatierra, un profe de la UHispano que nos explicó que los primeros síntomas pueden ser como una gripe normal: fiebre, frío, cansancio... Pero ojo, ¡no te duermas! Si no le echas empeño, puede pasar a cosas más serias como neumonía, problemas en los pulmones, daño a los riñones o hasta sepsis, que es cuando el cuerpo decide rebelarse contra sí mismo. ¡Un susto!
Y ¿quiénes tienen que cuidarse más? Pues precisamente aquellos que ya andan delicados: gente con enfermedades crónicas, los abuelitos, los chiquitos, los que luchan contra el cáncer o el VIH, y hasta los que recibieron un transplante. Ellos son los que tienen que ponerle doble cuidado y no andar confiados, porque este bichito no perdona.
Norman Rojas, del Colegio de Microbiólogos, nos contó que la manera en que se propaga dentro del hospital es a través de jeringuillas, goteros, o cualquier cosita que use la gente. Por eso, la recomendación es estar pendiente de dónde recibimos tratamientos y asegurarnos de que todo esté limpiecito, como decimos nosotros. ¡No vaya a ser que nos agarre desprevenidos!
Ya la CCSS puso a trabajar a toda la tropa y están vigilando los hospitales donde apareció la bacteria: el Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, San Juan de Dios, México, San Rafael de Alajuela, Hospital de las Mujeres, Hospital Nacional de Niños y el de Liberia. Dicen que están haciendo pruebas y tomando medidas extra para evitar que se siga propagando, pero la verdad es que uno se queda pensando qué estará pasando detrás de cámaras.
Pa’ los que andamos preocupados, el consejo de los expertos es simple: si estás en alguno de esos hospitales y de repente te sientes feo, con fiebre o agotado, ¡corre al médico! Explícale que estuviste ahí y que tienes miedo de agarrarte algo. Mejor prevenir que lamentar, como dice mi abu. No te vayas a morir porque le tuviste miedo a ir al doctor, chunche.
En fin, amigos, la cosa está seria, pero no hay que ponerse nerviosos. Hay que mantener la calma, seguir las recomendaciones de los doctores y estar pendientes de nuestra salud. Ahora me pregunto, ¿creemos que el sistema de salud está preparado para enfrentar brotes bacterianos resistentes como este, o necesitamos urgentemente invertir más en infraestructura y personal médico?
Resulta que esta bacteria, que se disfruta en lugares húmedos, tipo pantanos y cosas así, decidió meterse en nuestros hospitales. Lo peor es que le da igual la mayoría de los limpiadores y antibióticos que usamos, entonces quitarla no es tarea fácil. Parece que llegó para quedarse y armar pataleta.
Ahora, pa’ entenderle a este brete, hablamos con el Dr. Roberto Salvatierra, un profe de la UHispano que nos explicó que los primeros síntomas pueden ser como una gripe normal: fiebre, frío, cansancio... Pero ojo, ¡no te duermas! Si no le echas empeño, puede pasar a cosas más serias como neumonía, problemas en los pulmones, daño a los riñones o hasta sepsis, que es cuando el cuerpo decide rebelarse contra sí mismo. ¡Un susto!
Y ¿quiénes tienen que cuidarse más? Pues precisamente aquellos que ya andan delicados: gente con enfermedades crónicas, los abuelitos, los chiquitos, los que luchan contra el cáncer o el VIH, y hasta los que recibieron un transplante. Ellos son los que tienen que ponerle doble cuidado y no andar confiados, porque este bichito no perdona.
Norman Rojas, del Colegio de Microbiólogos, nos contó que la manera en que se propaga dentro del hospital es a través de jeringuillas, goteros, o cualquier cosita que use la gente. Por eso, la recomendación es estar pendiente de dónde recibimos tratamientos y asegurarnos de que todo esté limpiecito, como decimos nosotros. ¡No vaya a ser que nos agarre desprevenidos!
Ya la CCSS puso a trabajar a toda la tropa y están vigilando los hospitales donde apareció la bacteria: el Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, San Juan de Dios, México, San Rafael de Alajuela, Hospital de las Mujeres, Hospital Nacional de Niños y el de Liberia. Dicen que están haciendo pruebas y tomando medidas extra para evitar que se siga propagando, pero la verdad es que uno se queda pensando qué estará pasando detrás de cámaras.
Pa’ los que andamos preocupados, el consejo de los expertos es simple: si estás en alguno de esos hospitales y de repente te sientes feo, con fiebre o agotado, ¡corre al médico! Explícale que estuviste ahí y que tienes miedo de agarrarte algo. Mejor prevenir que lamentar, como dice mi abu. No te vayas a morir porque le tuviste miedo a ir al doctor, chunche.
En fin, amigos, la cosa está seria, pero no hay que ponerse nerviosos. Hay que mantener la calma, seguir las recomendaciones de los doctores y estar pendientes de nuestra salud. Ahora me pregunto, ¿creemos que el sistema de salud está preparado para enfrentar brotes bacterianos resistentes como este, o necesitamos urgentemente invertir más en infraestructura y personal médico?