La comunidad de Matina está de luto. Rudy Alberto Casasola Lacayo, querido profesor de educación física y figura clave en el desarrollo del balonmano en la región, falleció trágicamente en un accidente de tránsito ocurrido en Río Blanco, Limón. La noticia cayó como una bomba, dejando a deportistas, alumnos y amigos consternados ante la repentina partida de un hombre que dedicó su vida a formar campeones y sembrar valores en las nuevas generaciones. ¡Qué desmadre, perder a alguien así!
Rudy, con apenas 41 años, era reconocido no solo por su pasión por el balonmano, sino también por su incansable labor en la formación integral de sus estudiantes. Desde 2015, impulsó fuertemente este deporte en la Escuela de Matina, llevando a muchos chicos a descubrir la emoción de encestar y competir. Luego, los seguía guiando hacia el Liceo de Matina, asegurándose de que continúen desarrollando su talento. Siempre buscando cómo impulsar a esos muchachos, metiéndoles ganas y enseñándoles lo importante de esforzarse.
Las reacciones no se hicieron esperar. Instituciones deportivas como la Federación Costarricense de Balonmano (Fecobal), la Academia de Balonmano Liberia, y varios comités deportivos de la zona expresaron su profundo pesar a través de redes sociales. Alexander Loría, representante de Fecobal, lo definió como “un hombre que marcó la vida de muchos jóvenes en Matina”, resaltando su espíritu agradecido, su amabilidad y su capacidad para inspirar a quienes lo rodeaban. No eran simples palabras, se sentía el cariño genuino que le tenían.
Luis Orias, colega y amigo cercano, recordó a Rudy como una persona ganadora y competitiva, siempre motivando a sus equipos de balonmano y atletismo a alcanzar las metas más altas.
Rudy, con apenas 41 años, era reconocido no solo por su pasión por el balonmano, sino también por su incansable labor en la formación integral de sus estudiantes. Desde 2015, impulsó fuertemente este deporte en la Escuela de Matina, llevando a muchos chicos a descubrir la emoción de encestar y competir. Luego, los seguía guiando hacia el Liceo de Matina, asegurándose de que continúen desarrollando su talento. Siempre buscando cómo impulsar a esos muchachos, metiéndoles ganas y enseñándoles lo importante de esforzarse.
Las reacciones no se hicieron esperar. Instituciones deportivas como la Federación Costarricense de Balonmano (Fecobal), la Academia de Balonmano Liberia, y varios comités deportivos de la zona expresaron su profundo pesar a través de redes sociales. Alexander Loría, representante de Fecobal, lo definió como “un hombre que marcó la vida de muchos jóvenes en Matina”, resaltando su espíritu agradecido, su amabilidad y su capacidad para inspirar a quienes lo rodeaban. No eran simples palabras, se sentía el cariño genuino que le tenían.
Luis Orias, colega y amigo cercano, recordó a Rudy como una persona ganadora y competitiva, siempre motivando a sus equipos de balonmano y atletismo a alcanzar las metas más altas.