¡Ay, Dios mío, qué bueno esto! Parecía que íbamos caminando pa' trás, pero resulta que la economía tica le dio un portazo de alegría en agosto. Según el Banco Central, el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) se disparó un 4,8%, ¡una acelerada tremenda! Esto significa que seguimos en el brete, trabajando duro y viendo cómo las cosas van tomando forma.
La verdad, la manufactura ha sido la reina del show. Con un crecimiento interanual del 12,1%, nos ha dado una mano gigante al Producto Interno Bruto (PIB). Imagínate, casi la mitad del empuje que siente nuestra economía viene de ahí. Parece que estamos produciendo a toda máquina, aunque algunos dicen que hay que ponerle ojo avío a la competencia internacional, porque eso sí que es una vara dura.
Y no solo la manufactura anda sacándose pecho. Los servicios profesionales y administrativos también han respondido con creces, mostrando un buenísimo incremento del 7,8%. Ahí entra la gente que hace los trámites, los contadores, los abogados… esos mae que mantienen todo funcionando. También el transporte y el almacenamiento le metieron empeño, creciendo un 6,2%, ¡lo cual es vital para mover la mercancía por todo el país!
El comercio, fiel a su estilo, siguió dando pelea con un 3,1% de crecimiento, aunque quizás no tan impresionante como otros sectores. Pero hey, nadie puede echarle piedra al comercio; al final, es donde todos vamos a comprar nuestras cositas. Lo mismo aplica para los servicios inmobiliarios, que subieron un 4,1%, demostrando que la construcción sigue activa y buscando nuevos chunches para ofrecer.
Ahora bien, hablando de salud y educación, esos rubros se mantuvieron constantes, aunque con crecimientos más modestos, alrededor del 2,3%. Claro, estas varas son fundamentales para nuestro desarrollo como país, así que hay que seguir invirtiendo y cuidándolas con mucho cariño. Un pueblo educado y saludable es un pueblo con futuro, y eso no tiene precio.
Lo interesante de todo esto es que la aceleración de 0,8 puntos porcentuales en comparación con el año pasado marca la mayor subida en 21 meses. ¡Un dato que te deja pensando! Es como si le diéramos un impulso extra a la economía, tratando de recuperar el terreno perdido por la pandemia y otros reveses. Los expertos dicen que los primeros ocho meses del año han ido bastante bien, con un crecimiento promedio del 4,4%... ¡pero siempre hay un 'pero', claro está!
A pesar de esta buena racha, algunos economistas advierten que no todo es color de rosa. La inflación global sigue siendo un problema, y la incertidumbre económica mundial podría afectar nuestros exportaciones. Además, el tema del dólar y sus fluctuaciones nunca deja de preocuparnos, porque afecta directamente a las importaciones y a la deuda externa. Seamos conscientes, ¡esto no es un juego de niños! Tenemos que estar preparados para cualquier eventualidad y mantenernos alerta ante cualquier señal de cambio.
Entonces, con esta información en la mesa, me pregunto: ¿cree usted que este ritmo de crecimiento se sostendrá a largo plazo, o estamos viviendo un espejismo temporal? ¿Cuáles serían las medidas más efectivas para asegurar la estabilidad económica de Costa Rica frente a los desafíos globales?
La verdad, la manufactura ha sido la reina del show. Con un crecimiento interanual del 12,1%, nos ha dado una mano gigante al Producto Interno Bruto (PIB). Imagínate, casi la mitad del empuje que siente nuestra economía viene de ahí. Parece que estamos produciendo a toda máquina, aunque algunos dicen que hay que ponerle ojo avío a la competencia internacional, porque eso sí que es una vara dura.
Y no solo la manufactura anda sacándose pecho. Los servicios profesionales y administrativos también han respondido con creces, mostrando un buenísimo incremento del 7,8%. Ahí entra la gente que hace los trámites, los contadores, los abogados… esos mae que mantienen todo funcionando. También el transporte y el almacenamiento le metieron empeño, creciendo un 6,2%, ¡lo cual es vital para mover la mercancía por todo el país!
El comercio, fiel a su estilo, siguió dando pelea con un 3,1% de crecimiento, aunque quizás no tan impresionante como otros sectores. Pero hey, nadie puede echarle piedra al comercio; al final, es donde todos vamos a comprar nuestras cositas. Lo mismo aplica para los servicios inmobiliarios, que subieron un 4,1%, demostrando que la construcción sigue activa y buscando nuevos chunches para ofrecer.
Ahora bien, hablando de salud y educación, esos rubros se mantuvieron constantes, aunque con crecimientos más modestos, alrededor del 2,3%. Claro, estas varas son fundamentales para nuestro desarrollo como país, así que hay que seguir invirtiendo y cuidándolas con mucho cariño. Un pueblo educado y saludable es un pueblo con futuro, y eso no tiene precio.
Lo interesante de todo esto es que la aceleración de 0,8 puntos porcentuales en comparación con el año pasado marca la mayor subida en 21 meses. ¡Un dato que te deja pensando! Es como si le diéramos un impulso extra a la economía, tratando de recuperar el terreno perdido por la pandemia y otros reveses. Los expertos dicen que los primeros ocho meses del año han ido bastante bien, con un crecimiento promedio del 4,4%... ¡pero siempre hay un 'pero', claro está!
A pesar de esta buena racha, algunos economistas advierten que no todo es color de rosa. La inflación global sigue siendo un problema, y la incertidumbre económica mundial podría afectar nuestros exportaciones. Además, el tema del dólar y sus fluctuaciones nunca deja de preocuparnos, porque afecta directamente a las importaciones y a la deuda externa. Seamos conscientes, ¡esto no es un juego de niños! Tenemos que estar preparados para cualquier eventualidad y mantenernos alerta ante cualquier señal de cambio.
Entonces, con esta información en la mesa, me pregunto: ¿cree usted que este ritmo de crecimiento se sostendrá a largo plazo, o estamos viviendo un espejismo temporal? ¿Cuáles serían las medidas más efectivas para asegurar la estabilidad económica de Costa Rica frente a los desafíos globales?