¡Ay, Dios mío! Parece que ahora sí nos tocará sudar la gota gorda. Los yanquis, con su nueva política de aranceles, nos pusieron la calculadora en la mano y nos obligaron a replantearnos todo nuestro juego comercial. No es broma, esto podría afectar duro a nuestros exportadores y poner en jaque la economía nacional. ¡Qué torta!
La cosa está así: el 15% de arancel que les estamos cobrando a los productos que vamos pa’ Estados Unidos, bueno, ellos igual nos están poniendo el mismo porcentaje a nosotros. Según los expertos, esto no es nada bueno porque tenemos un pie puesto ahí, dependemos mucho de ese mercado. Algunos dicen que podríamos irnos al traste si no le agarramos la onda rápido.
Pero no todo está perdido, ¿eh? Un montón de cabecitas pensantes, incluyendo figuras como Rodrigo Cubero, expresidente del BCCR, y Viviana Santamaría de Catrade Consulting Group, dieron cátedra en un webinar organizado por la OCDE y el CPC. Lo que quedó claro es que necesitamos salir corriendo de nuestra zona de confort y buscarle la vuelta. Ya no podemos seguir esperando que alguien nos salve, ¡mae!
El panorama es este: otros países, como México, ya tienen acuerdos especiales que los sacan del apuro. Nosotros, en cambio, estamos viendo cómo la marea nos arrastra. Necesitamos renegociar con los gringos, tratar de bajar esos aranceles a un 10%, pero también – y esto es crucial – empezar a abrirnos a otros mercados. China, Reino Unido… ¡a ver qué tal!
Y no solo eso, amigos. Cubero nos recordó que tenemos problemas de competitividad serios, especialmente en las zonas costeras y fronterizas. Dice que necesitamos revisar nuestra política cambiaria y, encima, diversificar nuestras exportaciones a toda costa. Esto implica darle palo a nuevas industrias, apoyar a los emprendedores y apostarle a la innovación. En fin, trabajar como nunca antes.
Santamaría fue clara: “Tenemos que estar preparados para escenarios cambiantes”. Eso significa dejar atrás las viejas costumbres y adaptarnos rápidamente a las nuevas reglas del juego. Nos toca ser astutos, buscar las exenciones para productos agrícolas y, sobre todo, no perder la competitividad ni un segundo. ¡No podemos dormirnos en los laureles!
Ahora bien, no todo es bronca. Hay luz al final del túnel. Cubero propuso cuatro reformas estructurales que podrían ayudarnos a levantar vuelo: arreglar la seguridad social, bajar las tarifas eléctricas, invertir en infraestructura y fomentar las alianzas público-privadas. ¡Un brete de cosas por hacer! Pero si le metemos leña, podríamos salir airosos de esta situación.
Entonces, ¿qué me dirán ustedes, compas del Foro? Con estos aranceles apretándonos, ¿cree que Costa Rica tiene la capacidad de reinventarse y encontrar nuevos mercados, o estamos condenados a depender demasiado de Estados Unidos? ¡Déjenme sus opiniones abajo!
La cosa está así: el 15% de arancel que les estamos cobrando a los productos que vamos pa’ Estados Unidos, bueno, ellos igual nos están poniendo el mismo porcentaje a nosotros. Según los expertos, esto no es nada bueno porque tenemos un pie puesto ahí, dependemos mucho de ese mercado. Algunos dicen que podríamos irnos al traste si no le agarramos la onda rápido.
Pero no todo está perdido, ¿eh? Un montón de cabecitas pensantes, incluyendo figuras como Rodrigo Cubero, expresidente del BCCR, y Viviana Santamaría de Catrade Consulting Group, dieron cátedra en un webinar organizado por la OCDE y el CPC. Lo que quedó claro es que necesitamos salir corriendo de nuestra zona de confort y buscarle la vuelta. Ya no podemos seguir esperando que alguien nos salve, ¡mae!
El panorama es este: otros países, como México, ya tienen acuerdos especiales que los sacan del apuro. Nosotros, en cambio, estamos viendo cómo la marea nos arrastra. Necesitamos renegociar con los gringos, tratar de bajar esos aranceles a un 10%, pero también – y esto es crucial – empezar a abrirnos a otros mercados. China, Reino Unido… ¡a ver qué tal!
Y no solo eso, amigos. Cubero nos recordó que tenemos problemas de competitividad serios, especialmente en las zonas costeras y fronterizas. Dice que necesitamos revisar nuestra política cambiaria y, encima, diversificar nuestras exportaciones a toda costa. Esto implica darle palo a nuevas industrias, apoyar a los emprendedores y apostarle a la innovación. En fin, trabajar como nunca antes.
Santamaría fue clara: “Tenemos que estar preparados para escenarios cambiantes”. Eso significa dejar atrás las viejas costumbres y adaptarnos rápidamente a las nuevas reglas del juego. Nos toca ser astutos, buscar las exenciones para productos agrícolas y, sobre todo, no perder la competitividad ni un segundo. ¡No podemos dormirnos en los laureles!
Ahora bien, no todo es bronca. Hay luz al final del túnel. Cubero propuso cuatro reformas estructurales que podrían ayudarnos a levantar vuelo: arreglar la seguridad social, bajar las tarifas eléctricas, invertir en infraestructura y fomentar las alianzas público-privadas. ¡Un brete de cosas por hacer! Pero si le metemos leña, podríamos salir airosos de esta situación.
Entonces, ¿qué me dirán ustedes, compas del Foro? Con estos aranceles apretándonos, ¿cree que Costa Rica tiene la capacidad de reinventarse y encontrar nuevos mercados, o estamos condenados a depender demasiado de Estados Unidos? ¡Déjenme sus opiniones abajo!