¡Ay, Dios mío! Se armó la bronca en el mundo de la radio y la tele. Resulta que la Cámara Nacional de Radiodifusión (Canara), luego de revisar a fondo los documentos de la licitación de frecuencias, descubrió que hay más errores que pelos en la cabeza de Don Pedro. No mames, ¡esto está que trina!
Para ponerlos en clima, Sutel, la Supersolución de Telecomunicaciones, había anunciado con bombos y platillos la apertura de este tan esperado concurso, prometiendo plazas nuevas en AM, FM y televisión. Un proceso que, aparentemente, iba a revolucionar el medio... pero parece que alguien no le puso el corazón al asunto.
Y ahí entra Canara, que no se queda callada. Con toda la calma y la razón del mundo, anunciaron que van a presentar objeciones técnicas y legales, porque dicen que estos errores afectan directamente los derechos de los radiodifusores. Básicamente, quieren asegurarse de que la prorroga de las concesiones se respete tal como lo marca la ley. ¡No vayan a hacerles una vaca!
La ley, recuerden, dice clarito que esas concesiones tienen que seguir vigentes, y cualquier cambio drástico podría ir en contra de la estabilidad del sector. Canara enfatiza que esto es vital para mantener la pluralidad informativa y la libertad de expresión en Costa Rica. Y ni hablar de la seguridad jurídica, que a estas alturas es más valiosa que el oro. Uno quiere invertir con tranquilidad, ¿verdad?
Desde Sutel, la respuesta no ha tardado en llegar. Afirman que el proceso se hará con un “concurso de sobre cerrado” e incluso incluyen una “fase de puja”. Suena fancy, pero si hay errores en los papeles iniciales, ¿de qué sirve tanta sofisticación? Parece que quieren maquillar la situación, diay.
Esto, como ven, no es un simple tecnicismo burocrático. De por medio hay intereses económicos importantes y el futuro de muchas estaciones de radio y televisión en Costa Rica. Las radios, especialmente las comunitarias, dependen de estas concesiones para seguir sirviendo a sus comunidades, llevando información importante y entretenimiento a rincones alejados del país. Esto es más grande que una boleta de lotería, señores.
Expertos en telecomunicaciones han señalado que esta situación pone en entredicho la transparencia del proceso licitatorio. Algunos incluso sugieren que se debería reconsiderar la convocatoria hasta solucionar estos problemas. Porque, honestamente, ¿para qué andar haciendo una chincha si desde el principio se sabe que hay errores?
En fin, la pelota está en la cancha de Sutel. Ahora, la gran pregunta queda abierta para ustedes, mis queridos lectores del Foro: ¿Creen que Sutel va a rectificar y corregir estos errores, o este proceso licitatorio se seguirá arrastrando como una papaya verde? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
Para ponerlos en clima, Sutel, la Supersolución de Telecomunicaciones, había anunciado con bombos y platillos la apertura de este tan esperado concurso, prometiendo plazas nuevas en AM, FM y televisión. Un proceso que, aparentemente, iba a revolucionar el medio... pero parece que alguien no le puso el corazón al asunto.
Y ahí entra Canara, que no se queda callada. Con toda la calma y la razón del mundo, anunciaron que van a presentar objeciones técnicas y legales, porque dicen que estos errores afectan directamente los derechos de los radiodifusores. Básicamente, quieren asegurarse de que la prorroga de las concesiones se respete tal como lo marca la ley. ¡No vayan a hacerles una vaca!
La ley, recuerden, dice clarito que esas concesiones tienen que seguir vigentes, y cualquier cambio drástico podría ir en contra de la estabilidad del sector. Canara enfatiza que esto es vital para mantener la pluralidad informativa y la libertad de expresión en Costa Rica. Y ni hablar de la seguridad jurídica, que a estas alturas es más valiosa que el oro. Uno quiere invertir con tranquilidad, ¿verdad?
Desde Sutel, la respuesta no ha tardado en llegar. Afirman que el proceso se hará con un “concurso de sobre cerrado” e incluso incluyen una “fase de puja”. Suena fancy, pero si hay errores en los papeles iniciales, ¿de qué sirve tanta sofisticación? Parece que quieren maquillar la situación, diay.
Esto, como ven, no es un simple tecnicismo burocrático. De por medio hay intereses económicos importantes y el futuro de muchas estaciones de radio y televisión en Costa Rica. Las radios, especialmente las comunitarias, dependen de estas concesiones para seguir sirviendo a sus comunidades, llevando información importante y entretenimiento a rincones alejados del país. Esto es más grande que una boleta de lotería, señores.
Expertos en telecomunicaciones han señalado que esta situación pone en entredicho la transparencia del proceso licitatorio. Algunos incluso sugieren que se debería reconsiderar la convocatoria hasta solucionar estos problemas. Porque, honestamente, ¿para qué andar haciendo una chincha si desde el principio se sabe que hay errores?
En fin, la pelota está en la cancha de Sutel. Ahora, la gran pregunta queda abierta para ustedes, mis queridos lectores del Foro: ¿Creen que Sutel va a rectificar y corregir estos errores, o este proceso licitatorio se seguirá arrastrando como una papaya verde? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!