¡Ay, Dios mío, qué lío nos cayó encima! Luis Amador, otrora poderoso ministro de Obras Públicas y ahora aspirante a la presidencia, encendió la mecha con unas declaraciones fuertes contra el Presidente Chaves. El mae, sin pelos en la lengua, le pidió a los diputados que le levanten la inmunidad para que enfrente un juicio por el caso de los $32 mil. ¡Esto promete echar chispas!
Como les cuento, la trama gira alrededor de unos supuestos pagos hechos por el empresario Christian Bulgarelli al amigo y asesor de Chaves, Federico Cruz. Al parecer, a cambio de esos billetes verdes, RMC La Productora S.A. (antes Nocaut) se quedó con un jugoso contrato estatal. La Fiscalía ya tiene a Bulgarelli como testigo clave, y parece que esto no le cae nada bien al Presidente.
Amador, con toda la intención, dijo que Chaves está “malhumorado, descontrolado” por el tema. Lo acusó de esconderse y de ponerse “poses de machote” que nadie le cree. El exministro incluso le recriminó que no haya ido a la Asamblea el lunes pasado, alegando que sus “nervios lo traicionan”. ¡Menudo huesito lanzó el tipo!
¿Y qué dice la ley? Bueno, para levantarle la inmunidad a Chaves se necesitan al menos 38 votos afirmativos en la Asamblea. Si así sucede, el Presidente quedaría vulnerable a un juicio ordinario, perdiendo la protección que le brinda el cargo. Pero si no logran ese número, el proceso queda congelado hasta que termine su periodo.
La presión es enorme, los ánimos están caldeados y la opinión pública está dividida. Algunos dicen que es un atropello político, otros aseguran que es justicia tardía. Lo cierto es que el caso ha destapado una olla de grillos y ha puesto en tela de juicio la transparencia del gobierno actual. ¡Qué vara!
Muchos analistas políticos ven estas acciones como parte de una estrategia de campaña de Amador. Buscando capitalizar la impopularidad de Chaves y presentarse como el defensor de la legalidad. Aunque claro, algunos cuestionan si realmente tiene la valentía necesaria para llevar adelante este brete, pues enfrentarse a un Presidente en ejercicio no es tarea fácil, chunches.
Por supuesto, no todos están convencidos de la veracidad de las acusaciones. Hay quienes argumentan que Bulgarelli podría tener motivos ocultos para testificar en contra de Chaves, y que toda esta movida es una artimaña para desprestigiarlo. Las redes sociales están que arden con debates apasionados, memes ingeniosos y acusaciones cruzadas. ¡Qué chivato!
Ahora la pelota está en el tejado de los diputados. Su decisión este lunes definirá el futuro político del país y determinará si Chaves enfrenta o no consecuencias legales por estas graves acusaciones. Pero dime, mi pana, ¿crees que los diputados tendrán el valor de levantarle la inmunidad al Presidente, o cederán ante presiones políticas y dejarán pasar la oportunidad de hacer historia?
Como les cuento, la trama gira alrededor de unos supuestos pagos hechos por el empresario Christian Bulgarelli al amigo y asesor de Chaves, Federico Cruz. Al parecer, a cambio de esos billetes verdes, RMC La Productora S.A. (antes Nocaut) se quedó con un jugoso contrato estatal. La Fiscalía ya tiene a Bulgarelli como testigo clave, y parece que esto no le cae nada bien al Presidente.
Amador, con toda la intención, dijo que Chaves está “malhumorado, descontrolado” por el tema. Lo acusó de esconderse y de ponerse “poses de machote” que nadie le cree. El exministro incluso le recriminó que no haya ido a la Asamblea el lunes pasado, alegando que sus “nervios lo traicionan”. ¡Menudo huesito lanzó el tipo!
¿Y qué dice la ley? Bueno, para levantarle la inmunidad a Chaves se necesitan al menos 38 votos afirmativos en la Asamblea. Si así sucede, el Presidente quedaría vulnerable a un juicio ordinario, perdiendo la protección que le brinda el cargo. Pero si no logran ese número, el proceso queda congelado hasta que termine su periodo.
La presión es enorme, los ánimos están caldeados y la opinión pública está dividida. Algunos dicen que es un atropello político, otros aseguran que es justicia tardía. Lo cierto es que el caso ha destapado una olla de grillos y ha puesto en tela de juicio la transparencia del gobierno actual. ¡Qué vara!
Muchos analistas políticos ven estas acciones como parte de una estrategia de campaña de Amador. Buscando capitalizar la impopularidad de Chaves y presentarse como el defensor de la legalidad. Aunque claro, algunos cuestionan si realmente tiene la valentía necesaria para llevar adelante este brete, pues enfrentarse a un Presidente en ejercicio no es tarea fácil, chunches.
Por supuesto, no todos están convencidos de la veracidad de las acusaciones. Hay quienes argumentan que Bulgarelli podría tener motivos ocultos para testificar en contra de Chaves, y que toda esta movida es una artimaña para desprestigiarlo. Las redes sociales están que arden con debates apasionados, memes ingeniosos y acusaciones cruzadas. ¡Qué chivato!
Ahora la pelota está en el tejado de los diputados. Su decisión este lunes definirá el futuro político del país y determinará si Chaves enfrenta o no consecuencias legales por estas graves acusaciones. Pero dime, mi pana, ¿crees que los diputados tendrán el valor de levantarle la inmunidad al Presidente, o cederán ante presiones políticas y dejarán pasar la oportunidad de hacer historia?