¡Efectivamente, raza! La Corporación Multi Inversiones (CMI), esos señores que hacen la harina que usamos pa' hacer galletas y pan tres leches, andan celebrando casi un siglo de brete en la industria molinera. No es poca cosa, eh. Casi noventa años triturando granos y haciendo magia con el trigo, expandiéndose como agua entre rocas por toda Centroamérica y hasta al Caribe. Uno se queda pensando cómo empezó todo este tinglado.
La movida arrancó allá por 1936, con Don Juan Bautista Gutiérrez, el abuelo fundador, metiendo las manos en masa literal y figuradamente. Un molino modesto, pero con la visión clara de que podía llegar lejos. Y vaya si llegó lejos, ahora forman parte de B4B, una unidad de negocio que se dedica a todo lo relacionado con el trigo, el maíz, y hasta comida para animales. ¡Un changüí! Imaginen el número de obreros que eso implica.
Hoy en día, CMI tiene molinos y plantas procesadoras en siete países: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, República Dominicana y hasta se aventuraron a México y Colombia. ¡Qué chimba! Operan diez molinos propios, incluyendo Harisa en El Salvador, GEMINA en Nicaragua, y acá en Costa Rica tenemos a Fhacasa, dando pelea y asegurando que tengamos pan fresco todos los días. Además, cuentan con una red de distribución gigante, con unos veintiocho centros pa’ llevarles la harina a todos lados, ¡literalmente!
Y ni hablar de las marcas que manejan. ¡Una lista larga! Tenemos Molinos Modernos, Virgen de Covadonga, El Sol, Fhacasa (nuestra querida), Blanquita Vita Lechero… Son nombres que hemos escuchado desde chiquitos, y que representan calidad y confianza. Que no nos engañen con otras marcas importadas, porque la harina tica es otra onda, pura candela.
Han pasado muchas cosas en estos casi noventa años. En 1989 llegaron a Costa Rica con FHACASA, un hito importantísimo para nuestra economía. Luego fueron conquistando otros territorios, como República Dominicana en 2002, México en 2012 y Nicaragua en 2015. Cada compra es como ponerle otra capa de pintura a su imperio. Lo más reciente fue incorporar AIS Bakery en 2022, una empresa con años de experiencia en pastelería. ¡Eso sí que es meterle billete al futuro!
Pero no todo es chambear duro, CMI parece que anda preocupada por echarle una mano a los demás. A través de COCREO y la Academia de Panadería y Repostería de Molinos Modernos, les dan una oportunidad a los emprendedores, enseñándoles cómo hacer pan y postres deliciosos. También apoyan a los negocitos pequeños, con productos hechos a la medida. ¡Eso sí es trabajar con el corazón!
Y hablando de corazones, tampoco se olvidan del medio ambiente. Parece que ya se dieron cuenta que tragar saliva es necesario, así que se pusieron a instalar paneles solares en varias plantas y hasta obtuvieron certificaciones carbono neutral en nueve de sus instalaciones. Vamos, que intentan dejar una huella lo más pequeña posible, cosa que siempre es bueno aplaudir. Está claro que no quieren irse al traste con el planeta.
Entonces, amigos, ¿qué piensan ustedes? ¿Es el éxito continuo de CMI un reflejo genuino de la prosperidad económica de Costa Rica, o simplemente una empresa bien administrada que aprovecha las oportunidades? ¿Creen que iniciativas como COCREO realmente impactan positivamente en el desarrollo de pequeños emprendedores, o es solamente publicidad bonita? ¡Déjenme saber sus opiniones en los comentarios!
La movida arrancó allá por 1936, con Don Juan Bautista Gutiérrez, el abuelo fundador, metiendo las manos en masa literal y figuradamente. Un molino modesto, pero con la visión clara de que podía llegar lejos. Y vaya si llegó lejos, ahora forman parte de B4B, una unidad de negocio que se dedica a todo lo relacionado con el trigo, el maíz, y hasta comida para animales. ¡Un changüí! Imaginen el número de obreros que eso implica.
Hoy en día, CMI tiene molinos y plantas procesadoras en siete países: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, República Dominicana y hasta se aventuraron a México y Colombia. ¡Qué chimba! Operan diez molinos propios, incluyendo Harisa en El Salvador, GEMINA en Nicaragua, y acá en Costa Rica tenemos a Fhacasa, dando pelea y asegurando que tengamos pan fresco todos los días. Además, cuentan con una red de distribución gigante, con unos veintiocho centros pa’ llevarles la harina a todos lados, ¡literalmente!
Y ni hablar de las marcas que manejan. ¡Una lista larga! Tenemos Molinos Modernos, Virgen de Covadonga, El Sol, Fhacasa (nuestra querida), Blanquita Vita Lechero… Son nombres que hemos escuchado desde chiquitos, y que representan calidad y confianza. Que no nos engañen con otras marcas importadas, porque la harina tica es otra onda, pura candela.
Han pasado muchas cosas en estos casi noventa años. En 1989 llegaron a Costa Rica con FHACASA, un hito importantísimo para nuestra economía. Luego fueron conquistando otros territorios, como República Dominicana en 2002, México en 2012 y Nicaragua en 2015. Cada compra es como ponerle otra capa de pintura a su imperio. Lo más reciente fue incorporar AIS Bakery en 2022, una empresa con años de experiencia en pastelería. ¡Eso sí que es meterle billete al futuro!
Pero no todo es chambear duro, CMI parece que anda preocupada por echarle una mano a los demás. A través de COCREO y la Academia de Panadería y Repostería de Molinos Modernos, les dan una oportunidad a los emprendedores, enseñándoles cómo hacer pan y postres deliciosos. También apoyan a los negocitos pequeños, con productos hechos a la medida. ¡Eso sí es trabajar con el corazón!
Y hablando de corazones, tampoco se olvidan del medio ambiente. Parece que ya se dieron cuenta que tragar saliva es necesario, así que se pusieron a instalar paneles solares en varias plantas y hasta obtuvieron certificaciones carbono neutral en nueve de sus instalaciones. Vamos, que intentan dejar una huella lo más pequeña posible, cosa que siempre es bueno aplaudir. Está claro que no quieren irse al traste con el planeta.
Entonces, amigos, ¿qué piensan ustedes? ¿Es el éxito continuo de CMI un reflejo genuino de la prosperidad económica de Costa Rica, o simplemente una empresa bien administrada que aprovecha las oportunidades? ¿Creen que iniciativas como COCREO realmente impactan positivamente en el desarrollo de pequeños emprendedores, o es solamente publicidad bonita? ¡Déjenme saber sus opiniones en los comentarios!