Sí pasa. Pones tu teléfono celular en una mesa y alguien le tira encima un trago. O puedes dejarlo fuera en el porche y llueve toda la noche, o vas al baño, tomas esa llamada necesaria de la oficina y - ¡ups! – ahí está, ¡sumergido en seis pulgadas de aguas negras! Aprende qué hacer en caso de emergencia.
Suponiendo que seas lo suficientemente valiente para recoger el teléfono de en donde sea que haya caído, ¿qué hacer después? ¿Lo sacudes lo más que puedes y tratas de encenderlo otra vez? (No es recomendable. La humedad puede causar daño permanente.) ¿Buscas el horno de microondas más cercano para secarlo? ¡No! ¿Lo llevas de regreso a la tienda de teléfonos y esperas que el daño esté cubierto por la garantía? ¡Prepárate para recibir una decepción!
Pues bien, hay otra manera de hacerlo. Si actúas con rapidez, es posible que salves al teléfono.
He aquí lo que debes hacer:
Suponiendo que seas lo suficientemente valiente para recoger el teléfono de en donde sea que haya caído, ¿qué hacer después? ¿Lo sacudes lo más que puedes y tratas de encenderlo otra vez? (No es recomendable. La humedad puede causar daño permanente.) ¿Buscas el horno de microondas más cercano para secarlo? ¡No! ¿Lo llevas de regreso a la tienda de teléfonos y esperas que el daño esté cubierto por la garantía? ¡Prepárate para recibir una decepción!
Pues bien, hay otra manera de hacerlo. Si actúas con rapidez, es posible que salves al teléfono.
He aquí lo que debes hacer:
1. Quita la batería inmediatamente. (Si tienes un iPhone, sáltate este paso. La batería no es desmontable.)
2. Si hay una tarjeta SIM desmontable, quítala también. Aunque tu teléfono no tenga compostura, debes de poder recuperar la mayoría de la información – como tu libreta de direcciones – que está almacenada en la tarjeta SIM.
3. Deshazte de cualquier humedad en exceso soplando sobre el teléfono, sacudiéndolo suavemente o usando una toalla de papel para absorberla. (Esas latas con aire comprimido para limpiar los tableros de la computadora son ideales, pero asumimos que no las cargas contigo.) No uses la secadora de pelo, un horno o cualquier otro tipo de secador con calor intenso, ya que esto puede cocinar a los delicados circuitos electrónicos.
4. Tan pronto como puedas, cubre completamente el teléfono en un plato hondo o en una bolsa con arroz sin cocer y déjalo ahí durante varias horas. El arroz extraerá cualquier humedad restante. (Esas bolsas pequeñas de gel sílice harán lo mismo, pero, una vez más, son difíciles de conseguir.)
5. Sopla cualquier polvo de arroz del teléfono y reemplaza la batería y la tarjeta SIM. Con suerte, ¡prenderá como si nada hubiera pasado!
6. Si no hay señales de vida, intenta desmontar la batería y conectarlo al cargador. Si se enciende, entonces tu batería necesita reemplazarse, pero el teléfono en sí está bien.
Si se te cayó el teléfono en el escusado, quizá quieras limpiarlo con desinfectante antes de empezar el proceso de secado. Pero no seas muy generoso con los líquidos limpiadores; los adhesivos y otros materiales delicados del teléfono pueden dañarse fácilmente con ellos.
Recuerda, mientras más rápido actúes, más oportunidad tendrás de salvar a un teléfono que sirva.
Recuerda, mientras más rápido actúes, más oportunidad tendrás de salvar a un teléfono que sirva.