Mae, no sé ustedes, pero a mí casi me da algo ayer con toda la vara del Sinpe Móvil. La cadena de WhatsApp de la tía que reenvía todo, los posts en Facebook, el compa del brete que juraba que ya le habían cobrado un impuesto por pasarle plata a la mamá... ¡Qué despiche se armó! Por un momento, todos vimos el apocalipsis financiero personal en el horizonte: el fin de las transferencias gratis para pagar la tanda, la birra del viernes o el arreglo del carro. El pánico colectivo fue real, y la verdad, con toda la razón del mundo, porque la información andaba más perdida que el chiquito de la Llorona.
Pero bueno, respiremos. Después de que medio país casi colapsa, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) tuvo que salir a apagar el incendio con un comunicado de prensa. Y aquí viene el resumen para que no se enreden: no, no nos van a cobrar un nuevo impuesto por usar Sinpe Móvil. ¡Repito, NO es un impuesto para nosotros los usuarios! La única modificación que empezó a regir es una vara meramente fiscal para los comercios. Resulta que ahora, por orden del Ministerio de Hacienda, cuando un negocio recibe un pago por Sinpe, tiene que meter un código especial en la factura electrónica. Es exactamente lo mismo que ya hacen cuando uno paga con tarjeta o en efectivo. El objetivo, diay, es que Hacienda tenga más claro el panorama de la plata que se mueve en el país.
Ahora, aquí es donde uno se pone a pensar. Si el cambio era tan simple y no nos afectaba directamente, ¿por qué se armó semejante caos? La respuesta es sencilla: comunicación deficiente. Con todo respeto, el Gobierno se jaló una torta monumental al no anticipar el pánico que una noticia así, mal explicada, iba a generar. En lugar de sacar una campaña informativa clara y directa una semana antes, explicando el "para quién, por qué y cómo" de la medida, dejaron que el chisme creciera como una bola de nieve. Soltaron la información y dejaron que el imaginario popular hiciera el resto. Un error de principiantes que nos costó un buen susto a todos.
Seamos honestos, el Sinpe Móvil ya es como el arroz y los frijoles de las finanzas ticas. Es el chunche que usamos para todo: desde pagarle al guachimán hasta dividir la cuenta de la pizza entre cinco maes. Ha simplificado la vida de una manera increíble y se ha vuelto una herramienta indispensable en el día a día. Por eso, cualquier noticia que suene a "cambio" o "limitación" enciende todas las alarmas. Tocar el Sinpe es meterse con algo casi sagrado para la economía personal de muchísima gente. El susto no fue por paranoicos, fue una reacción lógica a la amenaza percibida sobre una herramienta que nos soluciona la vida a diario.
Al final, parece que el plan no se fue al traste y podemos seguir "sinpeando" en paz, al menos por ahora. La aclaración del BCCR trajo calma, pero también dejó una lección importante sobre la necesidad de comunicar mejor este tipo de cambios. La confianza cuesta mucho construirla y muy poco perderla. Así que, por ahora, el único cambio real será ver un código nuevo en la factura del súper, no un cobro extra en nuestro estado de cuenta. Pero la pregunta queda en el aire, maes... ¿Ustedes también cayeron en el pánico del "impuesto al Sinpe"? ¿O creen que este es solo el primer paso para que, en un futuro, Hacienda sí termine metiéndole mano a la vara? ¡Los leo!
Pero bueno, respiremos. Después de que medio país casi colapsa, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) tuvo que salir a apagar el incendio con un comunicado de prensa. Y aquí viene el resumen para que no se enreden: no, no nos van a cobrar un nuevo impuesto por usar Sinpe Móvil. ¡Repito, NO es un impuesto para nosotros los usuarios! La única modificación que empezó a regir es una vara meramente fiscal para los comercios. Resulta que ahora, por orden del Ministerio de Hacienda, cuando un negocio recibe un pago por Sinpe, tiene que meter un código especial en la factura electrónica. Es exactamente lo mismo que ya hacen cuando uno paga con tarjeta o en efectivo. El objetivo, diay, es que Hacienda tenga más claro el panorama de la plata que se mueve en el país.
Ahora, aquí es donde uno se pone a pensar. Si el cambio era tan simple y no nos afectaba directamente, ¿por qué se armó semejante caos? La respuesta es sencilla: comunicación deficiente. Con todo respeto, el Gobierno se jaló una torta monumental al no anticipar el pánico que una noticia así, mal explicada, iba a generar. En lugar de sacar una campaña informativa clara y directa una semana antes, explicando el "para quién, por qué y cómo" de la medida, dejaron que el chisme creciera como una bola de nieve. Soltaron la información y dejaron que el imaginario popular hiciera el resto. Un error de principiantes que nos costó un buen susto a todos.
Seamos honestos, el Sinpe Móvil ya es como el arroz y los frijoles de las finanzas ticas. Es el chunche que usamos para todo: desde pagarle al guachimán hasta dividir la cuenta de la pizza entre cinco maes. Ha simplificado la vida de una manera increíble y se ha vuelto una herramienta indispensable en el día a día. Por eso, cualquier noticia que suene a "cambio" o "limitación" enciende todas las alarmas. Tocar el Sinpe es meterse con algo casi sagrado para la economía personal de muchísima gente. El susto no fue por paranoicos, fue una reacción lógica a la amenaza percibida sobre una herramienta que nos soluciona la vida a diario.
Al final, parece que el plan no se fue al traste y podemos seguir "sinpeando" en paz, al menos por ahora. La aclaración del BCCR trajo calma, pero también dejó una lección importante sobre la necesidad de comunicar mejor este tipo de cambios. La confianza cuesta mucho construirla y muy poco perderla. Así que, por ahora, el único cambio real será ver un código nuevo en la factura del súper, no un cobro extra en nuestro estado de cuenta. Pero la pregunta queda en el aire, maes... ¿Ustedes también cayeron en el pánico del "impuesto al Sinpe"? ¿O creen que este es solo el primer paso para que, en un futuro, Hacienda sí termine metiéndole mano a la vara? ¡Los leo!