¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con movidas raras, mi gente. Resulta que la oficina del OIJ agarró a dos señores, de origen colombiano pero con papeles de costarricenses, que ahora podrían irse pa’ Francia. Parece que tienen cuentas pendientes allá, y ni hablar, ¡de narcotráfico internacional!
Estos dos, uno de 47 y otro de 40 años, se han hecho tramposos viviendo aquí, aprovechándose de nuestras leyes, dicen algunos. Pero ahora, parece que la justicia europea no perdona y quiere que rindan cuentas. Se suma esto a la lista de gentes que, gracias a la reciente modificación de la Constitución, pueden ser extraditadas a otros países. ¡Un siete y ocho, pa' ponerle 'carga'!
Para entender la magnitud de la cosa, hay que recordar que antes era imposible mandar a un tico o naturalizado fuera del país por temas judiciales. La Constitución nos protegía como murallas. Pero luego vino la reforma al artículo 32, impulsada por el gobierno para tratar de demostrar que estamos comprometidos con la lucha contra el crimen organizado, especialmente el narcotráfico. Como saben, EE.UU. también anda pidiendo extraditiones, y eso le da al país una imagen de cooperación internacional... aunque a algunos les huele a ‘qué ganas tiene Costa Rica’.
Las autoridades francesas hicieron la petición formal al OIJ, alegando que estos tipos andaban metidos hasta el cuello en el negocio de la droga. Entonces, los judiciales hicieron unos allanamientos en Cartago y Alajuela, agarraron a los sospechosos y ahora están esperando que Francia envíe toda la papelería necesaria para empezar el proceso de extradición. Dice el comunicado del OIJ: 'Ambos sujetos quedaron a las órdenes de las autoridades judiciales de Costa Rica, quienes recibirán la documentación oficial enviada por Francia'.
Y ahí viene el brete, mi pana. Un tribunal penal tendrá que revisar si todo está en regla para poder mandarlos pa’ Francia. Tendrán que ver si cumplen con todos los requisitos legales. Y además, van a tener que coordinar con los franceses para que puedan venir acá y hacer el proceso directamente. Esto puede tardar un buen rato, porque las cosas así no se resuelven en un día. Además, tengamos presente el caso de Celso Gamboa, preso en Estados Unidos, todavía con su proceso dando vueltas… ¡Qué sal!
Recordemos que con estos dos serían nueve personas detenidas en Costa Rica con miras a extradición, incluyendo al exministro Celso Gamboa, quien enfrenta acusaciones de narcotráfico en Dallas, Texas. Su caso sigue siendo un dolor de cabeza pa' el gobierno, y demuestra que esta nueva ley tiene consecuencias reales. La verdad es que muchos se preguntan si realmente esta reforma ha fortalecido la seguridad jurídica o si simplemente ha abierto la puerta a abusos.
Este tema revuelve muchas aguas, ¿eh? Por un lado, tenemos la necesidad de cooperar con otros países en la lucha contra el crimen organizado. Por otro, la preocupación por proteger los derechos de nuestros ciudadanos, incluso de aquellos que hayan cometido delitos en el extranjero. Algunos políticos dicen que es un paso importante para mostrar nuestro compromiso con la seguridad global. Otros, más críticos, argumentan que estamos vendiendo nuestra soberanía a cambio de favores internacionales. En fin, ¡una verdadera torta!”.
¿Ustedes qué opinan, colegas? Con esta ola de extradiciones, ¿cree usted que Costa Rica está perdiendo su esencia de 'paraíso seguro', o es un sacrificio necesario para combatir el crimen transnacional?
Estos dos, uno de 47 y otro de 40 años, se han hecho tramposos viviendo aquí, aprovechándose de nuestras leyes, dicen algunos. Pero ahora, parece que la justicia europea no perdona y quiere que rindan cuentas. Se suma esto a la lista de gentes que, gracias a la reciente modificación de la Constitución, pueden ser extraditadas a otros países. ¡Un siete y ocho, pa' ponerle 'carga'!
Para entender la magnitud de la cosa, hay que recordar que antes era imposible mandar a un tico o naturalizado fuera del país por temas judiciales. La Constitución nos protegía como murallas. Pero luego vino la reforma al artículo 32, impulsada por el gobierno para tratar de demostrar que estamos comprometidos con la lucha contra el crimen organizado, especialmente el narcotráfico. Como saben, EE.UU. también anda pidiendo extraditiones, y eso le da al país una imagen de cooperación internacional... aunque a algunos les huele a ‘qué ganas tiene Costa Rica’.
Las autoridades francesas hicieron la petición formal al OIJ, alegando que estos tipos andaban metidos hasta el cuello en el negocio de la droga. Entonces, los judiciales hicieron unos allanamientos en Cartago y Alajuela, agarraron a los sospechosos y ahora están esperando que Francia envíe toda la papelería necesaria para empezar el proceso de extradición. Dice el comunicado del OIJ: 'Ambos sujetos quedaron a las órdenes de las autoridades judiciales de Costa Rica, quienes recibirán la documentación oficial enviada por Francia'.
Y ahí viene el brete, mi pana. Un tribunal penal tendrá que revisar si todo está en regla para poder mandarlos pa’ Francia. Tendrán que ver si cumplen con todos los requisitos legales. Y además, van a tener que coordinar con los franceses para que puedan venir acá y hacer el proceso directamente. Esto puede tardar un buen rato, porque las cosas así no se resuelven en un día. Además, tengamos presente el caso de Celso Gamboa, preso en Estados Unidos, todavía con su proceso dando vueltas… ¡Qué sal!
Recordemos que con estos dos serían nueve personas detenidas en Costa Rica con miras a extradición, incluyendo al exministro Celso Gamboa, quien enfrenta acusaciones de narcotráfico en Dallas, Texas. Su caso sigue siendo un dolor de cabeza pa' el gobierno, y demuestra que esta nueva ley tiene consecuencias reales. La verdad es que muchos se preguntan si realmente esta reforma ha fortalecido la seguridad jurídica o si simplemente ha abierto la puerta a abusos.
Este tema revuelve muchas aguas, ¿eh? Por un lado, tenemos la necesidad de cooperar con otros países en la lucha contra el crimen organizado. Por otro, la preocupación por proteger los derechos de nuestros ciudadanos, incluso de aquellos que hayan cometido delitos en el extranjero. Algunos políticos dicen que es un paso importante para mostrar nuestro compromiso con la seguridad global. Otros, más críticos, argumentan que estamos vendiendo nuestra soberanía a cambio de favores internacionales. En fin, ¡una verdadera torta!”.
¿Ustedes qué opinan, colegas? Con esta ola de extradiciones, ¿cree usted que Costa Rica está perdiendo su esencia de 'paraíso seguro', o es un sacrificio necesario para combatir el crimen transnacional?
