¡Ay, Dios mío, qué rollo! Resulta que la diputada Sofía Guillén tendrá que ir a declarar en el juicio contra Alexander Barrantes, el chavista del PSD. La Sala de Casación Penal la citó, así que prepárense porque esto promete tener más vueltas que un resbaladero en Bagaces.
Todo comenzó hace un buen tiempo, cuando Guillén soltó la bomba en pleno Plenario. Dijo que Barrantes le había ofrecido “cargos y embajadas” a cambio de su apoyo al proyecto de ley de los eurobonos, esos seis mil millones que dieron tanto que hablar. ¡Imagínate la cara de la chinita cuando salió eso!
Barrantes, claro, no lo negó rotundamente. Más bien, se defendió diciendo que estaban “negociando por el bien de la patria”. ¡Negociando! Aquí parece que todo vale para pasar la factura, diay. Como si fuera juego de mesa, ¿verdad?
La cosa pinta fea para Barrantes, porque la Fiscalía General lo acusó formalmente de “penalidad del corruptor” – ¡qué nombre tan largo! – en relación con ese ofertazo de puestos que le hizo a Guillén. Dicen que intentaba influir en su voto para favorecer los eurobonos, lo cual es turbio, pa’ ponerlo suave.
Y ni hablar de que ya le habían pedido levantarle la inmunidad para poder llevarlo a juicio. Pero el señor decidió renunciar a su fuerito, buscando quizás evitarse más problemas. Eso demuestra que la presión debe estar siendo grande, aunque igual se cree muy listo.
¿Recuerdan cuando la Corte Plena pidió levantarle la inmunidad allá por mayo? Parece que todo este brete ha sido un circo desde entonces, con idas y venidas legales y declaraciones confusas. Uno se pregunta qué tanta transparencia habrá en todo esto, ¿eh?
Ahora, Guillén tiene que dar su versión de los hechos el próximo 14 de enero a las 8:30 a.m. A ver si sale con alguna sorpresa o confirma lo que ya sabemos: que Barrantes andaba ofreciendo facilidades a cambio de votos. El caso va tomando tintes de novela, con giros inesperados y personajes cuestionables, vamos.
En fin, este escándalo de los eurobonos y las posibles coimas sigue dando de qué hablar. Con la corrupción acechando en cada esquina, uno se siente impotente. ¿Ustedes creen que este juicio traerá claridad a la ciudadanía sobre cómo se manejan los recursos públicos en nuestro país, o será solo otro capítulo de impunidad?
Todo comenzó hace un buen tiempo, cuando Guillén soltó la bomba en pleno Plenario. Dijo que Barrantes le había ofrecido “cargos y embajadas” a cambio de su apoyo al proyecto de ley de los eurobonos, esos seis mil millones que dieron tanto que hablar. ¡Imagínate la cara de la chinita cuando salió eso!
Barrantes, claro, no lo negó rotundamente. Más bien, se defendió diciendo que estaban “negociando por el bien de la patria”. ¡Negociando! Aquí parece que todo vale para pasar la factura, diay. Como si fuera juego de mesa, ¿verdad?
La cosa pinta fea para Barrantes, porque la Fiscalía General lo acusó formalmente de “penalidad del corruptor” – ¡qué nombre tan largo! – en relación con ese ofertazo de puestos que le hizo a Guillén. Dicen que intentaba influir en su voto para favorecer los eurobonos, lo cual es turbio, pa’ ponerlo suave.
Y ni hablar de que ya le habían pedido levantarle la inmunidad para poder llevarlo a juicio. Pero el señor decidió renunciar a su fuerito, buscando quizás evitarse más problemas. Eso demuestra que la presión debe estar siendo grande, aunque igual se cree muy listo.
¿Recuerdan cuando la Corte Plena pidió levantarle la inmunidad allá por mayo? Parece que todo este brete ha sido un circo desde entonces, con idas y venidas legales y declaraciones confusas. Uno se pregunta qué tanta transparencia habrá en todo esto, ¿eh?
Ahora, Guillén tiene que dar su versión de los hechos el próximo 14 de enero a las 8:30 a.m. A ver si sale con alguna sorpresa o confirma lo que ya sabemos: que Barrantes andaba ofreciendo facilidades a cambio de votos. El caso va tomando tintes de novela, con giros inesperados y personajes cuestionables, vamos.
En fin, este escándalo de los eurobonos y las posibles coimas sigue dando de qué hablar. Con la corrupción acechando en cada esquina, uno se siente impotente. ¿Ustedes creen que este juicio traerá claridad a la ciudadanía sobre cómo se manejan los recursos públicos en nuestro país, o será solo otro capítulo de impunidad?
