Bueno, gente, parece que se acabó el recreo en Cuesta de Moras. Apunten la fecha: este próximo lunes 8 de setiembre, la novela sobre el levantamiento de la inmunidad del presi Rodrigo Chaves y su ministro de Cultura, Jorge Rodríguez, llega a un punto clave. La comisión especial que ha estado masticando este tema por semanas finalmente va a votar qué le recomienda al Plenario. Todo este brete es por la denuncia de supuesta concusión en el sonado caso BCIE-Cariñitos, una vara que tiene a medio país comiéndose las uñas y al otro medio haciendo memes. La confirmación del día D vino de la diputada liberacionista Andrea Álvarez, quien preside el churuco.
Ahora, si ustedes creen que la cosa es tan fácil como un “sí” o un “no”, están más perdidos que el chiquito de la Llorona. Aquí es donde la vara se pone color de hormiga. Según las reglas del juego, hay tres posibles resultados, y honestamente, dos de ellos suenan a un enredo de campeonato. El escenario ideal para la claridad sería un informe de mayoría claro, ya sea a favor o en contra. Pero, ¡agárrense!, también podríamos terminar con un informe de mayoría y uno de minoría (dos diputados opinan una cosa, y el tercero sale con la suya) o, el peor de los casos para la digestión política, tres informes de minoría. O sea, un despiche donde cada diputado sale con su propio cuento. Imagínense el zafarrancho que sería tratar de debatir eso en el Plenario.
Para los que andan un poco desconectados, recordemos el chisme completo. Tanto Chaves como Rodríguez ya fueron a la comisión a echar su versión. Pero para ponerle más picante al asunto, el Fiscal General, Carlo Díaz, también se apersonó y soltó una bomba: dijo, sin pelos en la lengua, que la acusación no es puro humo. Según él, tienen documentos, audios y testimonios que sustentan el caso contra el mandatario. Mientras tanto, el ministro Rodríguez, en una jugada que muchos ven como estratégica, ya mandó a decir que por él no hay bronca, que le quiten la inmunidad de una vez. Una movida que, claramente, busca aislar al presidente en el centro del huracán.
Y no crean que la película se acaba el lunes. Una vez que la comisión entregue su recomendación (o su despiche de recomendaciones), el chunche pasa al Plenario, pero no de inmediato. Hay que esperar 8 días. Cuando por fin llega el momento, se lee el informe en sesión con los acusados presentes. Ahí, Chaves y Rodríguez tendrán hasta 30 minutos cada uno para defenderse, aunque también podrían ausentarse si así lo prefieren. Después de ese acto, empieza el verdadero circo: la deliberación. Cada uno de los 57 diputados tendrá hasta 15 minutos para hablar. Saquen la calculadora… eso es un montón de tiempo, pero todo tiene que terminar antes de las 7:00 p.m. para que se pueda votar ese mismo día.
Al final, todo se resume a un número mágico: 38. Esa es la cantidad de votos que se necesitan (dos tercios de la Asamblea) para decirle adiós a la inmunidad presidencial. No es cualquier cosa, se necesita un acuerdo político de los grandes para alcanzar esa cifra. Si los diputados lo logran, la papa caliente pasa directo a la Corte Suprema de Justicia, y ahí sí, la vara se pone seria de verdad. Si no lo logran, el caso se congela hasta que Chaves termine su mandato. El lunes solo sabremos la recomendación, pero esa recomendación sin duda marcará el ritmo del baile que se viene en el Plenario.
Ustedes qué dicen, maes. ¿Creen que los diputados van a soltar la papa caliente y dejar que la justicia decida, o se va a imponer la política y todo quedará en nada? ¿Se juntan los 38 votos? Los leo.
Ahora, si ustedes creen que la cosa es tan fácil como un “sí” o un “no”, están más perdidos que el chiquito de la Llorona. Aquí es donde la vara se pone color de hormiga. Según las reglas del juego, hay tres posibles resultados, y honestamente, dos de ellos suenan a un enredo de campeonato. El escenario ideal para la claridad sería un informe de mayoría claro, ya sea a favor o en contra. Pero, ¡agárrense!, también podríamos terminar con un informe de mayoría y uno de minoría (dos diputados opinan una cosa, y el tercero sale con la suya) o, el peor de los casos para la digestión política, tres informes de minoría. O sea, un despiche donde cada diputado sale con su propio cuento. Imagínense el zafarrancho que sería tratar de debatir eso en el Plenario.
Para los que andan un poco desconectados, recordemos el chisme completo. Tanto Chaves como Rodríguez ya fueron a la comisión a echar su versión. Pero para ponerle más picante al asunto, el Fiscal General, Carlo Díaz, también se apersonó y soltó una bomba: dijo, sin pelos en la lengua, que la acusación no es puro humo. Según él, tienen documentos, audios y testimonios que sustentan el caso contra el mandatario. Mientras tanto, el ministro Rodríguez, en una jugada que muchos ven como estratégica, ya mandó a decir que por él no hay bronca, que le quiten la inmunidad de una vez. Una movida que, claramente, busca aislar al presidente en el centro del huracán.
Y no crean que la película se acaba el lunes. Una vez que la comisión entregue su recomendación (o su despiche de recomendaciones), el chunche pasa al Plenario, pero no de inmediato. Hay que esperar 8 días. Cuando por fin llega el momento, se lee el informe en sesión con los acusados presentes. Ahí, Chaves y Rodríguez tendrán hasta 30 minutos cada uno para defenderse, aunque también podrían ausentarse si así lo prefieren. Después de ese acto, empieza el verdadero circo: la deliberación. Cada uno de los 57 diputados tendrá hasta 15 minutos para hablar. Saquen la calculadora… eso es un montón de tiempo, pero todo tiene que terminar antes de las 7:00 p.m. para que se pueda votar ese mismo día.
Al final, todo se resume a un número mágico: 38. Esa es la cantidad de votos que se necesitan (dos tercios de la Asamblea) para decirle adiós a la inmunidad presidencial. No es cualquier cosa, se necesita un acuerdo político de los grandes para alcanzar esa cifra. Si los diputados lo logran, la papa caliente pasa directo a la Corte Suprema de Justicia, y ahí sí, la vara se pone seria de verdad. Si no lo logran, el caso se congela hasta que Chaves termine su mandato. El lunes solo sabremos la recomendación, pero esa recomendación sin duda marcará el ritmo del baile que se viene en el Plenario.
Ustedes qué dicen, maes. ¿Creen que los diputados van a soltar la papa caliente y dejar que la justicia decida, o se va a imponer la política y todo quedará en nada? ¿Se juntan los 38 votos? Los leo.