¿Porque Hugorila no podrá imitarlo aunque sea un poco? A Lula nunca se le ve armando pleitos y haciendo el ridículo
Lula anuncia un ambicioso plan de estímulo a las exportaciones
Lula anuncia el programa, que se sustentará en el superávit fiscal.
Río de Janeiro. — El presidente brasileño Lula da Silva anunció un ambicioso plan de desarrollo industrial mediante una combinación de exenciones fiscales y créditos subsidiados para exportadores, destinados a poner al país "en el mismo nivel de los países desarrollados". Brasil ya es un protagonista de la escena mundial: es la primera economía de América latina, con un alto nivel de inserción en los mercados internacionales. Recientemente recibió el "grado de inversión" de la agencia de calificaciones Standar and Poor's.
La nueva política industrial contempla una exención fiscal por más de 12.600 millones de dólares hasta 2011, además de la concesión de préstamos a tasa subsidiada (7 por ciento anual) a sectores definidos como prioritarios, muchos orientados a los mercados externos. Según Lula, el programa "pondrá a Brasil en los próximos años en el nivel de los países desarrollados que hoy conocemos, que son los países europeos, Estados Unidos y Japón".
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, dijo por su parte que el conjunto de medidas, bautizado como Política de Desarrollo Productivo, "es un plan ambicioso, pero realista. Es osado en lo que se refiere a abaratar el costo de inversiones y exportaciones, con el objetivo de garantizar la sostenibilidad del ciclo de crecimiento económico. El objetivo de la política industrial es aumentar las inversiones y las exportaciones. Necesitamos una nueva ola de exportaciones de Brasil". Mantega indicó que la mayor parte de los fondos para el programa provendrán del superávit primario de Brasil.
La excepción argentina.Las importaciones brasileñas han crecido a más del doble del ritmo de las exportaciones en meses recientes, debido a la valorización del real frente al dólar. Argentina es una excepción: la balanza comercial bilateral es ampliamente favorable a Brasil, pese a la fuerte devaluación del peso frente al dólar sostenida por Buenos Aires mediante la masiva compra de dólares.
El proyecto incluye la reactivación de una línea de crédito del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) por 5.300 millones de dólares para préstamos a empresas con ocho años de plazo y tres de gracia, a una tasa de interés del 7 por ciento. Además, el gobierno aumentará en un 160 por ciento —a casi 900 millones de dólares— los recursos del Programa de Financiamiento a las Exportaciones (Proex).
El programa también contempla recortes de impuestos laborales para el área de tecnología de la información, la industria naval e incentivos para la compra de máquinas y equipos para los sectores de bienes de capital, automóviles y autopartes.
Objetivo estratégico.Según el ministro brasileño de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Miguel Jorge, el gobierno que espera las medidas logren aumentar la participación del país en el comercio mundial del 1,18 por ciento actual, al 1,25 por ciento, lo que exige aumentar las ventas externas de los 160.600 millones de dólares de 2007 a 208.800 millones.Además, se espera que el programa contribuya a elevar la tasa de inversión al 21 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), frente al 17,6 por ciento actual.
En una etapa inicial, 25 sectores industriales serán beneficiados por la nueva política, entre ellos los de petróleo, gas natural y petroquímica y el de biocombustibles. También serán estimuladas las empresas de las áreas de energía nuclear, industria militar, nanotecnología, biotecnologia, agroindustrias, aeronáutica y construcción civil.
La Bolsa de San Pablo subió ayer un 1,11 por ciento. El índice Bovespa negoció un total de 3.542 millones de dólares. Los analistas no dudaron en indicar el efecto tonificante que tuvo el anuncio gubernamental y sus generosas exenciones impositivas.
Brasil está creciendo a tasas del 5 por ciento, ayudando a asegurar su lugar en los cuatro llamados BRIC (junto a Rusia, India y China). La estabilidad económica y los altos precios de las commodities agrícolas explican buena parte de este cuadro.
Lula anuncia un ambicioso plan de estímulo a las exportaciones
Lula anuncia el programa, que se sustentará en el superávit fiscal.
Río de Janeiro. — El presidente brasileño Lula da Silva anunció un ambicioso plan de desarrollo industrial mediante una combinación de exenciones fiscales y créditos subsidiados para exportadores, destinados a poner al país "en el mismo nivel de los países desarrollados". Brasil ya es un protagonista de la escena mundial: es la primera economía de América latina, con un alto nivel de inserción en los mercados internacionales. Recientemente recibió el "grado de inversión" de la agencia de calificaciones Standar and Poor's.
La nueva política industrial contempla una exención fiscal por más de 12.600 millones de dólares hasta 2011, además de la concesión de préstamos a tasa subsidiada (7 por ciento anual) a sectores definidos como prioritarios, muchos orientados a los mercados externos. Según Lula, el programa "pondrá a Brasil en los próximos años en el nivel de los países desarrollados que hoy conocemos, que son los países europeos, Estados Unidos y Japón".
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, dijo por su parte que el conjunto de medidas, bautizado como Política de Desarrollo Productivo, "es un plan ambicioso, pero realista. Es osado en lo que se refiere a abaratar el costo de inversiones y exportaciones, con el objetivo de garantizar la sostenibilidad del ciclo de crecimiento económico. El objetivo de la política industrial es aumentar las inversiones y las exportaciones. Necesitamos una nueva ola de exportaciones de Brasil". Mantega indicó que la mayor parte de los fondos para el programa provendrán del superávit primario de Brasil.
La excepción argentina.Las importaciones brasileñas han crecido a más del doble del ritmo de las exportaciones en meses recientes, debido a la valorización del real frente al dólar. Argentina es una excepción: la balanza comercial bilateral es ampliamente favorable a Brasil, pese a la fuerte devaluación del peso frente al dólar sostenida por Buenos Aires mediante la masiva compra de dólares.
El proyecto incluye la reactivación de una línea de crédito del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) por 5.300 millones de dólares para préstamos a empresas con ocho años de plazo y tres de gracia, a una tasa de interés del 7 por ciento. Además, el gobierno aumentará en un 160 por ciento —a casi 900 millones de dólares— los recursos del Programa de Financiamiento a las Exportaciones (Proex).
El programa también contempla recortes de impuestos laborales para el área de tecnología de la información, la industria naval e incentivos para la compra de máquinas y equipos para los sectores de bienes de capital, automóviles y autopartes.
Objetivo estratégico.Según el ministro brasileño de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Miguel Jorge, el gobierno que espera las medidas logren aumentar la participación del país en el comercio mundial del 1,18 por ciento actual, al 1,25 por ciento, lo que exige aumentar las ventas externas de los 160.600 millones de dólares de 2007 a 208.800 millones.Además, se espera que el programa contribuya a elevar la tasa de inversión al 21 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), frente al 17,6 por ciento actual.
En una etapa inicial, 25 sectores industriales serán beneficiados por la nueva política, entre ellos los de petróleo, gas natural y petroquímica y el de biocombustibles. También serán estimuladas las empresas de las áreas de energía nuclear, industria militar, nanotecnología, biotecnologia, agroindustrias, aeronáutica y construcción civil.
La Bolsa de San Pablo subió ayer un 1,11 por ciento. El índice Bovespa negoció un total de 3.542 millones de dólares. Los analistas no dudaron en indicar el efecto tonificante que tuvo el anuncio gubernamental y sus generosas exenciones impositivas.
Brasil está creciendo a tasas del 5 por ciento, ayudando a asegurar su lugar en los cuatro llamados BRIC (junto a Rusia, India y China). La estabilidad económica y los altos precios de las commodities agrícolas explican buena parte de este cuadro.