¡Ay, mae! Ya casi se nos va el huracán Melissa, dando vueltas como pollo sin cabeza en el Atlántico, pero parece que quiere despedirse dejándonos un poco de arrastre. El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) nos avisó que, aunque la tormenta esté lejos, todavía vamos a sentir sus efectos aquí en nuestra querida Costa Rica, y no precisamente de las buenas.
Después de los apagones, los ríos crecidos y el miedo que nos metimos con tanta agua, ahora toca aguantarnos unos cambios en el clima bastante particulares. Según el IMN, el empuje frío que viene desde arriba y los vientos alisios se van a poner bien activos, así que preparen los pantalones largos y abríguense, porque el frío se siente venir con ganas. Vamos a tener que empezar a darle uso a esas cobijas que guardamos todo el año pensando en diciembre, ¿no?
Pero no es solo frío lo que tenemos que esperar, chunches. El asunto es que el IMN explica que la presión en el Golfo de México y en el Caribe Norte está haciendo unas ráfagas de viento que podrían ser potentes, especialmente en lugares altos como Guanacaste y el Valle Central. Imaginen estar ahí arriba, con el viento pegándole a la cara y la lluvia cayendo a mares… ¡qué brete!
Y hablando de lluvia, tampoco podemos relajarnos. Aunque en el Pacífico Central y Sur tendremos esos aguaceros tardes típicos – ya saben, siempre hay que llevar paraguas –, en la zona Caribe y el Norte el panorama pinta diferente. Ahí la nubosidad va a aumentar, de tal manera que podríamos pasar de cielos despejados a lluvias intensas en cualquier momento. Así que si planean hacer un asado el fin de semana, mejor tengan un plan B bajo techo.
Ahora, entiendo que algunos estén pensando: “¿Hasta cuándo se irán estas lluvias?”. Pues el IMN nos da un poquito de esperanza, diciendo que conforme avance el fin de semana las cosas deberían ir calmándose. Pero ojo, que los vientos van a seguir siendo notorios en algunas partes, así que no nos confíemos. Mejor andamos atentos a los boletines y recomendaciones oficiales. No queremos que nadie se agarre una torta y termine lamentándolo.
El Instituto ha insistido una vez más en que nos mantengamos informados, y eso significa revisar constantemente las actualizaciones del tiempo y prestar atención a cualquier aviso de emergencia. Si ven alguna inundación o deslizamiento, avisen rápido a los equipos de rescate. ¡Más vale prevenir que lamentar, diay!
En resumen, Melissa ya se alejó, sí señor, pero nos dejó un legado climático complicado. Tenemos que ser precavidos, adaptarnos a estos cambios y esperar que pronto volvamos a disfrutar de un clima más estable y soleado. De todas formas, esto demuestra una vez más cómo el clima está cambiando y cómo debemos tomarlo en serio. ¿Será que deberíamos empezar a invertir más en estudios e infraestructura para enfrentar estos fenómenos extremos que parecen ser el nuevo normal?
Y aquí les dejo la pregunta para pensar: Considerando estos cambios climáticos, ¿creen que el gobierno debería implementar medidas más estrictas para proteger nuestras comunidades vulnerables y fomentar prácticas sostenibles en todos los sectores de la economía? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!
Después de los apagones, los ríos crecidos y el miedo que nos metimos con tanta agua, ahora toca aguantarnos unos cambios en el clima bastante particulares. Según el IMN, el empuje frío que viene desde arriba y los vientos alisios se van a poner bien activos, así que preparen los pantalones largos y abríguense, porque el frío se siente venir con ganas. Vamos a tener que empezar a darle uso a esas cobijas que guardamos todo el año pensando en diciembre, ¿no?
Pero no es solo frío lo que tenemos que esperar, chunches. El asunto es que el IMN explica que la presión en el Golfo de México y en el Caribe Norte está haciendo unas ráfagas de viento que podrían ser potentes, especialmente en lugares altos como Guanacaste y el Valle Central. Imaginen estar ahí arriba, con el viento pegándole a la cara y la lluvia cayendo a mares… ¡qué brete!
Y hablando de lluvia, tampoco podemos relajarnos. Aunque en el Pacífico Central y Sur tendremos esos aguaceros tardes típicos – ya saben, siempre hay que llevar paraguas –, en la zona Caribe y el Norte el panorama pinta diferente. Ahí la nubosidad va a aumentar, de tal manera que podríamos pasar de cielos despejados a lluvias intensas en cualquier momento. Así que si planean hacer un asado el fin de semana, mejor tengan un plan B bajo techo.
Ahora, entiendo que algunos estén pensando: “¿Hasta cuándo se irán estas lluvias?”. Pues el IMN nos da un poquito de esperanza, diciendo que conforme avance el fin de semana las cosas deberían ir calmándose. Pero ojo, que los vientos van a seguir siendo notorios en algunas partes, así que no nos confíemos. Mejor andamos atentos a los boletines y recomendaciones oficiales. No queremos que nadie se agarre una torta y termine lamentándolo.
El Instituto ha insistido una vez más en que nos mantengamos informados, y eso significa revisar constantemente las actualizaciones del tiempo y prestar atención a cualquier aviso de emergencia. Si ven alguna inundación o deslizamiento, avisen rápido a los equipos de rescate. ¡Más vale prevenir que lamentar, diay!
En resumen, Melissa ya se alejó, sí señor, pero nos dejó un legado climático complicado. Tenemos que ser precavidos, adaptarnos a estos cambios y esperar que pronto volvamos a disfrutar de un clima más estable y soleado. De todas formas, esto demuestra una vez más cómo el clima está cambiando y cómo debemos tomarlo en serio. ¿Será que deberíamos empezar a invertir más en estudios e infraestructura para enfrentar estos fenómenos extremos que parecen ser el nuevo normal?
Y aquí les dejo la pregunta para pensar: Considerando estos cambios climáticos, ¿creen que el gobierno debería implementar medidas más estrictas para proteger nuestras comunidades vulnerables y fomentar prácticas sostenibles en todos los sectores de la economía? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios!