BALDARES DISPARA: Ramírez golea
Lic. Eduardo Baldares Phillips
May 16|12:19
Qué mal me caen las frases huecas del fútbol.
“El que perdona, pierde”… “El que pega primero, pega dos veces” y tantas otras.
¡No son ciertas!
Jonathan McDonald perdonó dos jugadas “muertas”, más fáciles de hacer que de botar, e igual la Liga ganó la final.
Por más que fuese perdonado, San Carlos nunca despegó las rodillas del piso. No pudo. ¿Cómo hacerlo con un león encima?
Herediano no pudo pegarle dos veces al campeón. Al ganar en casa la ida de la semifinal simplemente le jaló el rabo al rey de la selva y fue devorado en la vuelta.
Cuando se tiene tanto plantel como los manudos y a un técnico tan, pero tan inteligente, estas frasecillas se descascaran fácil y dejan ver qué hay en su interior: Nada.
Pero peor me cae escuchar a colegas hablar por hablar sin saber lo que dicen.
“Muy defensiva la Liga jugando con tres contenciones”, dijeron no dos ni tres veces durante el certamen, sino muchas, y más de un puñado de reporteros, ¡un montón!
Nada más veían la alineación y soltaban la frase sin conectar la lengua con el cerebro, y de tanto repetirla terminaron creyéndose que el “Macho” Ramírez es demasiado cauteloso.
Pero no. No se fijan. No saben o son negligentes.
¡Cristian Oviedo jugó la mayor parte del torneo como volante de enganche!
¡Pablo Gabas jugó tres o más posiciones!
¡Juan Gabriel Guzmán alineó de lateral más de una vez!
¡Marcelo Sarvas desempeñó múltiples funciones!
Por favor, se los suplico, ¡fíjense! Vean que por culpa de ustedes después la gente nos encasilla a todos…
Alajuelense fue el segundo equipo más anotador de las dos temporadas regulares, con 55 tantos en 32 partidos, y fue el menos perforado con solo 33 dardos en contra.
Tuvo el mejor gol diferencia del año, un 70% de rendimiento y según ustedes fue muy defensivo. ¡Por Dios!
En fases finales el bicampeón tuvo un 100% de efectividad, ganando las seis series enfrentadas en los últimos 12 meses, incluidas palizas en los globales contra Pérez Zeledón (6 a 3) y Cartaginés (5 a 1) en el Invierno 2009, así como la célebre voltereta a los florenses en el Verano 2011, con aquel 4x0 que erupcionó el Morera Soto.
Entonces la Liga no fue mezquina, ni defensiva, ni cauta, sino precisa, astuta, letal como león al acecho, dispuesta a dar el zarpazo mortífero, pero en el momento justo.
Detrás del éxito del mejor equipo del país está Ramírez Hernández, Oscar. Conocido como “Machillo”, quien regañó a los colegas que pretendían que jugase “a lo loco”, como si eso fuera jugar bien, tirándose sin ton ni son sobre los rivales, abriéndoles la puerta del contragolpe.
Ramírez es un lector de partidos como pocos. Un estratega de verdad, que no llora si le faltan dos o tres piezas, pues sabe en qué consiste el oficio.
¡Qué fácil sería aprenderse un sistema de memoria y aplicarlo siempre, sin importar las circunstancias!
¡Qué sencillo sería sustituir una pieza por otra exactamente igual!
Pero esto no es futbolín. Son personas y no figurillas plásticas las que se lesionan. Hay un rival, hay también un técnico con sus propias ideas y antídotos.
Y es allí donde surge el verdadero estratega.
Ramírez utilizó a sus jugadores en diferentes ubicaciones a lo largo del certamen, despistando a sus rivales.
Además, fue capaz de cambiar de un 4-4-2 a un 3-4-3 en la semifinal ante Herediano, dándoles la tunda del año a los florenses.
Pero en lugar de emborracharse en aquel 4x0, recompuso filas y con un 4-4-1 en San Carlos (con diez hombres más de 85 minutos) y un 4-5-1 en Alajuela les dio la estocada a los toros.
Seis puntos contra cero lo dicen todo.
A Ramírez los números lo avalan por goleada.
FUENTE: MARIOSEGURA.COM