¡Ay, Dios mío! Quién iba a decir que nuestras abuelas aún tienen ese don para la cocina tradicional. Resulta que el Encuentro Culinario de Personas Mayores 2025, organizado por AGECO, fue un verdadero jolgorio de sabores y recuerdos. Las señoras sacaron músculo –y sartén– demostrando que esos platillos de antaño no han perdido ni pizca de su magia. Se llenó el lugar con aromas que te transportaban directo a la casa de la abu.
La Asociación Gerontológica Costarricense (AGECO), cumpliendo con sus 45 añitos de existencia, organizó este encuentro como parte de sus festividades. Conmemorar medio siglo de labor social no se celebra con fuegos artificiales, sino con un caldo de gallina calentito y unas tortillas bien gordas, ¿verdad, mae?
Este año, el evento tuvo dos categorías bien interesantes: 'Aperitivos para Compartir' y 'Dulces para Festejar'. Imagínate la competencia, con recetas pasadas de generación en generación, cargadas de historias y secretos familiares. Las participantes, todas mujeres mayores de 60 años, pusieron toda la carne al asador… bueno, toda la cebolla, el ajo y el cilantro, pa’ que entendamos.
El jurado, compuesto por chefs expertos como Erick Zumbado y Elena Guillén, junto con la reconocida Ana Córdoba, activista del sabor costarricense, tuvieron la difícil tarea de seleccionar a las ganadoras. Estos tres profesionales saben muy bien de qué van esas recetas auténticas, hechas con amor y paciencia. Buscaban algo más que un plato rico; buscaban un pedazo de nuestra identidad cultural.
Y vaya que lo encontraron. Recetas como los tradicionales tacacos con carne, la infaltable carne a la tica, unas empanadas de chiverre que rompieron el paladar y un queque de banano que parecía recién salido del horno de la abuela fueron algunos de los platos que causaron furor. También destacaron un dip de piña y una gelatina de mora que parecían obras de arte. ¡Qué nivel, señoras!
Lo que realmente hizo diferente este encuentro fue la importancia que se le dio a la historia detrás de cada receta. No bastaba con cocinar rico, también había que contar el porqué de ese plato, quién lo hacía en la familia y qué significaba para la participante. Así, cada bocado era una cápsula del tiempo, un viaje al pasado lleno de tradición y cariño. Había llantos, risas, recuerdos… ¡una verdadera montaña rusa de emociones!
AGECO ha logrado crear un espacio valioso para reconocer y preservar el patrimonio gastronómico de nuestros adultos mayores. Además de celebrar sus habilidades culinarias, estos encuentros fomentan la interacción social y fortalecen los lazos familiares, lo cual es fundamental para mantener una sociedad saludable y cohesionada. Esto demuestra que nuestras tradiciones tienen mucho que ofrecerle a las nuevas generaciones, si tan solo nos tomáramos el tiempo de escucharlas y valorarlas.
Después de tanta charla sobre comida rica y tradiciones ancestrales, me pregunto: ¿Cuál es el plato de tu abuela que te recuerda más a tu infancia y por qué crees que es importante rescatar estas recetas para las futuras generaciones? ¡Déjanos tus comentarios en el foro y cuéntanos tus anécdotas culinarias favoritas!
La Asociación Gerontológica Costarricense (AGECO), cumpliendo con sus 45 añitos de existencia, organizó este encuentro como parte de sus festividades. Conmemorar medio siglo de labor social no se celebra con fuegos artificiales, sino con un caldo de gallina calentito y unas tortillas bien gordas, ¿verdad, mae?
Este año, el evento tuvo dos categorías bien interesantes: 'Aperitivos para Compartir' y 'Dulces para Festejar'. Imagínate la competencia, con recetas pasadas de generación en generación, cargadas de historias y secretos familiares. Las participantes, todas mujeres mayores de 60 años, pusieron toda la carne al asador… bueno, toda la cebolla, el ajo y el cilantro, pa’ que entendamos.
El jurado, compuesto por chefs expertos como Erick Zumbado y Elena Guillén, junto con la reconocida Ana Córdoba, activista del sabor costarricense, tuvieron la difícil tarea de seleccionar a las ganadoras. Estos tres profesionales saben muy bien de qué van esas recetas auténticas, hechas con amor y paciencia. Buscaban algo más que un plato rico; buscaban un pedazo de nuestra identidad cultural.
Y vaya que lo encontraron. Recetas como los tradicionales tacacos con carne, la infaltable carne a la tica, unas empanadas de chiverre que rompieron el paladar y un queque de banano que parecía recién salido del horno de la abuela fueron algunos de los platos que causaron furor. También destacaron un dip de piña y una gelatina de mora que parecían obras de arte. ¡Qué nivel, señoras!
Lo que realmente hizo diferente este encuentro fue la importancia que se le dio a la historia detrás de cada receta. No bastaba con cocinar rico, también había que contar el porqué de ese plato, quién lo hacía en la familia y qué significaba para la participante. Así, cada bocado era una cápsula del tiempo, un viaje al pasado lleno de tradición y cariño. Había llantos, risas, recuerdos… ¡una verdadera montaña rusa de emociones!
AGECO ha logrado crear un espacio valioso para reconocer y preservar el patrimonio gastronómico de nuestros adultos mayores. Además de celebrar sus habilidades culinarias, estos encuentros fomentan la interacción social y fortalecen los lazos familiares, lo cual es fundamental para mantener una sociedad saludable y cohesionada. Esto demuestra que nuestras tradiciones tienen mucho que ofrecerle a las nuevas generaciones, si tan solo nos tomáramos el tiempo de escucharlas y valorarlas.
Después de tanta charla sobre comida rica y tradiciones ancestrales, me pregunto: ¿Cuál es el plato de tu abuela que te recuerda más a tu infancia y por qué crees que es importante rescatar estas recetas para las futuras generaciones? ¡Déjanos tus comentarios en el foro y cuéntanos tus anécdotas culinarias favoritas!