¡Ay, Dios mío, qué historia!
Parece que la vida de algunos extranjeros buscando refugio en suelo tico no es tan tranquila como parece. Resulta que dos colombianos, ya nacionalizados costarricenses, fueron arrestados nuevamente, esta vez gracias a un pedido urgente de las autoridades francesas. Estos señores, Iván Pablot Martínez y Hamilton Restrepo Osorio, andaban moviéndose por acá, aparentemente sin problemas, hasta que Francia reclamó su presencia para enfrentar cargos relacionados con el narcotráfico. ¡Un bronco!
Pero esto no es nuevo, diay. Hamilton Restrepo Osorio, este señor tiene un historial bastante turbio. Ya había escapado de un hospital penitenciario en Panamá allá por el 2014. ¡Imagínate el papelón! Luego, aquí en Costa Rica, en el 2016, lo empezaron a investigar por lavado de dinero, pero como buen taimado, se fue correteando antes de que pudieran atraparlo. La Fiscalía ya tenía todo documentado, así que no hubo forma de escapar de esta última redada.
Recuerdo que en el 2016, el OIJ hizo unos allanamientos bien fuertes en dos lava-car que sospechosamente parecían estar sirviendo para blanquear fajeros de una organización que mandaba droga pa’ Europa. Eran el Autolavado Los Yoses en San Pedro y el MyA en Curridabat, ¡pura cosa rara! También registraron unas casas en Curridabat, La Unión y Quepos. La Fiscalía calcula que estos negocios, dirigidos por Restrepo Osorio, lavaron cerca de un millón de dólares, ¡una suma considerable, brete!.
Todo empezó en noviembre del 2012, cuando la policía francesa interceptó 29 kilos de cocaína que venían directamente de Costa Rica. Según la investigación, la organización que organizaba el envío pagaba a Restrepo Osorio con el dinero de la droga, y él utilizaba los lava-car para meterlo en circulación. Le pusieron un año de prisión preventiva, pero el tipo sacó licencias y volvió a desaparecer. ¡Menudo maestre!
Y ni hablar de la colaboración internacional. Parece que varios países europeos, incluyendo Bélgica, Italia, Países Bajos e incluso España e Inglaterra, le están pidiendo al OIJ información sobre casos de narcotráfico involucrando a ticos. Michael Soto, el subdirector del OIJ, comentó que esperan más reuniones para abrir nuevos casos. Ahora sí, se puso interesante el panorama, pura vara chévere para combatir el flagelo.
Además, resulta que las organizaciones criminales están cambiando sus rutas de contrabando debido a la presión en otros lugares, como Guayaquil en Ecuador. Entonces, ¿adivinen dónde están buscando nuevas bases logísticas? ¡Exacto, en Costa Rica! Parece que estamos viendo una reconfiguración importante de las dinámicas del narcotráfico en la región, y eso nos preocupa a todos, chunches.
Hasta ahora, Europol está coordinando operaciones para desarticular redes internacionales que trafican cocaína desde Costa Rica hacia Europa, utilizando España y Portugal como puntos de paso. Reconocen que hemos sido un punto estratégico, y aunque el Gobierno asegura que está tomando medidas, la realidad es que todavía tenemos mucho camino por recorrer para cerrar estas brechas de seguridad. ¡Vamos, que hay que ponerle más ganas!
Ahora me pregunto, con toda esta situación y la creciente cooperación internacional, ¿cree usted que Costa Rica está haciendo lo suficiente para protegerse del narcotráfico y el lavado de dinero, o deberíamos implementar medidas más drásticas para frenar esta ola de ilegalidades?
Parece que la vida de algunos extranjeros buscando refugio en suelo tico no es tan tranquila como parece. Resulta que dos colombianos, ya nacionalizados costarricenses, fueron arrestados nuevamente, esta vez gracias a un pedido urgente de las autoridades francesas. Estos señores, Iván Pablot Martínez y Hamilton Restrepo Osorio, andaban moviéndose por acá, aparentemente sin problemas, hasta que Francia reclamó su presencia para enfrentar cargos relacionados con el narcotráfico. ¡Un bronco!
Pero esto no es nuevo, diay. Hamilton Restrepo Osorio, este señor tiene un historial bastante turbio. Ya había escapado de un hospital penitenciario en Panamá allá por el 2014. ¡Imagínate el papelón! Luego, aquí en Costa Rica, en el 2016, lo empezaron a investigar por lavado de dinero, pero como buen taimado, se fue correteando antes de que pudieran atraparlo. La Fiscalía ya tenía todo documentado, así que no hubo forma de escapar de esta última redada.
Recuerdo que en el 2016, el OIJ hizo unos allanamientos bien fuertes en dos lava-car que sospechosamente parecían estar sirviendo para blanquear fajeros de una organización que mandaba droga pa’ Europa. Eran el Autolavado Los Yoses en San Pedro y el MyA en Curridabat, ¡pura cosa rara! También registraron unas casas en Curridabat, La Unión y Quepos. La Fiscalía calcula que estos negocios, dirigidos por Restrepo Osorio, lavaron cerca de un millón de dólares, ¡una suma considerable, brete!.
Todo empezó en noviembre del 2012, cuando la policía francesa interceptó 29 kilos de cocaína que venían directamente de Costa Rica. Según la investigación, la organización que organizaba el envío pagaba a Restrepo Osorio con el dinero de la droga, y él utilizaba los lava-car para meterlo en circulación. Le pusieron un año de prisión preventiva, pero el tipo sacó licencias y volvió a desaparecer. ¡Menudo maestre!
Y ni hablar de la colaboración internacional. Parece que varios países europeos, incluyendo Bélgica, Italia, Países Bajos e incluso España e Inglaterra, le están pidiendo al OIJ información sobre casos de narcotráfico involucrando a ticos. Michael Soto, el subdirector del OIJ, comentó que esperan más reuniones para abrir nuevos casos. Ahora sí, se puso interesante el panorama, pura vara chévere para combatir el flagelo.
Además, resulta que las organizaciones criminales están cambiando sus rutas de contrabando debido a la presión en otros lugares, como Guayaquil en Ecuador. Entonces, ¿adivinen dónde están buscando nuevas bases logísticas? ¡Exacto, en Costa Rica! Parece que estamos viendo una reconfiguración importante de las dinámicas del narcotráfico en la región, y eso nos preocupa a todos, chunches.
Hasta ahora, Europol está coordinando operaciones para desarticular redes internacionales que trafican cocaína desde Costa Rica hacia Europa, utilizando España y Portugal como puntos de paso. Reconocen que hemos sido un punto estratégico, y aunque el Gobierno asegura que está tomando medidas, la realidad es que todavía tenemos mucho camino por recorrer para cerrar estas brechas de seguridad. ¡Vamos, que hay que ponerle más ganas!
Ahora me pregunto, con toda esta situación y la creciente cooperación internacional, ¿cree usted que Costa Rica está haciendo lo suficiente para protegerse del narcotráfico y el lavado de dinero, o deberíamos implementar medidas más drásticas para frenar esta ola de ilegalidades?