Ay, Dios mío, qué bronca. Lo que empezó siendo un día chillax en Playa Punta Uva, en el Caribe limonense, terminó convertido en un panorama de película –pero no precisamente de esas que quieres ver en la tele. Resulta que un turista, con toda la intención del mundo, decidió escalar una palmera, como si fuera el nuevo Spiderman tico, pa’ echarse unas fotos dignas de Instagram. Pero la naturaleza, mael, siempre tiene sus cartas bajo la manga, y esta vez, le dio un buen sustazo al muchacho.
Según testigos que estaban ahí presentes, el señor llegó bien animado, probablemente con unos cuantos refrescos y ganas de hacer cosas diferentes para recordar sus vacaciones en Costa Rica. Subió, subió, subió, llegando casi hasta la punta de la palmera, buscando el ángulo perfecto para presumir su aventura en las redes sociales. Todo iba más o menos tranquilo, hasta que… ¡bam! El tronco, ya re viejo y cansao’, se rajó como si fuera galleta de soda mojada.
La caída, dicen, fue de al menos seis metros. Imagínate el susto de la gente que estaba en la playa, viendo cómo el muchacho se desplomaba directo a la arena. Dicen que hubo gritos, carreras y un silencio tenso mientras todos esperaban a ver qué pasaba. Por suerte, a pesar de la fea caída, el señor no salió catapultao’ al otro lado. Al parecer, la arena amortiguó bastante el golpe, pero quedó tirao' ahí, inconsciente, como si le hubieran apagao' el interruptor.
Por supuesto, la escena se grabó todo con celulares. En cuestión de minutos, el video se hizo viral en todas las plataformas. Ya te puedes imaginar los comentarios: algunos se burlaban un poquito (con respeto, eh), otros expresaban preocupación genuina, y otros más, aprovechaban para sermonear sobre la prudencia y el peligro de meterse donde no nos llaman. Pero bueno, eso es lo que pasa cuando uno quiere hacerse famoso a costa de la naturaleza, ¿no?
Esta historia nos recuerda mucho las advertencias constantes de la Cruz Roja y de las autoridades locales, que cada año, en los feriados, nos regañan sobre los peligros de las playas y la importancia de ser responsables. Todos queremos divertirnos, disfrutar del sol, el mar y la arena, pero hay que hacerlo con cabeza, mael. Porque al final, lo que queremos es regresar a casa sanos y salvos, contando historias chéveras, no llorando encima de una ambulancia.
Y ni hablar del impacto económico que puede tener una lesión así. Además del gasto médico, imagínate estar lejos de casa, sin poder trabajar... Que pena que estos extranjeros no entienden que la pura vida tiene su precio. Hay que cuidarla y respetarla, porque ella nos cuida a nosotros. Este incidente debería servir como llamada de atención para todos aquellos que piensan que pueden desafiar las leyes de la física y las fuerzas de la naturaleza sin sufrir consecuencias.
Afortunadamente, según fuentes cercanas, el turista ya está consciente y estable. Parece que la suerte estuvo de su lado en este caso particular. Aunque todavía no se conocen los informes médicos oficiales, esperamos que se recupere pronto y pueda volver a disfrutar de nuestras playas –esta vez, desde tierra firme, por favor. Más vale prevenir que lamentar, como dice mi abuela, y en Costa Rica sabemos muy bien de lo que hablamos.
Ahora dime, compañeros del Foro, ¿crees que este tipo merece recibir una multa por poner en riesgo su integridad y la de los demás? ¿Deberíamos instalarle vallas alrededor de las palmeras en las playas más turísticas para evitar futuros ‘Spidermans’ frustrados? ¡Dale, comparte tu opinión!
Según testigos que estaban ahí presentes, el señor llegó bien animado, probablemente con unos cuantos refrescos y ganas de hacer cosas diferentes para recordar sus vacaciones en Costa Rica. Subió, subió, subió, llegando casi hasta la punta de la palmera, buscando el ángulo perfecto para presumir su aventura en las redes sociales. Todo iba más o menos tranquilo, hasta que… ¡bam! El tronco, ya re viejo y cansao’, se rajó como si fuera galleta de soda mojada.
La caída, dicen, fue de al menos seis metros. Imagínate el susto de la gente que estaba en la playa, viendo cómo el muchacho se desplomaba directo a la arena. Dicen que hubo gritos, carreras y un silencio tenso mientras todos esperaban a ver qué pasaba. Por suerte, a pesar de la fea caída, el señor no salió catapultao’ al otro lado. Al parecer, la arena amortiguó bastante el golpe, pero quedó tirao' ahí, inconsciente, como si le hubieran apagao' el interruptor.
Por supuesto, la escena se grabó todo con celulares. En cuestión de minutos, el video se hizo viral en todas las plataformas. Ya te puedes imaginar los comentarios: algunos se burlaban un poquito (con respeto, eh), otros expresaban preocupación genuina, y otros más, aprovechaban para sermonear sobre la prudencia y el peligro de meterse donde no nos llaman. Pero bueno, eso es lo que pasa cuando uno quiere hacerse famoso a costa de la naturaleza, ¿no?
Esta historia nos recuerda mucho las advertencias constantes de la Cruz Roja y de las autoridades locales, que cada año, en los feriados, nos regañan sobre los peligros de las playas y la importancia de ser responsables. Todos queremos divertirnos, disfrutar del sol, el mar y la arena, pero hay que hacerlo con cabeza, mael. Porque al final, lo que queremos es regresar a casa sanos y salvos, contando historias chéveras, no llorando encima de una ambulancia.
Y ni hablar del impacto económico que puede tener una lesión así. Además del gasto médico, imagínate estar lejos de casa, sin poder trabajar... Que pena que estos extranjeros no entienden que la pura vida tiene su precio. Hay que cuidarla y respetarla, porque ella nos cuida a nosotros. Este incidente debería servir como llamada de atención para todos aquellos que piensan que pueden desafiar las leyes de la física y las fuerzas de la naturaleza sin sufrir consecuencias.
Afortunadamente, según fuentes cercanas, el turista ya está consciente y estable. Parece que la suerte estuvo de su lado en este caso particular. Aunque todavía no se conocen los informes médicos oficiales, esperamos que se recupere pronto y pueda volver a disfrutar de nuestras playas –esta vez, desde tierra firme, por favor. Más vale prevenir que lamentar, como dice mi abuela, y en Costa Rica sabemos muy bien de lo que hablamos.
Ahora dime, compañeros del Foro, ¿crees que este tipo merece recibir una multa por poner en riesgo su integridad y la de los demás? ¿Deberíamos instalarle vallas alrededor de las palmeras en las playas más turísticas para evitar futuros ‘Spidermans’ frustrados? ¡Dale, comparte tu opinión!