¡Aguanta, pura vida! La cosa está que arde en el ruedo político y económico. Claudio Alpízar, el candidato de Esperanza Nacional, soltó la bomba ayer desde Casa Presidencial: dice que el Presidente Chaves anda manipulando el tipo de cambio del dólar para intentar darle una manito a la deuda pública. ¡Imagínate la bronca!
Para ponerlos al día, parece que Alpízar cree que el Banco Central, bajo la influencia directa de Chaves, ha estado jugando con el valor del colón, permitiendo que se fortalezca artificialmente. Esto, según él, ha afectado gravemente a sectores clave de nuestra economía, especialmente al turismo. Les recuerdo que el turismo es el motor de muchos negocios pequeños y medianos, esos que le dan sabor a nuestro país.
"El Banco Central ha andado bien relajado en controlar la caída del dólar," declaró Alpízar con esa energía que lo caracteriza. "Sin importarle mucho que eso le pegue duro a actividades esenciales para Costa Rica." Pues díganle al Presidente que no se puede jugar así con la economía de la gente, porque al final, quien paga la factura somos todos nosotros, los ticos trabajadores.
Y ahí viene el meollo del asunto: Alpízar argumenta que este baile del tipo de cambio no tiene base económica sólida. Dice que la abundancia de dólares en el país se debe a créditos internacionales, a los famosos eurobonos, y… ¡sorpresa! También a fondos provenientes de actividades ilícitas. ¡Qué vara! Una mezcla turbia donde las aguas no están nada claras, vamos.
El candidato de Esperanza Nacional fue claro y contundente: si llegara a la presidencia, le quitará las cadenas al Banco Central. Garantizará su autonomía para que pueda operar sin presiones políticas. Además, promete un control más estricto del tipo de cambio en el Mercado Monetario Electrónico (Monex), buscando que las políticas cambias beneficiar a la mayoría, no solo a unos cuantos allegados. ¡Eso sí que sería un alivio para muchos!
Pero la cereza del pastel llegó con la promesa de Alpízar de remover al actual presidente del Banco Central. Lo acusa de mostrarse pasivo ante la situación, de no haber hecho lo suficiente para frenar la caída del dólar. Un movimiento drástico que seguramente generará aún más controversia y debates encarnizados en los próximos días. No nos queda otra que estar atentos a cómo se desarrolla esta novela.
Muchos economistas han advertido sobre los riesgos de una moneda artificialmente inflada. Señalan que, aunque pueda parecer atractivo a corto plazo, a largo plazo puede distorsionar la economía, perjudicar a las exportaciones y generar inflación. Es decir, que todo este juego podría terminar costándonos caro, tanto a nivel individual como nacional. ¡Vamos a tener que apretar el cinturón, chunches!
En fin, parece que tenemos tiempos movidos por delante. Esta acusación de Alpízar abre un debate importante sobre la independencia del Banco Central y la gestión de la política monetaria en Costa Rica. ¿Cree usted que el Presidente Chaves realmente ha influenciado indebidamente al Banco Central, o simplemente se trata de una estrategia política para ganar votos? ¡Déjeme saber su opinión en los comentarios!",
Para ponerlos al día, parece que Alpízar cree que el Banco Central, bajo la influencia directa de Chaves, ha estado jugando con el valor del colón, permitiendo que se fortalezca artificialmente. Esto, según él, ha afectado gravemente a sectores clave de nuestra economía, especialmente al turismo. Les recuerdo que el turismo es el motor de muchos negocios pequeños y medianos, esos que le dan sabor a nuestro país.
"El Banco Central ha andado bien relajado en controlar la caída del dólar," declaró Alpízar con esa energía que lo caracteriza. "Sin importarle mucho que eso le pegue duro a actividades esenciales para Costa Rica." Pues díganle al Presidente que no se puede jugar así con la economía de la gente, porque al final, quien paga la factura somos todos nosotros, los ticos trabajadores.
Y ahí viene el meollo del asunto: Alpízar argumenta que este baile del tipo de cambio no tiene base económica sólida. Dice que la abundancia de dólares en el país se debe a créditos internacionales, a los famosos eurobonos, y… ¡sorpresa! También a fondos provenientes de actividades ilícitas. ¡Qué vara! Una mezcla turbia donde las aguas no están nada claras, vamos.
El candidato de Esperanza Nacional fue claro y contundente: si llegara a la presidencia, le quitará las cadenas al Banco Central. Garantizará su autonomía para que pueda operar sin presiones políticas. Además, promete un control más estricto del tipo de cambio en el Mercado Monetario Electrónico (Monex), buscando que las políticas cambias beneficiar a la mayoría, no solo a unos cuantos allegados. ¡Eso sí que sería un alivio para muchos!
Pero la cereza del pastel llegó con la promesa de Alpízar de remover al actual presidente del Banco Central. Lo acusa de mostrarse pasivo ante la situación, de no haber hecho lo suficiente para frenar la caída del dólar. Un movimiento drástico que seguramente generará aún más controversia y debates encarnizados en los próximos días. No nos queda otra que estar atentos a cómo se desarrolla esta novela.
Muchos economistas han advertido sobre los riesgos de una moneda artificialmente inflada. Señalan que, aunque pueda parecer atractivo a corto plazo, a largo plazo puede distorsionar la economía, perjudicar a las exportaciones y generar inflación. Es decir, que todo este juego podría terminar costándonos caro, tanto a nivel individual como nacional. ¡Vamos a tener que apretar el cinturón, chunches!
En fin, parece que tenemos tiempos movidos por delante. Esta acusación de Alpízar abre un debate importante sobre la independencia del Banco Central y la gestión de la política monetaria en Costa Rica. ¿Cree usted que el Presidente Chaves realmente ha influenciado indebidamente al Banco Central, o simplemente se trata de una estrategia política para ganar votos? ¡Déjeme saber su opinión en los comentarios!",
