¡Ay, Dios mío! Esto sí que salió raro. El OIJ tuvo que hacerle movimiento pesado temprano este miércoles en Orotina, deteniendo a dos señores, Vásquez y Sosa, acusados de andar vendiendo pela. Parece que alguien les avisó que estaban armando negocios turbios en Mastate, y los judiciales llegaron prontito para ponerle fin a la pachanga.
Según nos cuentan los allegados, el operativo comenzó pasadas las seis de la mañana, con un allanamiento en una casa del sector. No sé ustedes, pero a mí me da cosita pensar en cómo amanecieron esos tipos. Imaginen el susto, ¡los judiciales rompiendo la puerta a esa hora! Pero bueno, así es esto, si te metes en bretes raros, hay que asumir las consecuencias, diay.
Y vaya que encontraron harta evidencia, mae. Además de los sospechosos, decomisaron buena cantidad de marihuana, unos celulares que seguramente andaban comunicándose con sus clientes, y fajones de billetes. Uno se pregunta, ¿de dónde sacaban tanto dinero para mantener ese negocio? Espero que el Ministerio Público le meta lupa al asunto y descubra toda la maraña detrás de esto.
Lo que más me preocupa es que estos casos siguen pasando en nuestro país. A pesar de todos los esfuerzos que hace el gobierno y el OIJ, parece que siempre hay nuevos peces gordos tratando de sacar provecho de este flagelo social. Hay que recordar que la venta de drogas no solo afecta a los consumidores, sino que también alimenta la delincuencia organizada y destruye familias enteras. Una verdadera carga pa’l corazón, la verdad.
Ahora bien, la Fiscalía ya tiene a ambos sujetos bajo custodia y determinará qué se hará con ellos. Se espera que en los próximos días se presenten pruebas ante un juez para solicitar medidas cautelares, como la prisión preventiva. Que no se les ocurra intentar sobornar a nadie, porque aquí no va a haber ninguna papaya, ¡aguas!
Este caso de Orotina me recuerda mucho a otras situaciones similares que hemos visto en la provincia de Puntarenas. Allí, lamentablemente, la presencia del narcotráfico es bastante fuerte, especialmente en zonas rurales y costeras. Las autoridades tienen dificultades para controlar el flujo de drogas debido a la geografía complicada y la falta de recursos.
Pero no todo está perdido, chunches. Creo firmemente que con trabajo duro, inversión en programas de prevención y rehabilitación, y colaboración ciudadana podemos combatir este problema de raíz. Necesitamos fortalecer nuestras instituciones, capacitar a nuestros policías y jueces, y crear oportunidades para que los jóvenes tengan alternativas a meterse en estas varas.
En fin, este es el panorama actual. Un nuevo golpe al narcotráfico en Orotina, pero una señal de que todavía queda mucho por hacer. Ahora, díganme, ¿creen que la justicia realmente llegará hasta el fondo de este caso y desenmascarará a todos los involucrados, o será otro episodio más de impunidad en nuestro querido Costa Rica?
Según nos cuentan los allegados, el operativo comenzó pasadas las seis de la mañana, con un allanamiento en una casa del sector. No sé ustedes, pero a mí me da cosita pensar en cómo amanecieron esos tipos. Imaginen el susto, ¡los judiciales rompiendo la puerta a esa hora! Pero bueno, así es esto, si te metes en bretes raros, hay que asumir las consecuencias, diay.
Y vaya que encontraron harta evidencia, mae. Además de los sospechosos, decomisaron buena cantidad de marihuana, unos celulares que seguramente andaban comunicándose con sus clientes, y fajones de billetes. Uno se pregunta, ¿de dónde sacaban tanto dinero para mantener ese negocio? Espero que el Ministerio Público le meta lupa al asunto y descubra toda la maraña detrás de esto.
Lo que más me preocupa es que estos casos siguen pasando en nuestro país. A pesar de todos los esfuerzos que hace el gobierno y el OIJ, parece que siempre hay nuevos peces gordos tratando de sacar provecho de este flagelo social. Hay que recordar que la venta de drogas no solo afecta a los consumidores, sino que también alimenta la delincuencia organizada y destruye familias enteras. Una verdadera carga pa’l corazón, la verdad.
Ahora bien, la Fiscalía ya tiene a ambos sujetos bajo custodia y determinará qué se hará con ellos. Se espera que en los próximos días se presenten pruebas ante un juez para solicitar medidas cautelares, como la prisión preventiva. Que no se les ocurra intentar sobornar a nadie, porque aquí no va a haber ninguna papaya, ¡aguas!
Este caso de Orotina me recuerda mucho a otras situaciones similares que hemos visto en la provincia de Puntarenas. Allí, lamentablemente, la presencia del narcotráfico es bastante fuerte, especialmente en zonas rurales y costeras. Las autoridades tienen dificultades para controlar el flujo de drogas debido a la geografía complicada y la falta de recursos.
Pero no todo está perdido, chunches. Creo firmemente que con trabajo duro, inversión en programas de prevención y rehabilitación, y colaboración ciudadana podemos combatir este problema de raíz. Necesitamos fortalecer nuestras instituciones, capacitar a nuestros policías y jueces, y crear oportunidades para que los jóvenes tengan alternativas a meterse en estas varas.
En fin, este es el panorama actual. Un nuevo golpe al narcotráfico en Orotina, pero una señal de que todavía queda mucho por hacer. Ahora, díganme, ¿creen que la justicia realmente llegará hasta el fondo de este caso y desenmascarará a todos los involucrados, o será otro episodio más de impunidad en nuestro querido Costa Rica?
