Maes, a veces uno lee noticias que son puro bla bla, pero de vez en cuando sale una que de verdad parece que va a mover la aguja. Hoy les traigo una de esas. Resulta que BID Invest, que es como el brazo de inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo, le acaba de soltar un billetón de hasta $100 millones a Liberty Costa Rica. ¿Y para qué tanta plata? Diay, la vara es para que por fin le metan el acelerador a fondo a la red 5G en todo el país y, de paso, expandan esa fibra óptica que tanta falta nos hace para dejar de ver Netflix en calidad de papa.
Ahora, no es que les dieron un maletín con toda la plata de un solo. El asunto está dividido: hay un préstamo de $65 millones ya amarrado y otros $35 millones que están ahí, listos para usarse si todo va bien. Además, la estructura del financiamiento es interesante, porque abren la puerta para que otros inversionistas institucionales se sumen a la fiesta a través de préstamos sindicados o unos chunches que llaman B-Bonds. En tico: están buscando más compas con plata para que el proyecto sea todavía más robusto. La meta es clara: hacer inversiones estratégicas para poner al día la infraestructura digital del país, que buena falta le hace.
Pero bueno, ¿en qué se va a ir concretamente todo ese dinero? Aquí es donde se pone tuanis. Primero, una parte es para pagarle al Estado por el nuevo espectro radioeléctrico que se ganaron en la concesión reciente. O sea, pagar el "permiso" para operar. Segundo, y aquí es donde más nos importa a nosotros los mortales, es para el despliegue de la famosa red móvil 5G "Stand Alone" que anunciaron en julio. Esto significa una red 5G pura, no una adaptación de la 4G. Y tercero, para llevar la red de fibra óptica al hogar (el famoso FTTH) a más rincones del país, para que más gente deje de sufrir con conexiones que se pegan en media serie o en plena reunión del brete. Es una jugada a tres bandas que, si sale bien, podría cambiar las reglas del juego.
Aquí es donde la vara se pone seria. Costa Rica siempre se ha jactado de ser pionera en un montón de cosas, pero en conectividad, seamos honestos, nos estábamos quedando botados. Según las mismas estimaciones que cita el BID Invest, necesitamos un aumento del 66% en conexiones de banda ancha fija solo para "ponernos al día" con los estándares de los países de la OCDE. ¡Un 66 por ciento! Y ni hablemos del 5G, que ya no es un lujo, es la base para todo lo que se viene: inteligencia artificial, el internet de las cosas, y un montón de tecnología que necesita velocidad y estabilidad. Por eso, una inyección de capital de este calibre es, sinceramente, ¡qué carga! Es una señal de que por lo menos hay un plan y la plata para ejecutarlo.
En resumen, la noticia es a cachete. Hay plata, hay un plan y hay una necesidad gigante en el país por mejorar la conectividad. Liberty, con este empujón financiero, tiene la oportunidad de oro para consolidarse y, más importante aún, para ayudarnos a cerrar esa brecha digital que nos afecta a todos. Ahora, la pregunta del millón es: ¿se va a ejecutar bien? ¿Llegará de verdad a las zonas rurales que más lo necesitan o se quedará todo el desarrollo en la GAM, como casi siempre? La intención es buenísima, pero del dicho al hecho... ya sabemos cómo es el trecho. Ustedes qué opinan, maes? ¿Creen que con esta inversión por fin damos el salto cuántico en conectividad o es más de lo mismo con un lazo más bonito? ¡Los leo en los comentarios!
Ahora, no es que les dieron un maletín con toda la plata de un solo. El asunto está dividido: hay un préstamo de $65 millones ya amarrado y otros $35 millones que están ahí, listos para usarse si todo va bien. Además, la estructura del financiamiento es interesante, porque abren la puerta para que otros inversionistas institucionales se sumen a la fiesta a través de préstamos sindicados o unos chunches que llaman B-Bonds. En tico: están buscando más compas con plata para que el proyecto sea todavía más robusto. La meta es clara: hacer inversiones estratégicas para poner al día la infraestructura digital del país, que buena falta le hace.
Pero bueno, ¿en qué se va a ir concretamente todo ese dinero? Aquí es donde se pone tuanis. Primero, una parte es para pagarle al Estado por el nuevo espectro radioeléctrico que se ganaron en la concesión reciente. O sea, pagar el "permiso" para operar. Segundo, y aquí es donde más nos importa a nosotros los mortales, es para el despliegue de la famosa red móvil 5G "Stand Alone" que anunciaron en julio. Esto significa una red 5G pura, no una adaptación de la 4G. Y tercero, para llevar la red de fibra óptica al hogar (el famoso FTTH) a más rincones del país, para que más gente deje de sufrir con conexiones que se pegan en media serie o en plena reunión del brete. Es una jugada a tres bandas que, si sale bien, podría cambiar las reglas del juego.
Aquí es donde la vara se pone seria. Costa Rica siempre se ha jactado de ser pionera en un montón de cosas, pero en conectividad, seamos honestos, nos estábamos quedando botados. Según las mismas estimaciones que cita el BID Invest, necesitamos un aumento del 66% en conexiones de banda ancha fija solo para "ponernos al día" con los estándares de los países de la OCDE. ¡Un 66 por ciento! Y ni hablemos del 5G, que ya no es un lujo, es la base para todo lo que se viene: inteligencia artificial, el internet de las cosas, y un montón de tecnología que necesita velocidad y estabilidad. Por eso, una inyección de capital de este calibre es, sinceramente, ¡qué carga! Es una señal de que por lo menos hay un plan y la plata para ejecutarlo.
En resumen, la noticia es a cachete. Hay plata, hay un plan y hay una necesidad gigante en el país por mejorar la conectividad. Liberty, con este empujón financiero, tiene la oportunidad de oro para consolidarse y, más importante aún, para ayudarnos a cerrar esa brecha digital que nos afecta a todos. Ahora, la pregunta del millón es: ¿se va a ejecutar bien? ¿Llegará de verdad a las zonas rurales que más lo necesitan o se quedará todo el desarrollo en la GAM, como casi siempre? La intención es buenísima, pero del dicho al hecho... ya sabemos cómo es el trecho. Ustedes qué opinan, maes? ¿Creen que con esta inversión por fin damos el salto cuántico en conectividad o es más de lo mismo con un lazo más bonito? ¡Los leo en los comentarios!