Falta de regularización de sociedades vinculadas a Bolaños y la disputa entre jueza y Fiscalía mantienen paralizado el juicio del escándalo del Cemento Chino.
El Cementazo, uno de los más sonados escándalos en la última década en Costa Rica, está más empantanado de lo que imaginamos. La disolución de dos sociedades ligadas a Juan Carlos Bolaños, la falta de acción del imputado y la burocracia judicial se han convertido en un obstáculo monumental. Vamos a desmenuzar esta maraña.
En setiembre del año pasado, una jueza anuló la audiencia preliminar del Cementazo. Esta audiencia es clave porque decide si el caso pasa a juicio o no. Dos meses de audiencia al traste, todo porque la jueza decretó una actividad procesal defectuosa. ¿El motivo? Dos sociedades de Bolaños estaban disueltas y no tenían liquidador, lo que las ponía en un estado de indefensión.
El detalle es que estas sociedades solo están involucradas en la acción civil de la Procuraduría, no tienen nada que ver con los demás imputados. Esto obligó a reiniciar la audiencia desde cero. Pero, aquí viene el chiste, un año después, todavía no hay ni programación para la nueva audiencia.
La jueza ordenó a Bolaños poner en orden las sociedades, pero él no cumplió. Entonces, la instrucción pasó al Ministerio Público. La Fiscalía dijo que no le tocaba a ellos regularizar la situación y apeló. Ahorita estamos esperando que resuelvan este lío, pero mientras tanto, el juicio sigue empantanado.
Gerardo Huertas, abogado defensor de otros imputados, ve este caso como un escenario repetitivo: “Ya lleva más de 8 años y ni siquiera hemos podido celebrar la audiencia preliminar. Este proceso es una carga y no queremos que se convierta en otro caso Rodríguez”, comentó. El tiempo pasa y los imputados, además de las acusaciones, están sufriendo en su salud física y mental.
El principal sospechoso sigue siendo Juan Carlos Bolaños Rojas, propietario de Sinocem. Además, están imputados varios exfuncionarios del Banco Central y del Sistema Financiero Nacional. La acusación por posibles delitos de peculado, tráfico de influencias y falsedad ideológica lleva lista desde julio de 2022.
Este es el estado del Cementazo: un juzgado desorganizado, imputados esperando y la justicia costarricense refunfuñando. ¿Cuándo será el próximo paso en este marasmo judicial? Compas, ¿creen que este caso se va a resolver pronto o nos esperan más años de espera?
El Cementazo, uno de los más sonados escándalos en la última década en Costa Rica, está más empantanado de lo que imaginamos. La disolución de dos sociedades ligadas a Juan Carlos Bolaños, la falta de acción del imputado y la burocracia judicial se han convertido en un obstáculo monumental. Vamos a desmenuzar esta maraña.
En setiembre del año pasado, una jueza anuló la audiencia preliminar del Cementazo. Esta audiencia es clave porque decide si el caso pasa a juicio o no. Dos meses de audiencia al traste, todo porque la jueza decretó una actividad procesal defectuosa. ¿El motivo? Dos sociedades de Bolaños estaban disueltas y no tenían liquidador, lo que las ponía en un estado de indefensión.
El detalle es que estas sociedades solo están involucradas en la acción civil de la Procuraduría, no tienen nada que ver con los demás imputados. Esto obligó a reiniciar la audiencia desde cero. Pero, aquí viene el chiste, un año después, todavía no hay ni programación para la nueva audiencia.
La jueza ordenó a Bolaños poner en orden las sociedades, pero él no cumplió. Entonces, la instrucción pasó al Ministerio Público. La Fiscalía dijo que no le tocaba a ellos regularizar la situación y apeló. Ahorita estamos esperando que resuelvan este lío, pero mientras tanto, el juicio sigue empantanado.
Gerardo Huertas, abogado defensor de otros imputados, ve este caso como un escenario repetitivo: “Ya lleva más de 8 años y ni siquiera hemos podido celebrar la audiencia preliminar. Este proceso es una carga y no queremos que se convierta en otro caso Rodríguez”, comentó. El tiempo pasa y los imputados, además de las acusaciones, están sufriendo en su salud física y mental.
El principal sospechoso sigue siendo Juan Carlos Bolaños Rojas, propietario de Sinocem. Además, están imputados varios exfuncionarios del Banco Central y del Sistema Financiero Nacional. La acusación por posibles delitos de peculado, tráfico de influencias y falsedad ideológica lleva lista desde julio de 2022.
Este es el estado del Cementazo: un juzgado desorganizado, imputados esperando y la justicia costarricense refunfuñando. ¿Cuándo será el próximo paso en este marasmo judicial? Compas, ¿creen que este caso se va a resolver pronto o nos esperan más años de espera?