¡Ay, Dios mío, qué bronca! Resulta que, entre gallos y medianas, se agarraron a palo seco con uno de los peces gordos de la Familia Michoacana, Sergio Cano Correa, alias 'D3'. Este señor, de unos 33 añitos, estaba moviendo bandas criminales acá mismo, en Costa Rica. Imagínate la cosa… to’ el mundo sacudiéndose y nosotros, tranquilos, sin saber ni qué nos caía encima.
Al parecer, este vato no andaba solo. La poli, en una movida conjunta con las autoridades mexicanas –porque esto ya va más allá de nuestras fronteras–, también capturó a otros cuatro sospechosos: Patricio Daniel Hernández Ruiz, Paolo Josué Zavala Zavala y Francisco Javier Valencia Ordoñez. Todos ellos, dicen las malas lenguas, estaban involucrados en negocios turbios, principalmente manejando invernaderos de hierba que hacían giras por toda la república mexicana. ¡Un brete lo que se mueve!
Y ojo, porque esto no es cuento. Según la Fiscalía General de la República (FGR), estos tipos tenían sus operaciones extendidas por varias alcaldías en la Ciudad de México, además de municipios en el Estado de México y hasta en los estados de Guerrero y Sinaloa. ¡Qué nivel de influencia, mae! Pero lo peor de todo es que tenían tentáculos directamente conectados con Costa Rica y Guatemala, distribuyendo marihuanas de diseño a nivel internacional. Un negocio chungo, pa' ponerle pausa.
La FGR explicó que la operación fue producto de meses de investigación y seguimiento, coordinados con distintas agencias de seguridad mexicana, incluyendo la Sedena, Semar y la Guardia Nacional. Parece que nuestros vecinos sí saben cómo meterle mano a este tipo de cosas. Dicen que encontraron varios lugares donde se escondían estos tipejos, usándolos como bodegas y viveros clandestinos. ¡Menuda panda de tortas!
Durante los allanamientos, la poli encontró un arsenal: dos bolsas de marihuana, una bolsita con polvo amarillo (dicen que podría ser droga sintética), una balanza digital y un invernadero repleto de 1.153 plantitas. En otra finca, dieron con 139 paquetazos y un costal con 35 kilos de la maleza. ¡Qué harta gente trabajando ahí, mae! Da gusto ver que la ley metió la pata en este caso. Una verdadera limpieza.
Pero esto no es el único frente en la lucha contra el narcotráfico. Hace poco, recordaremos, enviaron a otro bato, Pablo Tabares Martínez, miembro de La Nueva Familia Michoacana, a cumplir una condena en Estados Unidos por tráfico de metanfetamina. Este señor había sido detenido en Guatemala y luego deportado. La verdad es que los gringos no bajan las armas y parecen estar bastante comprometidos con sacar a estos criminales de circulación. ¡Y bien hacen!
Como si fuera poco, parece que La Nueva Familia Michoacana también anda metida en el negocio del contrabando de migrantes hacia Estados Unidos, agregándole otra capa de delito a esta organización. Han puesto el dedo en un montón de casos de extorsión y secuestro exprés, demostrando que no tienen escrúpulos ni límites. De hecho, recientemente hubo una operación llamada ‘Libertad’ donde se capturaron siete personas relacionadas con un grupo criminal originario de Michoacán. ¡Esto ya se puso feo, mae!
Ahora bien, dejando atrás el escándalo y la preocupación, me pregunto: ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar para proteger a nuestro país de estas amenazas internacionales? ¿Será suficiente la cooperación con otras naciones o necesitamos fortalecer nuestras propias instituciones y estrategias de prevención? ¡Compárteme tu opinión en el foro!
Al parecer, este vato no andaba solo. La poli, en una movida conjunta con las autoridades mexicanas –porque esto ya va más allá de nuestras fronteras–, también capturó a otros cuatro sospechosos: Patricio Daniel Hernández Ruiz, Paolo Josué Zavala Zavala y Francisco Javier Valencia Ordoñez. Todos ellos, dicen las malas lenguas, estaban involucrados en negocios turbios, principalmente manejando invernaderos de hierba que hacían giras por toda la república mexicana. ¡Un brete lo que se mueve!
Y ojo, porque esto no es cuento. Según la Fiscalía General de la República (FGR), estos tipos tenían sus operaciones extendidas por varias alcaldías en la Ciudad de México, además de municipios en el Estado de México y hasta en los estados de Guerrero y Sinaloa. ¡Qué nivel de influencia, mae! Pero lo peor de todo es que tenían tentáculos directamente conectados con Costa Rica y Guatemala, distribuyendo marihuanas de diseño a nivel internacional. Un negocio chungo, pa' ponerle pausa.
La FGR explicó que la operación fue producto de meses de investigación y seguimiento, coordinados con distintas agencias de seguridad mexicana, incluyendo la Sedena, Semar y la Guardia Nacional. Parece que nuestros vecinos sí saben cómo meterle mano a este tipo de cosas. Dicen que encontraron varios lugares donde se escondían estos tipejos, usándolos como bodegas y viveros clandestinos. ¡Menuda panda de tortas!
Durante los allanamientos, la poli encontró un arsenal: dos bolsas de marihuana, una bolsita con polvo amarillo (dicen que podría ser droga sintética), una balanza digital y un invernadero repleto de 1.153 plantitas. En otra finca, dieron con 139 paquetazos y un costal con 35 kilos de la maleza. ¡Qué harta gente trabajando ahí, mae! Da gusto ver que la ley metió la pata en este caso. Una verdadera limpieza.
Pero esto no es el único frente en la lucha contra el narcotráfico. Hace poco, recordaremos, enviaron a otro bato, Pablo Tabares Martínez, miembro de La Nueva Familia Michoacana, a cumplir una condena en Estados Unidos por tráfico de metanfetamina. Este señor había sido detenido en Guatemala y luego deportado. La verdad es que los gringos no bajan las armas y parecen estar bastante comprometidos con sacar a estos criminales de circulación. ¡Y bien hacen!
Como si fuera poco, parece que La Nueva Familia Michoacana también anda metida en el negocio del contrabando de migrantes hacia Estados Unidos, agregándole otra capa de delito a esta organización. Han puesto el dedo en un montón de casos de extorsión y secuestro exprés, demostrando que no tienen escrúpulos ni límites. De hecho, recientemente hubo una operación llamada ‘Libertad’ donde se capturaron siete personas relacionadas con un grupo criminal originario de Michoacán. ¡Esto ya se puso feo, mae!
Ahora bien, dejando atrás el escándalo y la preocupación, me pregunto: ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar para proteger a nuestro país de estas amenazas internacionales? ¿Será suficiente la cooperación con otras naciones o necesitamos fortalecer nuestras propias instituciones y estrategias de prevención? ¡Compárteme tu opinión en el foro!
