¡Ay, Dios mío, qué rollo! Resulta que la Asamblea Legislativa le jugó otra baza a Rodrigo Chaves en el tema del BCIE-Cariñitos. Pensábamos que ya se había terminado el circo, pero parece que la novela seguirá dando capítulos. La verdad, uno ya está medio cansado de tanto revés político, pero bueno, así es nuestro país, siempre nos da sorpresas, aunque algunas no sean precisamente agradables.
Como bien saben, se necesitaba un espaldarazo de 38 diputados para quitarle el fuero a Chaves y meterlo a juicio por el asunto del BCIE y los Cariñitos, donde se le acusa de echar mano al bolsillo del Estado favoreciendo a un jeque amigo. Pero resulta que solo consiguieron 34 votos, ¡qué pena!, quedaron cortos. Así que, por ahora, el proceso se queda congeladito, esperando a que Don Rodri pinte la despedida de Palacio.
¿Y qué significa esto realmente? Pues, básicamente, que Chaves seguirá disfrutando de esa protección especial, ese fuero que le impide que lo metan preso mientras esté en el sillón. El constitucionalista Marvin Carvajal y el penalista Joseph Rivera nos aclararon que la cosa no es tan sencilla como “gané el juicio”. Según ellos, simplemente el caso se suspende, se pone en pausa, hasta que el Presidente se vaya del poder. Es como si le pusieran un freno de mano al proceso judicial.
Y ojo, porque eso no quiere decir que el caso se tire a la basura. Al contrario, una vez que Chaves se marche en 2026, la Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción (Fapta), que está súper atenta a estos temas, podría retomarlo y buscar que se haga justicia. Entonces sí, ya no habrá ese salvavidas del fuero y podrían enfrentarlo con todo lo que tienen.
Imaginemos la escena: 2026, Chaves ya está echándose las manos de la cabeza buscando qué hacer con sus días de jubilación, y Fapta le cae encima con todo el peso de la ley. Ya no será un proceso especial, sino un juicio normal y corriente, como cualquiera de nosotros que nos metamos en problemas con la justicia. Tendrán que demostrar que él cometió el delito, presentar pruebas, convocar testigos… la pega completa, ¡mi pana!
El propio Fiscal General, Carlo Díaz, salió a aclarar que, pese a este contratiempo, la investigación no se detiene ni mucho menos. Respetó la decisión de los diputados, pero dejó claro que la Fiscalía está comprometida a seguir luchando contra la delincuencia y la corrupción, sin importar quién esté involucrado. Es bueno saber que alguien todavía se preocupa por limpiar la barnizada de nuestro país, ¿no creen?
Pero déjenme decirles algo, señores: la presión que ha ejercido Chaves y su gente sobre Christian Bulgarelli, el productor a quien supuestamente indujeron a mover esos fajones de lana para beneficiar a Federico Cruz Saravanja, alias “Choreco”, es bastante turbia. Hablando de fajones, se trata de unos 32 mil dólares que se desviaron de una donación del BCIE para comprarle una casita a Choreco, ¡una verdadera jugada maestra!
Entonces, ¿qué va a pasar ahora? El tiempo dirá. Lo cierto es que este caso Chaves sigue siendo un dolor de cabeza constante para la opinión pública y la clase política. Mientras tanto, el proceso judicial se mantiene en standby, esperando pacientemente el día en que Don Rodri diga adiós a la presidencia. Compas, dime, ¿creen que con tanta maniobra legal Chaves logrará zafarse de las consecuencias de sus actos, o finalmente la justicia prevalecerá?
Como bien saben, se necesitaba un espaldarazo de 38 diputados para quitarle el fuero a Chaves y meterlo a juicio por el asunto del BCIE y los Cariñitos, donde se le acusa de echar mano al bolsillo del Estado favoreciendo a un jeque amigo. Pero resulta que solo consiguieron 34 votos, ¡qué pena!, quedaron cortos. Así que, por ahora, el proceso se queda congeladito, esperando a que Don Rodri pinte la despedida de Palacio.
¿Y qué significa esto realmente? Pues, básicamente, que Chaves seguirá disfrutando de esa protección especial, ese fuero que le impide que lo metan preso mientras esté en el sillón. El constitucionalista Marvin Carvajal y el penalista Joseph Rivera nos aclararon que la cosa no es tan sencilla como “gané el juicio”. Según ellos, simplemente el caso se suspende, se pone en pausa, hasta que el Presidente se vaya del poder. Es como si le pusieran un freno de mano al proceso judicial.
Y ojo, porque eso no quiere decir que el caso se tire a la basura. Al contrario, una vez que Chaves se marche en 2026, la Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción (Fapta), que está súper atenta a estos temas, podría retomarlo y buscar que se haga justicia. Entonces sí, ya no habrá ese salvavidas del fuero y podrían enfrentarlo con todo lo que tienen.
Imaginemos la escena: 2026, Chaves ya está echándose las manos de la cabeza buscando qué hacer con sus días de jubilación, y Fapta le cae encima con todo el peso de la ley. Ya no será un proceso especial, sino un juicio normal y corriente, como cualquiera de nosotros que nos metamos en problemas con la justicia. Tendrán que demostrar que él cometió el delito, presentar pruebas, convocar testigos… la pega completa, ¡mi pana!
El propio Fiscal General, Carlo Díaz, salió a aclarar que, pese a este contratiempo, la investigación no se detiene ni mucho menos. Respetó la decisión de los diputados, pero dejó claro que la Fiscalía está comprometida a seguir luchando contra la delincuencia y la corrupción, sin importar quién esté involucrado. Es bueno saber que alguien todavía se preocupa por limpiar la barnizada de nuestro país, ¿no creen?
Pero déjenme decirles algo, señores: la presión que ha ejercido Chaves y su gente sobre Christian Bulgarelli, el productor a quien supuestamente indujeron a mover esos fajones de lana para beneficiar a Federico Cruz Saravanja, alias “Choreco”, es bastante turbia. Hablando de fajones, se trata de unos 32 mil dólares que se desviaron de una donación del BCIE para comprarle una casita a Choreco, ¡una verdadera jugada maestra!
Entonces, ¿qué va a pasar ahora? El tiempo dirá. Lo cierto es que este caso Chaves sigue siendo un dolor de cabeza constante para la opinión pública y la clase política. Mientras tanto, el proceso judicial se mantiene en standby, esperando pacientemente el día en que Don Rodri diga adiós a la presidencia. Compas, dime, ¿creen que con tanta maniobra legal Chaves logrará zafarse de las consecuencias de sus actos, o finalmente la justicia prevalecerá?